Cuando la educación en casa sale mal

Seguir el camino de la educación en casa no es para los de corazón débil. De un solo tirón, estás nadando contra la corriente mientras llevas la responsabilidad de nada menos que la educación y el futuro de tus preciosos hijos.

Sin presiones.

Los primeros pasos en este camino pueden ser los más desafiantes. Unos pocos días y puede que se convenza de que no está hecho para esto, que su hijo nunca cooperará con usted, y que todo este experimento no está funcionando.

La verdad es que necesita mucho más tiempo que eso.

Los comienzos difíciles son comunes y la perfección es un mito. La clave para empezar esta gran aventura es relajarse, darse a usted y a sus hijos la oportunidad de ir más despacio y seguir adelante. No es raro que pase un año o más antes de que sienta que ha encontrado su ritmo.

Sin embargo, mientras tanto, hay pasos que puedes dar para empezar a sentirte mucho mejor en el viaje que tienes por delante.

Recortar tareas

Voy a arriesgarme y suponer que está tratando de hacer demasiado. Todos lo hemos hecho. Sabe que los niños necesitan matemáticas, lectura, escritura, ortografía, y, por supuesto, ciencia, historia, arte, música, y qué hay de la escritura, mecanografía, manualidades, lecciones de instrumentos, estudio de idiomas extranjeros, y estoy agotada de solo escribilo.

Es genial tener altos estándares y grandes sueños. Pero no es necesario que tome todas las materias que su hijo podría estudiar y se las eche en la cabeza en la primera semana. Al principio, reduce la carga de trabajo al mínimo.

Su objetivo en las primeras semanas e incluso meses no es producir caballos de batalla robóticos, sino conectarse con sus hijos, establecer un ritmo y una rutina para sus días, y deleitarse con el hecho de que han dado este salto juntos.

Se sorprendería de lo mucho que sus hijos pueden aprender si simplemente practican algunas matemáticas y leen una variedad de libros juntos. Empiece por allí. A medida que las cosas empiezan a fluir, sabrá cuando es un buen momento para añadir algo más.

Cambie el ritmo de su horario

Voy a aventurarme a otra cosa y supongo que está sobre programando su día. Si ha creado un horario hora por hora lleno de tareas y temas copiosos y de cosas por hacer, probablemente se estás volviendo un poco loco. Se supone que debe comenzar las lecciones de matemáticas a las 9 a.m., pero su hijo sigue perdiendo el tiempo con los platos del desayuno y usted está muy atrasado.

Deténgase.

Una forma fácil de liberarse de la tiranía de su propio horario es apuntar a un ritmo diario. Trace un marco muy suelto de cómo le gustaría que fluyera su día. Por ejemplo, tal vez esté el tiempo de la mañana temprano para la higiene, las tareas matutinas, el desayuno, y en general, para después prepararse para las actividades del día.

Luego, tienes el tiempo de la escuela. En algún momento del día, se hace una pausa para un agradable y relajante almuerzo y tiempo de actividad. Para los niños pequeños, eso puede ser; para los estudiantes mayores, tal vez se reúna para hacer más tareas escolares, tal vez con un énfasis en proyectos o temas de interés. Tal vez en este momento, las actividades extracurriculares ocupan la mayor parte de su atención.

Por último, llega la noche, cuando se ordena, se prepara la cena, y se termina como una familia.

Esto es, por supuesto, solo un ejemplo. Su ritmo debe ser el que mejor funcione para su familia. La clave es hacerlo mucho más flexible y desatarlo de horas muy específicas del día. Simplemente divida su día en bloques, solo unos pocos. Inténtelo y ajústelo según sea necesario. Cuanto más simple, mejor. Si sus tensos hombros se relajaron un poco considerando esto, está en camino a días mejores.

Ve más despacio

Otro error común que cometen los educadores en casa es evaluar constantemente. Los exámenes pueden hacerte sentir que estás logrando algo, pero el aprendizaje no es como una fórmula que puedes introducir en una hoja de cálculo y esperar que produzca resultados consistentes a lo largo del tiempo. Es una forma de arte que fluye y refluye. Es desordenado, impredecible y lleno de maravillas.

Si se concentra solo en evaluar en lugar de explorar el mundo a través de los ojos de sus hijos, está perdiendo el punto.

Así que deje de medir el éxito por el número de exámenes que hace, y quizás empiece a sentirlo, por ejemplo, por el número de abrazos que has dado o por el momento mágico de la semana en el que su hijo le regaló los detalles de cómo un tiburón atrapa a su presa después de leerlo en un libro.

Cambie el rol de su maestro por el de un estudiante

Puede que esté intentando imitar el papel de un maestro de escuela en su casa. Pero es un padre, ante todo. Eso significa que ama, aprecia y entiende a su hijo más de lo que cualquier maestro podría hacerlo. Segundo, es su compañero de estudios.

Un padre que educa en casa no tiene que pretender ser la autoridad en cada materia que enseña. Es mucho más auténtico y maravilloso profundizar en la materia junto a sus hijos con asombro y curiosidad. Hombro con hombro, puede trabajar en ese problema de matemáticas o ensayo, o seguir ese sendero del bosque, buscando los artículos de su búsqueda del tesoro.

Claro, a veces necesitará de experiencia. Pero, sobre todo, verá que está aprendiendo junto a sus hijos, probablemente por primera vez, si es un producto del sistema escolar público; y verá cómo se despliega la magia del verdadero aprendizaje.

Mientras aprende, asegúrese de incluir buenos libros sobre educación y educación en el hogar en tu pila de lectura a medida que avanzas. Hay una cantidad infinita de conocimiento, perspicacia e inspiración de aquellos que lo hicieron antes que usted. Empápese de todo y aplique gradualmente lo que habla a sus buenos sentidos.

Cuídese

Su estado de ánimo, su felicidad, sus niveles de energía y su perspectiva tendrán un gran impacto en su entorno escolar. Asegúrese de cuidarse.

El ejercicio, la buena nutrición, los descansos regulares y el tiempo que pasas haciendo lo que amas como individuo son cruciales para el éxito a largo plazo de su educación en casa. Si un espacio desordenado le molesta, asegúrese de tener tiempo para ordenar. Si el tiempo a solas lo renueva, asegúrese de que sea parte de su vida cotidiana. Haga lo que sea necesario para asegurarse de que puede mostrar todo su potencial y dar lo mejor de sí.

Si se siente que ha tenido un comienzo difícil en su educación en casa y está considerando tirar la toalla, le animo a que le dé un poco más de tiempo. Pruebe algunos de estos consejos y vea si puede idear un nuevo estilo de vida que haga que esta experiencia gratificante funcione para su familia.

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Vivió 15 años con dolor y ahora viaja compartiendo el hallazgo que le cambió la vida