El CEO de Pfizer dijo el domingo que será necesaria una cuarta dosis de la vacuna contra COVID-19, alegando que seguirá reduciendo las hospitalizaciones.
«Está claro que no estamos donde a todos nos gustaría estar, que es [donde] COVID está detrás de nosotros», dijo Albert Bourla, el director ejecutivo a CBS News. «Creo que en este momento tenemos herramientas muy importantes en nuestras manos para que podamos ir gradualmente, creo, de regreso a nuestra vida normal. Pero debemos entender que el COVID no desaparecerá en los próximos años».
Al decir que los estadounidenses tendrían que descubrir «cómo vivir» con el virus, Bourla luego afirmó que era probable que las personas tuvieran que recibir refuerzos anuales contra COVID-19.
«Sabemos que la duración de la protección [de la vacuna] no dura mucho tiempo», dijo Bourla. «Si te enfermas, puedes volver a enfermarte el año que viene (…) Ahora mismo, por lo que hemos visto, es necesario un cuarto refuerzo en este momento».
“No es tan buena contra las infecciones, pero no dura mucho. Pero solo estamos enviando esos datos a la FDA y luego veremos qué dirán los expertos fuera de Pfizer”, agregó Bourla.
El director ejecutivo no proporcionó datos ni evidencia para esta afirmación, y tampoco mencionó la inmunidad natural causada por una infección previa por COVID-19. En la entrevista, Bourla tampoco se refirió a los mandatos de vacunación contra el COVID-19 ni a los sistemas de pasaporte necesarios para ingresar a restaurantes, gimnasios, teatros y otros locales en algunos lugares.
La afirmación de Bourla se produce cuando las muertes y los casos de COVID-19, la enfermedad causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), han descendido en Estados Unidos y el resto del mundo en las últimas semanas. Desde fines de enero, algunos municipios y estados dirigidos por los demócratas comenzaron a revertir las controvertidas restricciones del uso de mascarillas contra COVID-19 y las normas de los pasaportes de vacunas.
Pfizer experimentó un aumento significativo de sus ganancias por la vacuna contra COVID-19 hasta alcanzar los USD 37,000 millones en el último año, y sus ingresos globales se duplicarán hasta alcanzar los USD 81,000 millones en 2021. La empresa dijo en febrero que espera ganar USD 97,000 millones en 2022.
Con el informe de ganancias, la empresa farmacéutica fue acusada de lucrar con la pandemia por Global Justice Now, una organización de justicia social con sede en el Reino Unido.
«El desarrollo de vacunas de ARNm debería haber revolucionado la respuesta mundial a la COVID”, dijo el grupo en febrero. «Pero hemos dejado que Pfizer prive de esta innovación médica esencial a gran parte del mundo, todo ello mientras estafa a los sistemas de salud pública con un margen de beneficio exorbitante».
Un portavoz de Pfizer dijo a los medios de comunicación que la empresa estaba «firmemente comprometida con el acceso equitativo y asequible» a la vacuna contra COVID-19 y agregó: “No es tan simple como compartir la ‘receta’. La fabricación de la vacuna contra Covid de Pfizer y BioNTech implica el uso de más de 280 materiales. Ya existe una enorme colaboración».
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