Potenciar la memoria podría ser tan sencillo como coger algunas frutas cotidianas en el supermercado.
Una nueva investigación revela que las frutas que encontramos habitualmente tienen un potencial extraordinario para mejorar la función cognitiva y revertir el deterioro de la memoria al combatir la inflamación.
¿Por qué estudiar la inflamación?
La inflamación desempeña un papel importante como causa de problemas cognitivos y de memoria en enfermedades como el Alzheimer, la demencia vascular, el Parkinson, las lesiones cerebrales, los accidentes cerebrovasculares y la malaria cerebral.
El estudio global publicado en Brain Disorders examinó cómo las plantas medicinales pueden ayudar a reducir esta inflamación y mejorar la memoria. La investigación identificó 251 plantas con capacidades potenciadoras de la memoria.
Sorprendentemente, algunas de las mejores medicinas para la memoria no eran oscuros especímenes forestales, sino frutos domésticos disponibles en todo el mundo. Los investigadores analizaron 90 encuestas realizadas en 47 países y descubrieron efectos antiinflamatorios en 227 de las plantas.
Además, 123 de estas especies vegetales eran capaces de combatir la neuroinflamación, lo que subraya su potencial para tratar la salud cognitiva y revertir el deterioro de la memoria y las alteraciones cognitivas.
El estudio destaca el coco, la uva, el mango y la nuez como cuatro potentes alimentos cerebrales con propiedades terapéuticas.
El aceite de coco mejora los síntomas del Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia progresiva y afecta de forma desproporcionada a las mujeres en poblaciones de edad avanzada.
En un estudio piloto español, los pacientes de Alzheimer que consumieron durante tres semanas una dieta mediterránea enriquecida con aceite de coco mostraron una mejora de la función cognitiva, incluida la orientación temporal y la memoria semántica. Las mejoras fueron más notables en las mujeres con Alzheimer de leve a moderado, pero también se observaron cambios positivos en los hombres y en los enfermos graves.
Según algunas investigaciones, el aluminio procedente de desodorantes, utensilios de cocina y aditivos alimentarios puede aumentar el riesgo de Alzheimer. Un estudio egipcio descubrió que el aceite de coco mejoraba enormemente la señalización química cerebral, la memoria y la inmunidad en ratas, al tiempo que protegía contra los déficits cognitivos inducidos por el aluminio. En otras palabras, el aceite de coco mostró potencial como fortalecedor cognitivo.
La neuroinflamación está relacionada con la muerte neuronal y la neurodegeneración a largo plazo. Un estudio malayo demostró que el aceite de coco tiene efectos antineuroinflamatorios y potenciadores de la memoria en ratas. La conclusión fue que el aceite de coco virgen puede proteger el cerebro reduciendo la inflamación y mejorando las vías cerebrales, incluidas las relacionadas con la memoria.
Las uvas prometen mejorar la memoria y la cognición
Las uvas son ricas en quercetina, un flavonoide natural conocido por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. Los flavonoides de las uvas pueden beneficiar la salud cognitiva y mental, según una investigación publicada en Nutrition Reviews en 2022.
Puede ralentizar la progresión del Parkinson
La quercetina, presente en las uvas y otros alimentos, podría ayudar en la enfermedad de Parkinson al contrarrestar los efectos de la alfa-sinucleína, una proteína asociada a esta dolencia. Este posible efecto neuroprotector podría ayudar a aliviar los síntomas y ralentizar la progresión de la enfermedad.
Las enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson están asociadas a la inflamación crónica. La quercetina puede ayudar a reducir la inflamación en el cerebro, ralentizando potencialmente la progresión de la enfermedad.
Puede ayudar con el Alzheimer
Las uvas pueden tener un impacto positivo en la enfermedad de Alzheimer. La investigación indicó una conexión entre la presencia del virus del herpes y el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. Las uvas demostraron tener propiedades antiherpéticas en el estudio Brain Disorders, lo que podría ser beneficioso para tratar este aspecto de la enfermedad de Alzheimer.
En la actualidad, los tratamientos aprobados para el Alzheimer tienen un impacto limitado en los pacientes. Los compuestos a base de uva resultan prometedores para combatir factores del Alzheimer como las placas amiloides, el estrés oxidativo, la inflamación y la disfunción sináptica, fomentando la capacidad de recuperación del cerebro.
Mejora la memoria de trabajo
Los suplementos de uva también pueden mejorar la memoria de trabajo.
Un estudio realizado en Irán examinó los efectos de los suplementos de uva en la memoria de trabajo observando a 53 estudiantes universitarios. Se les asignó aleatoriamente a dos grupos. El primer grupo consumió diariamente durante cuatro semanas una medicina tradicional elaborada con uvas pasas. El segundo grupo no recibió ninguna intervención.
Después de cuatro semanas, el grupo de la uva mostró una mejora significativa de la memoria de trabajo, una mayor precisión y tiempos de reacción más rápidos en tareas cognitivas en comparación con el grupo de control.
El mango puede mejorar la memoria
La neurogénesis, o creación de nuevas neuronas, se produce a lo largo de la vida en regiones cerebrales como el hipocampo, que es crucial para la formación y recuperación de la memoria.
Las mitocondrias, también llamadas las «centrales eléctricas de la célula«, proporcionan energía para el crecimiento neuronal, pero pueden verse alteradas en enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y el Parkinson, que también perjudican la neurogénesis debido a la neuroinflamación.
Los mangos son ricos en polifenoles antiinflamatorios y neuroprotectores que pueden reducir la disfunción mitocondrial y la neuroinflamación, previniendo potencialmente el deterioro de la memoria y mejorando la función cognitiva.
El deterioro de la memoria se utiliza habitualmente para identificar enfermedades como la demencia. Ningún tratamiento actual alivia por completo el deterioro, pero el mango puede ofrecer posibilidades.
El polifenol mangiferina del mango tiene efectos antioxidantes, antiinflamatorios y otros efectos sobre la salud. La mangiferina mejoró la memoria y la cognición en modelos animales, lo que sugiere su potencial para tratar el deterioro. Las investigaciones recientes tienden a utilizar la mangiferina para tratar sintomáticamente los déficits de memoria.
La nuez reduce el riesgo de trastornos cerebrales
Las investigaciones sugieren que las nueces pueden reducir el riesgo o la progresión del deterioro cognitivo leve y de trastornos cerebrales como el Parkinson. El estrés oxidativo y la neuroinflamación contribuyen al deterioro cognitivo y a estos trastornos. Las propiedades antioxidantes y antiinflamatorias de las nueces pueden influir positivamente en la memoria y el aprendizaje. Ensayos en humanos relacionan el consumo de nueces con una mejora de la cognición y la memoria en adultos.
El flavonoide miricetina de las nueces tiene efectos antioxidantes, antimicrobianos y neuroprotectores, y resulta prometedor para el Alzheimer y el Parkinson.
Las nueces son una valiosa fuente vegetal de ácidos grasos poliinsaturados omega-3, lo que las hace prometedoras para la salud cognitiva. Los ácidos grasos omega-3 son esenciales para la cognición porque tienen efectos antiinflamatorios en el cerebro, mejoran la fluidez de la membrana neuronal, fomentan la neuroplasticidad y la neurogénesis y aumentan el flujo sanguíneo cerebral, todo lo cual favorece una función cerebral óptima.
En un estudio cruzado del 2011, el consumo diario de 60 gramos de nueces durante ocho semanas mejoró significativamente las habilidades de pensamiento lógico de los estudiantes universitarios.
En un estudio cruzado doble ciego, los adultos jóvenes que comieron 50 gramos de nueces con el desayuno tuvieron tiempos de reacción más rápidos en las pruebas cognitivas que los que no lo hicieron. Según los autores, una sola comida rica en nueces puede beneficiar la función cognitiva de los jóvenes.
Mejora la cognición sin efectos secundarios
Estas cuatro frutas son toxicológicamente seguras. Como alternativas prometedoras a los fármacos convencionales, se están explorando como pistas y desarrollo de nuevos medicamentos. Sin embargo, es posible que sea necesario investigar más a fondo las posibles toxicidades a dosis terapéuticas.
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