UVALDE, Texas— La escuela en la que 19 niños y dos profesores fueron masacrados el 24 de mayo, había estado cerrada cuatro veces en el mes anterior al tiroteo, dijo el alcalde de Uvalde, Don McLaughlin.
Las escuelas de todo el distrito habían estado cerradas 47 veces desde febrero debido a la crisis fronteriza que se extiende a la ciudad, la que forma parte de un corredor de contrabando desde la frontera de Estados Unidos y México hasta San Antonio, según un informe reciente de la Cámara de Representantes de Texas.
El 90 por ciento de los cierres se debieron a persecuciones de la policía a vehículos sospechosos de contrabando a través de Uvalde y a las subsiguientes persecuciones, en los que el conductor choca o detiene el vehículo y los ocupantes saltan y se alejan de los policías, dice el informe.
El gran aumento de las persecuciones en los últimos 18 meses y los subsiguientes cierres «contribuyeron a disminuir el sentido de vigilancia sobre la respuesta a las alertas de seguridad», afirma el informe de la Cámara de Texas.
«La serie de alertas relacionadas con las persecuciones llevó a los profesores y administradores a responder a todas las alertas con menos urgencia. Cuando oían el sonido de una alerta, muchos asumían que era otro rescate».
Kenneth Mueller, director de servicios estudiantiles del Distrito Escolar Independiente Consolidado de Uvalde (CISD) declaró ante el comité que los padres se preocuparon tanto por el número de persecuciones que ocurrían cerca de los campus de las escuelas primarias que se ofrecieron a contratar policías fuera de servicio para complementar la presencia policial del CISD de Uvalde.
Dos meses después de la brutal masacre en la Escuela Primaria Robb, el distrito escolar se prepara para dar comienzo a un nuevo año de clases. Pero la revisión de la Cámara de Texas sobre la respuesta de las fuerzas del orden al tiroteo del 24 de mayo reveló una serie de errores alarmantes por parte de los primeros en responder. Como resultado, los padres no están dispuestos a enviar a sus hijos de vuelta a un distrito que dicen que es inseguro y donde los problemas de seguridad siguen sin resolverse.
«Estamos a 30 días de que comiencen las clases y estamos teniendo persecuciones. Estamos teniendo rescates, tuvimos uno esta mañana en Uvalde», dijo McLaughlin a The Epoch Times el 12 de julio.
«¿Y qué va a pasar cuando tengamos una persecución justo al lado de la escuela y haya que cerrarla? ¿Cuánto pánico va a haber? ¿Cuánto trauma va a causar a estos niños? Un montón».
Los padres de los niños que murieron en el tiroteo dijeron al alcalde que están considerando educar a sus otros hijos en casa.
«Yo les he dicho que los entiendo, pero puedo prometerles que, desde el punto de vista de la ciudad, haremos todo lo que podamos para asegurarnos de que sus hijos estén a salvo», declaró McLaughlin en relación a lo que respondió a los padres que estaban preocupados.
El alcalde solicitó el despliegue de más efectivos estatales en Uvalde para las dos primeras semanas del curso escolar.
Cuando se le preguntó si creía que existía algún tipo de «fatiga por los cierres» de las escuelas antes de la masacre, McLaughlin dijo: «Yo pensaría que habría pero no puedo hablar por el distrito escolar».
Tom Homan, exdirector interino del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas y miembro de la Fundación Heritage, dijo que las comunidades locales están teniendo que «asumir el costo» de la crisis fronteriza en aumento.
«La migración ilegal masiva fue un factor que contribuyó a la tragedia de Uvalde y nadie ha dicho una palabra al respecto. Eso es simplemente inaceptable», dijo Homan en un comunicado.
La junta escolar del distrito de Uvalde propone retrasar el inicio de las clases hasta después del Día del Trabajo, en lugar de la fecha original a mediados de agosto.
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