La última encuesta del Banco Federal de Nueva York revela una creciente inseguridad laboral entre los estadounidenses, unida a un aumento de las expectativas de desendeudamiento, que alcanzan su nivel más alto desde la pandemia. Esta evolución indica que los consumidores estadounidenses se enfrentan a retos cada vez mayores y que pueden surgir problemas.
Según la encuesta de la Reserva Federal de Nueva York, publicada el 12 de agosto, los consumidores estadounidenses se han vuelto más pesimistas sobre la perspectiva de encontrar un nuevo empleo tras perder el actual, ya que la probabilidad percibida de encontrar un nuevo empleo cayó 0.9 puntos porcentuales, hasta el 52.5% en julio.
La caída de casi 1 punto porcentual es un descenso significativo, sobre todo teniendo en cuenta el reciente y decepcionante informe de empleo del gobierno, que mostró que la economía estadounidense creó menos puestos de trabajo de lo esperado y la tasa de desempleo subió al 4.3%, desafiando las expectativas de que se mantendría estable en el 4.1%.
La importancia del descenso se vio parcialmente contrarrestada por el hecho de que los consumidores creían en julio que tenían 0.5 puntos porcentuales menos de probabilidades de perder su empleo en primer lugar.
Al mismo tiempo, las previsiones de crecimiento de los ingresos de los consumidores a un año vista disminuyeron 0.3 puntos porcentuales, lo que sugiere que los trabajadores están sufriendo las consecuencias de un entorno económico incierto.
Un aumento de las expectativas de morosidad enturbia aún más las perspectivas económicas. La encuesta de la Fed de Nueva York destacó que la probabilidad media percibida de incumplir un pago mínimo de deuda en los próximos tres meses aumentó 1.0 puntos porcentuales, hasta el 13.3 por ciento, el nivel más alto desde abril de 2020, cuando la economía estaba sumida en la recesión pandémica.
La preocupación por la morosidad se refleja en otro informe de la Reserva Federal, según el cual los tipos agregados se estabilizaron en el segundo trimestre, pero los flujos de morosidad grave (90 días o más de impago) aumentaron en el caso de las deudas de tarjetas de crédito y crecieron en el de los préstamos para automóviles y las hipotecas.
El aumento de la inseguridad laboral y el temor a no poder hacer frente a los pagos de los préstamos ensombrecen el gasto de los consumidores, que es un motor clave de la economía estadounidense. A medida que aumente la incertidumbre de los trabajadores sobre sus perspectivas de empleo, es probable que reduzcan el gasto y den prioridad al pago de las deudas, lo que ralentizará el crecimiento económico.
Las preocupaciones sobre un retroceso en el gasto de los consumidores se vieron reforzadas por una caída en las expectativas de gasto de los hogares hasta el 4.9 por ciento, el nivel más bajo desde abril de 2021, según la encuesta de la Fed de Nueva York.
El descenso de las expectativas de crecimiento del gasto se alinea con las preocupaciones planteadas por el consejero delegado de Bank of America, Brian Moynihan, quien en una entrevista el 11 de agosto en la CBS advirtió de que el gasto se había ralentizado, los consumidores estaban recurriendo a sus ahorros para bienes esenciales y los compradores, preocupados por la inflación, buscaban cada vez más gangas.
El aumento de la morosidad de los consumidores es una cuestión que planteó Austan Goolsbee, presidente del Banco de la Reserva Federal de Chicago, en una entrevista del 5 de agosto en la que expresó su preocupación por la posibilidad de que la política de tasas de interés elevados de la Reserva Federal esté enfriando demasiado la economía. Su entrevista se produjo cuando los mercados reaccionaron a un decepcionante informe de empleo del gobierno con una venta masiva. El jefe de la Reserva Federal de Chicago dijo que los mercados podrían estar reaccionando de forma exagerada a pesar de los signos de debilidad de la economía, dado que el gasto de los consumidores no se ha desplomado y que las cifras de empleo no estaban «todavía» en territorio de recesión.
La opinión de que los hogares estadounidenses están en buena forma en estos momentos se vio reforzada por la encuesta de la Reserva Federal de Nueva York, que mostró que la situación financiera actual de los hogares ha mejorado ligeramente en comparación con la de hace un año.
Sin embargo, la encuesta también mostró que las expectativas de la situación financiera a un año vista se han deteriorado, lo que indica que los hogares pueden estar arreglándoselas por ahora, pero están cada vez más preocupados por el futuro, en particular a medida que las perspectivas de empleo se vuelven más inciertas.
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