Cuando los probióticos pueden hacernos daño

Por Michelle Standlee
26 de septiembre de 2023 6:44 PM Actualizado: 26 de septiembre de 2023 6:44 PM

El intestino es una bulliciosa metrópolis en la que billones de bacterias mantienen el cuerpo en funcionamiento. Pero cuando irrumpe un villano —en forma de probióticos— esta comunidad intestinal antes armoniosa puede entrar en una espiral de confusión.

El cerebro se nubla, el estómago duele y corremos al baño mientras los probióticos causan estragos.

Aunque a menudo se les aclama como héroes de la salud intestinal, nuevas investigaciones revelan que los probióticos también tienen un lado oscuro, demostrando que incluso las bacterias beneficiosas pueden volverse problemáticas cuando se consumen en exceso.

Cómo los probióticos pueden provocar gases, hinchazón y confusión cerebral

Los probióticos, a menudo considerados un remedio para la salud intestinal, pueden perjudicar irónicamente diversos aspectos del bienestar digestivo.

El sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado (SIBO) se produce cuando un exceso de bacterias invade el intestino delgado, que suele contener menos bacterias que el intestino grueso. Este ejército bacteriano no invitado puede causar gases, hinchazón y molestias abdominales.

Cuando alguien tiene un crecimiento excesivo de bacterias en el intestino delgado, suele tratarse de una cepa de la bacteria Lactobacillus, según explicó la doctora Amy Myers, médico especialista en medicina funcional y autora del bestseller «The Autoimmune Solution», en una entrevista realizada en 2020 con Josh Axe, doctor en medicina natural, quiropráctico y nutricionista clínico. El Lactobacillus se ha estudiado ampliamente por sus beneficios para la salud, razón por la que suele incluirse en muchos suplementos probióticos, añadió.

Sin embargo, algunas personas ya tienen un exceso de Lactobacillus en el intestino delgado debido a problemas de motilidad, autoinmunidad o enfermedad tiroidea. Añadir más probióticos Lactobacillus puede empeorar su hinchazón y otros síntomas. Estos probióticos también tienden a aumentar la histamina, exacerbando el SIBO.

Un estudio de 2018 reveló una relación entre los probióticos y la niebla cerebral, los gases y la hinchazón. Más de dos tercios de 30 pacientes con niebla cerebral tenían acidosis D-láctica, una acumulación de ácido láctico procedente de los probióticos, y más SIBO que los que no tenían niebla cerebral. La interrupción de los probióticos Lactobacillus resolvió sus síntomas.

El Dr. William Davis, cardiólogo, investigador del microbioma y autor del bestseller «Wheat Belly», sugirió que el SIBO se produce cuando hay un crecimiento excesivo de microbios fecales, como E. coli, en el intestino delgado. Suele ser inofensivo en el intestino grueso. Pero cuando se ingieren bacterias fecales —como cuando un trabajador de un restaurante no se lava las manos antes de preparar la comida— y viajan al estómago y al intestino delgado, pueden causar diarrea, cólicos y, finalmente, SIBO.

Añadir probióticos a un intestino con exceso de bacterias puede llevar la salud intestinal al límite.

«Si tienes SIBO y tomas un probiótico comercial, ¿qué probabilidades hay de que mejores?», preguntó el Dr. Davis. «No es probable». Mezcla lotes de su yogur casero para favorecer la salud gastrointestinal.

Un estudio de 2018 publicado en la revista American Journal of Gastroenterology reveló una conexión entre los pacientes con síntomas de SIBO que habían consumido probióticos recientemente y las pruebas positivas de gas metano. Los investigadores examinaron a 101 sujetos que habían consumido probióticos durante al menos un mes. Las pruebas de aliento positivas de los sujetos sugerían que los probióticos podrían promover el crecimiento excesivo de bacterias productoras de metano, contribuyendo potencialmente al mal aliento.

Un estudio de 2018 de Digestive Diseases and Sciences descubrió que el uso de probióticos puede aumentar el SIBO. Los investigadores administraron a 19 sujetos probióticos Align que contenían Bifidobacterium infantis durante dos semanas. Los niveles de gas metano en el aliento eran significativamente mayores con los probióticos, lo que indicaba pruebas positivas de SIBO.

El Dr. Myers afirmó que los probióticos con especies de Bifidobacterium y Lactobacillus pueden empeorar el SIBO, por lo que aconseja evitarlos a ciertas personas.

Métodos alternativos para un intestino sano

La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA, por sus siglas en inglés) puede regular los probióticos como suplemento dietético, ingrediente alimentario o medicamento, dependiendo de cómo se comercialice el probiótico, según el Centro Nacional de Salud Complementaria e Integrativa. Si un probiótico se vende como medicamento para el tratamiento de una enfermedad, debe cumplir requisitos más estrictos y demostrar su seguridad y eficacia mediante ensayos clínicos. Si se vende como suplemento, como suele ser el caso, no se requiere la aprobación previa de la FDA.

Los probióticos comerciales pueden no resolver el malestar gastrointestinal, y aunque los medicamentos gastrointestinales pueden proporcionar un alivio temporal, a veces pueden añadir efectos secundarios no deseados.

Probióticos formadores de esporas

Nuevas investigaciones destacan los probióticos conocidos como formadores de esporas, como una alternativa prometedora a los probióticos Lactobacillus tradicionales que suelen encontrarse en los estantes de las tiendas. Según el Dr. Myers, estos probióticos basados en esporas son superiores y mejor tolerados por quienes padecen SIBO.

Históricamente, la gente consumía probióticos formadores de esporas naturales comiendo alimentos fermentados y verduras crudas.

Los probióticos formadores de esporas tienen una ventaja única sobre otros tipos de probióticos porque pueden sobrevivir a las duras condiciones del tracto gastrointestinal. Normalmente no requieren refrigeración y pueden ser seguros a temperatura ambiente. La especie de Bacillus formadora de esporas, Bacillus coagulans, proporciona importantes beneficios para la salud, como regular la inmunidad, prevenir el estreñimiento y reducir los niveles de colesterol, según un artículo del Journal of Functional Foods de 2020.

Al comprar probióticos, los consumidores pueden buscar gomitas probióticas estables en estantes, que suelen contener Bacillus coagulans y a veces Bacillus subtilis, otro microbio beneficioso que se encuentra en los alimentos fermentados de soja, según una revisión de 2021 de la revista Annals of Microbiology.

Aliados herbales: Raíz de malvavisco, raíz de regaliz y olmo resbaladizo

Aunque un estudio de 2023 de Microorganismos habla de los beneficios generales para la salud de los probióticos Lactobacillus, también señala las ventajas de las hierbas tradicionales para los problemas estomacales. Hierbas como la raíz de malvavisco, la raíz de regaliz y el olmo resbaladizo tienen propiedades calmantes que pueden ayudar en condiciones como la permeabilidad intestinal, también conocida como intestino permeable. Estas hierbas curativas suelen encontrarse en tés y otros productos a base de hierbas.

También pueden ayudar alimentos calmantes como la leche de coco, la miel, el colágeno y la proteína de suero. Pueden ayudar a sellar las proteínas de unión hermética del intestino que mantienen intactas las células e impiden que las proteínas entren en el torrente sanguíneo. Esto calma la inflamación y mejora los síntomas del SIBO.

Receta de batido curativo intestinal

El Sr. Axe recomienda una receta de batido con ingredientes antiinflamatorios y calmantes intestinales para favorecer la salud gastrointestinal.

Ingredientes

1 ó 2 tazas de leche de coco entera o leche de almendras, 2 tazas de col rizada, 2 tazas de espinacas, ½ aguacate, 2 plátanos congelados (cortados en trozos), 1 cucharadita de jengibre fresco rallado, ½ cucharada de semillas de chía o lino, ½ cucharada de polen de abeja, 1 cucharada de corazones de hemp, 1 cucharada de miel cruda o miel de Manuka, 2 cucharadas de proteína de colágeno o proteína de suero de leche

Instrucciones

Ponga todos los ingredientes en una batidora y bátalos a máxima potencia hasta que estén suaves (de 2 a 3 minutos). Sírvalo con hielo.


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