Si usted es mamá, especialmente si tiene niños pequeños en casa, debe estar muy solicitada. Aunque probablemente no cambiaría eso por nada del mundo, seguro le vendría bien un descanso. ¿Verdad?
Hasta que pueda experimentar esa escapada de fin de semana soñada con servicio a la habitación y mucho tiempo a solas —sé que no soy la única madre que ha soñado con esto— se sorprenderá de lo eficaces que pueden ser las pequeñas pausas a lo largo del día para ayudarle a mantener su energía, estabilizar su estado de ánimo y llevarla hasta la hora de acostarse.
Aquí tenemos cuatro formas de tomarse un tiempo libre como mamá.
Ritual matutino
Lo primero que hay que hacer en la mañana, antes que los niños se despierten, es lo más importante. Si puede levantarse lo suficientemente temprano para saborear la tranquilidad de la mañana, una taza de café caliente y tiempo para pensar, el resto del día parecerá más fácil de manejar.
Puede ser tentador a esta hora del día ponerse a lavar la ropa o a realizar otras tareas domésticas. También puede ser igual de fácil perderse en el teléfono, desplazándose por los preciosos minutos que tiene para usted.
En lugar de eso, cree un ritual matutino que la haga feliz, que disfrute y que le haga querer levantarse aún más temprano. Tal vez quiera leer algo que le inspire, escribir en su diario, sentarse al aire libre para disfrutar de los paisajes y los sonidos de la naturaleza, o cualquier cosa que le aporte alegría y optimismo a primera hora del día. Incluso un búho nocturno puede ajustar su horario para no perderse lo que puede ser una parte maravillosa y regeneradora de cada día.
La regla de la siesta
Seguro que ha escuchado el consejo de “dormir la siesta cuando ellos duerman”. Pues bien, eso puede ser o no lo mejor cuando sus hijos pequeños se acuesten a tomar la siesta. Sin embargo, puede ser útil establecer reglas para usted mismo durante la hora de la siesta.
Si realmente le viene bien una siesta breve a mitad del día, por supuesto, tómela. Sin embargo, puede que un café por la tarde en el porche le resulte más renovador o que tachar algunas cosas de su lista de tareas pendientes le haga sentirse más ligera y realizada.
Piense qué podría servirle mejor durante la hora de la siesta y conviértalo en una regla el cuidarse a sí misma durante ese tiempo.
Válvula de alivio de la presión
A veces, las exigencias de ser mamá pueden parecer demasiado abrumadoras. Si se siente frustrada, resentida o enfadada durante el día, tenga un plan para darse un verdadero descanso. Asegúrese de que los niños estén en un espacio seguro —quizás un asiento hinchable o un corralito para los más pequeños, o una habitación en la que estén seguros para los mayores— y permítase alejarse durante unos minutos. Puede darles un juguete o una actividad para que se entretengan.
Sea que se dirija a su habitación o al baño, o que salga de su puerta para tomar un respiro, tómese el tiempo necesario para calmarse, ser amable consigo misma y restablecerse. Recuérdese a sí misma el importante trabajo que está haciendo y lo afortunada que es por tener a su familia y estas responsabilidades. Cuando regrese, tenga en cuenta sus necesidades nutricionales. ¿Comió hoy? ¿Necesita agua? Cuídese. Si sus hijos están contentos donde están, permítales simplemente estar ahí mientras usted se da un respiro.
Regla de la hora de acostarse
Después que los niños se acuesten, simplemente estará agotada. Puede parecer que la única energía que le queda es tumbarse en el sofá y dejarse llevar por la televisión.
Sin embargo, este momento presenta otra oportunidad para cuidarse. Antes de caer rendida, tómese unos minutos para pensar en lo que mejor le vendría mañana. ¿La cocina está limpia? ¿La colada está bien parada? ¿Necesita preparar algo para usted o para los niños mañana? ¿Ayudaría echar un vistazo al calendario y anotar cualquier cita en el horizonte?
Tómese también el tiempo necesario para cuidarse físicamente. Cualquier rutina de autocuidado nocturno que le sirva de apoyo debe llevarse a cabo antes de acostarse por la noche. Cuídese a sí misma como ha cuidado a su familia durante todo el día.
La maternidad es un reto y una recompensa a la vez. Es aún más difícil cuando las madres se olvidan de cuidar a la que está haciendo todo el trabajo de mamá. Estas inversiones de tiempo no son egoístas, sino que benefician a toda la familia. Siempre que lo necesite, tómese un tiempo libre como madre.
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