Cuando es difícil encontrar amistades

Querida June:

En la mediana edad, estuve atrapada con mi trabajo, el matrimonio, el cuidado de mis padres ancianos y luego enfermos, etc. Luego cumplí 60 años, para luego encontrarme soltera, sin hijos ni familia, y simplemente sola. Durante un tiempo, busqué volver a casarme, pero descubrí que los sitios de citas no eran para mí, dado que quería hombres más saludables. Dejé de centrarme en las citas y me dediqué a buscar amistades. Es difícil conocer gente, hombre o mujer, para hacer amigos. Mi trabajo no ofrece esa posibilidad, ni mis hobbies, ni tengo una iglesia a donde ir. No bebo, ni bailo, ni tengo una mascota. ¿Tiene alguna sugerencia?

Solitaria en un pueblo pequeño,
Cathy R., Kansas

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Querida Cathy,

Las verdaderas amistades son realmente una bendición y parecen surgir en lugares improbables. También es posible que una persona no cumpla todos sus expectativas de una amistad, así que tal vez haya varias personas que puedan llenar una parte cada una. Por ejemplo, tal vez pueda revivir una amistad del pasado. Tal vez esta persona está en su etapa de la vida, y pueden entender, empatizar y apoyarse mutuamente.

También puede ser agradable conocer a personas que compartan sus intereses. Ahora no es el momento de viajar, pero tal vez en el futuro, un viaje de grupo en su área de interés podría ser una manera de conocer gente con ideas afines. O tal vez podría intentar realizar un viaje sola. Generalmente, cuando viajamos, estamos más abiertos a hacer nuevas conexiones, y algunas veces duran toda la vida.

Más cerca de casa, quizás pueda tomar un taller o una clase en un pueblo o ciudad cercana, esta podría ser una buena manera de conocer gente con ideas afines.

Otra forma de llenar el vacío más a nivel local es observar en qué se puede ser útil en la comunidad. Esto puede que no conduzca a amistades cercanas, pero ser útil también llena el corazón. ¿Le atrae la idea de trabajar con niños o con ancianos? ¿O tal vez dar una clase en su ámbito de hobby? ¿Organizar una limpieza en un parque local? ¿Hacer productos de panadería para familias necesitadas? O podría ofrecerse a cuidar al bebé de una vecina para que pueda tomar un descanso.

Hay muchas maneras de dar; elija una que la inspire.

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Querida June,

Soy una madre que enseña en casa a dos niños pequeños. He estado involucrada en una maravillosa cooperativa durante los últimos dos años. Sin embargo, este año por razones personales, decidí acudir a una escuela privada de educación en casa. Aún deseo mantener la amistad con nuestras antiguas familias de la cooperativa; sin embargo, algunas dinámicas están haciendo esto difícil.

Antes de tomar la decisión de dejar la cooperativa, otras tres señoras y yo habíamos hablado de formar nuestro propio grupo más pequeño. Entonces, una de las señoras (llamémosla Amiga #4) decidió unirse a una cooperativa diferente pero no nos lo dijo de inmediato. Nos enteramos cuando empezamos a planear nuestra propia cooperativa y ahora el resto de nosotras estamos dolidas, y no sabemos qué hacer con la Amiga #4. Realmente necesitábamos su guía y su luz. No sentimos que podamos tener éxito sin ella. Dijo que no quiso que pareciera que no podíamos tener nuestra otra cooperativa todavía, pero las otras señoras (con razón, en mi opinión) sienten que debemos invertir nuestro tiempo en un solo círculo de amigas.

Estoy decepcionada en este momento porque ayer compartí algo muy significativo (en un texto), y la amiga #4 ni siquiera hizo un comentario. Esto me indica que se está alejando de nosotras porque tiene cierta incomodidad por la forma en que manejó la situación (aunque admito libremente que no soy una lectora de mentes). Personalmente, no estoy tan molesta como mis otras dos amigas. La amiga #4 tiene casi tantos hijos como el resto de nosotras juntas. Así que entiendo por qué hizo lo que hizo. Tiene que hacer lo que es mejor para su familia, ¿cierto? Pero ahora si incluso salgo con ella, o dejo que su hija salga con la mía, mis otras dos amigas se van a enfadar. ¿Qué hago con todas?

Adrianne B., California

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Querida Adrianne,

La dinámica humana puede ser tan compleja, especialmente entre nosotras, las mujeres, y sobre todo en tiempos de estrés. Darle la razón a los demás puede realmente quitarnos mucha carga de los hombros. Suena como si ya estuviera haciendo esto, pero intente empujarlo un poco más.

Podría haber muchas razones inocentes para el mal manejo de la situación de la cooperativa por parte de la Amiga #4 y su silencio después de su mensaje. También puede ser que esté viendo un lado débil y desconsiderado de ella, o quizás también ella esté abrumada y con dificultades. En cualquier caso, la belleza de dar la razón es que no se necesita saber, puede permitir que ella (y sus otras amigas) continúen donde están, con sus defectos y todo.

Partiendo de dar la razón —que debería ser un lugar más tranquilo— haga una reflexión profunda y honesta, y luego tenga una conversación de corazón a corazón con la amiga número #4 sobre cómo usted y el grupo se sienten con ella.

Puede ser doloroso escuchar las razones por las que ella se fue, así que tal vez quiera esperar hasta que esté segura que puede escucharla. El uso de cierta terminología de la comunicación no violenta también puede ayudar a mantener la conversación hacia el camino correcto.

Esperamos que lo que salga a la luz también le ayude a sus otras amigas a entender y a dejar de lado cualquier resentimiento hacia la Amigo #4. Pero si continúan molestos y su hija realmente disfruta de la compañía de los hijos de la Amigo #4, no veo ninguna razón para que no se reúnan. Por supuesto que debemos considerar las emociones de los demás, pero no podemos dejar que dirijan nuestras vidas.

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