La gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem, y el empresario Vivek Ramaswamy fueron las principales opciones a la vicepresidencia en una encuesta realizada por la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC), en Washington, el 24 de febrero.
Se pidió a los asistentes de la conferencia que opinaran sobre quién debería servir como compañero de fórmula del expresidente Donald Trump en la lista republicana. La extensa lista de contendientes incluía a una gran cantidad de republicanos prominentes e incluso un par de independientes.
La señora Noem y el señor Ramaswamy obtuvieron cada uno el 15 por ciento de los votos.
Otras figuras destacadas de la lista eran la representante Elise Stefanik (R-N.Y.), el senador Tim Scott (R-S.C.), el gobernador de Florida Ron DeSantis, el representante Byron Donalds (R-Fla.), el senador J.D. Vance (R-Ohio), y el candidato presidencial independiente Robert F. Kennedy Jr.
Pero una candidata en particular destacó por su sorprendente popularidad: La candidata presidencial de 2020, Tulsi Gabbard.
Gabbard quedó en tercer lugar con el 9 por ciento de los votos. Antigua demócrata, se alejó del partido en 2022, declarando que estaba bajo el control total de «una cábala de belicistas elitistas». Desde entonces, como independiente, ha conmocionado a la nación con su giro a la derecha, desde unirse a la republicana de Arizona, Kari Lake, en la campaña hasta defender al presidente Trump en la CPAC el 23 de febrero.
“Su discurso me hizo pensar en ella de manera diferente, y lo digo en el buen sentido”, dijo Darren Moten, nativo de Washington, a The Epoch Times.
Moten enfatizó que necesitaría saber más sobre la postura de Gabbard sobre temas específicos antes de poder respaldarla como vicepresidenta. Sin embargo, también reconoció que su presencia en la lista podría ampliar el alcance del presidente Trump.
Y el Sr. Moten no fue el único asistente que mostró un cambio de opinión respecto a la Sra. Gabbard.
John Leisenring de Arlington, Virginia, dijo que originalmente se había inclinado por la gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem, y la representante Elise Stefanik (R-N.Y.). Pero después de ver el discurso de la Sra. Gabbard en la CPAC, dijo que estaba impresionado por su “calidad de estadista”.
Otro resultado notable de la encuesta fue dónde terminó la gobernadora de Carolina del Sur, Nikki Haley. Aunque todavía tiene esperanzas para su campaña presidencial, los asistentes al CPAC no mostraron entusiasmo por su candidatura. Con solo el 2 por ciento de los votos, empató en el último lugar con Vance.
Las primarias se alargan
Los resultados de la encuesta se anunciaron apenas unas horas antes del cierre de las urnas en las cruciales primarias presidenciales republicanas de Carolina del Sur.
Haley ha prometido permanecer en la carrera sin importar lo que decidan los republicanos del Estado de Palmetto. Aun así, la óptica de una derrota en un estado que ella solía dirigir les dice mucho a los votantes de todo el país.
“Históricamente, en la política presidencial, cuando pierdes tu estado natal, es hora de quedarte en casa y no seguir adelante”, dijo el estratega republicano David Polyansky a ABC News el 23 de febrero.
Polyansky se desempeñó como subdirector de campaña de DeSantis hasta que abandonó la carrera presidencial el mes pasado. El estratega dijo que una derrota en Carolina del Sur “dañaría tremendamente” el futuro político de la Sra. Haley.
“Su imagen general entre los republicanos es bastante deprimente y decrece día a día”, dijo. Su “única esperanza” de éxito en Carolina del Sur, añadió, es convencer a los demócratas e independientes de que la respalden en las primarias abiertas.
“Y si continúa presentando los argumentos que Joe Biden y los demócratas están esgrimiendo contra Donald Trump, su imagen solo se deteriorará. Y después de perder su estado natal, no solo se va a agriar, sino que adquirirá una trayectoria negativa a largo plazo para su marca”.
La Sra. Haley ha atacado cada vez más al presidente Trump por su edad, argumentando que, en este momento, es demasiado mayor para ser presidente.
A sus 77 años, el expresidente es solo cuatro años más joven que el presidente Joe Biden, quien se ha enfrentado a críticas bipartidistas por su edad y agudeza mental.
Pero para Barbara Burg, partidaria de Trump, la edad es solo un número.
“Sí, [Trump es] mayor. Sí, tiene casi la edad de Joe Biden. Pero su intelecto sigue siendo fuerte. Su mente es fuerte”, le dijo Burg a The Epoch Times el 22 de febrero.
El propio presidente Trump se hizo eco de esa opinión, quien sostiene que el presidente Biden no es demasiado mayor para liderar el país, sino simplemente “extremadamente incompetente”.
«Tengo amigos, Bernie Marcus, que tienen más de 90 años y son muy inteligentes», dijo en el programa «The Megyn Kelly Show» de SiriusXM en septiembre.
“Son, quiero decir, diría que más o menos lo que solían ser. No, no es por la vejez [de Biden], es por su incompetencia”.
Las matemáticas son un reto
A pesar de los ataques de Haley, últimamente la campaña de Trump parece indiferente a la exembajadora de la ONU, optando en cambio por centrarse en las elecciones generales de noviembre.
“Las primarias terminan esta noche y es hora de pasar a las elecciones generales para que podamos derrotar al Crooked [Torcido] Joe y poner fin a su ataque al pueblo estadounidense”, dijo Steven Cheung, portavoz de la campaña de Trump, antes del discurso del expresidente en la CPAC.
Sus comentarios se dieron luego de que la secretaria de prensa de la campaña de Trump, Karoline Leavitt, predijera una “gran pérdida” para la Sra. Haley en Carolina del Sur.
«En este punto, es matemáticamente imposible que Nikki Haley se ponga al día», le dijo a Fox Business el 23 de febrero.
Y la campaña de Haley lo ha reconocido. En una conferencia de prensa ese mismo día, la directora de campaña de Haley, Betsy Ankeny, admitió que “las matemáticas son un desafío” para su candidata.
“Pero nunca se ha tratado solo de quién puede ganar las primarias republicanas. Esta batalla es sobre quién puede ganar en noviembre, derrotar a los demócratas, y finalmente poner a nuestro país de nuevo en marcha», dijo Ankeny.
Sugirió que las recientes decepciones electorales del Partido Republicano, como la pérdida del escaño del derrocado representante George Santos (R-N.Y.) ante el demócrata Tom Suozzi, fueron un resultado directo de la influencia del presidente Trump sobre el partido. Y aquellos que piensan que puede vencer al presidente Biden en noviembre, dijo, se están engañando a sí mismos.
“¿Cómo va a ganar Trump una elección general cuando todas las encuestas, toda la historia y todas las payasadas indican que claramente no puede?”, preguntó la Sra. Ankeny. “Una vez más, conocemos las probabilidades aquí, pero se trata de ganar una elección general, y en eso estamos enfocados”.
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