Crecí en la China comunista, esta es mi advertencia para Estados Unidos

Por Diana Zhang
25 de noviembre de 2020 2:23 PM Actualizado: 25 de noviembre de 2020 2:23 PM

Opinión

Las elecciones de este año tuvieron una participación históricamente alta.

Hasta hace poco, muchos estadounidenses no se preocuban tanto por las elecciones, pensando que al fin y al cabo no había mucha diferencia entre republicanos y demócratas, o entre candidatos específicos.

Sin embargo, al aproximarse las elecciones de 2020, muchas personas se alarmaron. Se dieron cuenta de lo lejos que se había desviado nuestro país de sus cimientos. Si no nos hacemos cargo ahora, pensaron, será irreparable.

El mundo entero está observando estas elecciones de cerca. Algunos chinos han comentado: «Pensábamos que China se convertiría en Estados Unidos. ¡En cambio, Estados Unidos se está convirtiendo en China!»

Es muy cierto. En este momento, hay muchas cosas que no podemos decir en Estados Unidos. La corrección política no es una cuestión de elección; es una habilidad de supervivencia. Si usted dice una palabra equivocada, puede perder su trabajo. Si no sigue el relato de la corriente principal, será atacado por los grandes medios de comunicación. Ha llegado a tal punto que debemos preguntarnos, ¿todavía tenemos libertad de expresión?

Esto me recuerda a China. Hace 50 años en la China comunista, si se hacían comentarios casuales sobre los comunistas, se terminaba en la cárcel o en un campo de trabajo.

Si alguien estaba en casa y hacía un comentario que no estaba en línea con el PCCh sería castigado. Un hijo informaría sobre su padre, una hija sobre su madre, y un marido y una mujer sobre el otro. El miedo al Partido Comunista, y el adoctrinamiento por parte de él, se había convertido en una segunda naturaleza humana, expulsando los sentimientos naturales.

Emigré a Estados Unidos hace más de 30 años. Siempre le digo a la gente, «Estados Unidos es el país menos discriminatorio de todo el mundo». Sin embargo, escuchamos «discriminación» y «racismo» diariamente en las noticias. La «discriminación» y el «racismo» se han convertido en armas políticas. Ya no son una cuestión de principios morales.

Con tantas protestas y disturbios organizados en nombre de la lucha contra el racismo, la cuestión de la raza se utiliza ahora a propósito para dividir nuestra sociedad. En países comunistas como China y la antigua Unión Soviética, los comunistas crearon una división basada en la clase social.

Los comunistas siempre hablan de la lucha de clases. Afirman que cualquier desigualdad en la riqueza se debe a que los ricos explotan a la clase obrera. Los comunistas utilizan a la clase obrera para derribar a las clases media y alta, hasta que toda la economía del país sea destruida.

Al poner un grupo en contra de otro, causan el caos en la sociedad y abren la puerta para la toma del poder. Gobernar con el comunismo es siempre el verdadero objetivo.

Así como los comunistas nunca han estado a favor de las clases trabajadoras, aquí en Estados Unidos, su verdadera preocupación no es el racismo o la discriminación. Al fomentar la división entre las razas, crean una oportunidad para tomar el poder. Una vez más, el comunismo es la meta.

Estados Unidos ha sido un faro de libertad para el mundo. Mis amigos en China solían esconderse bajo sus sábanas para escuchar Voz de América. Escuchar VOA era un crimen que podía llevarlos a la cárcel. La gente que vivía bajo regímenes comunistas solía correr grandes riesgos para escuchar Voz de América.

Y Estados Unidos ha sido la envidia del mundo. He viajado a unos 20 países, y en todas partes oigo a la gente hablar de emigrar a Estados Unidos.

Para la gente de Europa, Estados Unidos significa más oportunidades. Para la gente de otras áreas, Estados Unidos es un lugar para tener una vida mejor. Incluso aquellos que desprecian a Estados Unidos están celosos de Estados Unidos, y aquellos que luchan con Estados Unidos quieren venir a Estados Unidos. Saben que Estados Unidos respeta los derechos individuales. Estados Unidos siempre ha sido el hogar de los amantes de la libertad.

Pero Estados Unidos ha cambiado. Hoy en día, los chinos ya no creen que valga la pena arriesgar su seguridad para escuchar VOA. Estados Unidos se ha convertido cada vez más en el país socialista del que intentan huir.

Estados Unidos sigue siendo rico, todavía tiene cierta libertad en el estilo de vida y la economía, y todavía es una sociedad abierta en comparación con muchos otros países. Sin embargo, desde hace mucho tiempo venimos avanzando lentamente y con paso firme hacia la misma sociedad comunista que una vez conocí.

Es por eso que tantos salieron a votar. Es por eso que están luchando contra el fraude electoral. Es ahora o nunca. Este tren se dirige a un precipicio. Si no lo detenemos ahora, será demasiado tarde.

La Dra. Diana Zhang es una escritora con 20 años de experiencia. Radicada en los Estados Unidos, utiliza un seudónimo para proteger a sus familiares en China.


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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times

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