Análisis de noticias
Mientras las sanciones paralizan la economía rusa, es probable que los funcionarios rusos busquen formas de apoyar su economía. El régimen chino, que se niega a participar en las sanciones occidentales y reitera su amistad «sólida como una roca» con Rusia, puede presentar una vía para que Rusia eluda las medidas punitivas.
¿Cómo han afectado las sanciones a Rusia?
Las sanciones de Occidente han inhibido gravemente la capacidad de Rusia para participar en el sistema financiero mundial. Como resultado, la moneda rusa, el rublo, se ha desplomado y la Bolsa de Moscú permanece cerrada mientras los mercados internalizan las consecuencias de las sanciones.
Solo el 8 de marzo, Fitch rebajó la calificación crediticia de Rusia de «C» o «casi impago», con el pronóstico de que el «impago soberano es ‘inminente'», según un comunicado de prensa de Fitch. El cambio de calificación se produce a raíz de un decreto presidencial ruso que puede obligar a redenominar en rublos los pagos que actualmente están denominados en moneda extranjera. Dado que las sanciones han empujado a Rusia hacia la autosuficiencia financiera, no está claro cómo afectará un impago ruso a su economía.
¿Cómo podría ayudar China?
La exclusión de los bancos rusos de SWIFT deja a los bancos rusos fuera del sistema de mensajería utilizado para coordinar los pagos mundiales. Aunque esto limita gravemente la capacidad de Rusia para realizar transacciones, en realidad no impide a los bancos rusos participar en ellas.
En lugar de utilizar SWIFT, los bancos rusos podrían refugiarse en la plataforma de pagos de China, el Sistema de Pagos Interbancarios Transfronterizos (CIPS). El CIPS es el intento de China de competir con el SWIFT, dominado por Estados Unidos, y se utiliza desde 2015.
Sin embargo, el uso de CIPS solo proporcionaría un alivio limitado a los bancos rusos que buscan realizar transacciones globales. El CIPS solo tiene 1280 miembros, mientras que SWIFT tiene más de 11,000.
La falta de voluntad de China para participar en las sanciones también significa que Rusia podría acceder a sus reservas extranjeras estimadas en 77,000 millones de dólares denominadas en yuanes chinos. Esto puede ser fundamental si Rusia incumple su deuda y no puede financiarse externamente.
China también podría proporcionar directamente liquidez a Rusia. China y Rusia tienen una línea de swap que se acordó en 2014 tras la invasión rusa de Crimea. Este acuerdo, en principio, permite a Rusia cambiar yuanes por rublos. Esto podría facilitar potencialmente cualquier flujo comercial entre los países.
Pero, de nuevo, esta opción, si se utiliza, solo sería un pequeño respiro. El yuan chino solo representa una pequeña fracción de los pagos mundiales, mientras que monedas como el dólar y el euro se utilizan con mucha más frecuencia. Incluso el comercio entre China y Rusia podría no utilizar sus monedas locales. En 2020, solo el 17.5% del comercio entre ambos países se denominó en yuanes chinos. Esto subraya la importancia del acceso a los mercados financieros occidentales.
En general, la capacidad de China para aliviar la serie de sanciones occidentales parece limitada. Lo que significa que es probable que las sanciones occidentales sigan teniendo fuertes efectos en la economía rusa.
«No sé qué medidas precisas van a tomar para mitigar el efecto de las sanciones, pero no van a deshacerlas», dijo a Associated Press Ori Lev, que fue jefe de aplicación de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Tesoro durante la Administración Obama.
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