China afirma tener las mayores reservas de grano del mundo, equivalentes a cerca del 45 por ciento de su consumo anual, pero el principal científico agrícola del país dice que la cifra es una «falsedad».
La seguridad alimentaria ha sido la piedra angular de la estabilidad socioeconómica de China, ya que el país alberga el 19 por ciento de la población mundial, pero solo posee el siete por ciento de las tierras cultivables del mundo. El tamaño y la calidad de las reservas de cereales son tan sensibles para el Partido Comunista Chino (PCCh) que el primer ministro, Li Keqiang, exigió que la Oficina Estatal de Alimentos y Reservas establezca un «sistema de revisión confidencial» dotado de personal cuya principal cualificación es la «calidad política».
La oficina de granos informó el 7 de marzo que hay un total de 5388 empresas estatales de procesamiento de emergencia y 4264 se han puesto en marcha.
Nunca se han publicado datos oficiales sobre las reservas de grano, pero un experto predijo que para fines de 2015, las reservas totales de grano alcanzarían los 300 millones de toneladas, según el medio de comunicación chino Caixin.
El ministerio de Agricultura dijo que el país consumió alrededor de 650 millones de toneladas de grano en 2014, lo que significa que la relación entre el inventario y el consumo es de alrededor del 45 por ciento, en comparación con la línea de seguridad del 17 al 18 por ciento establecida por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Pero con los centros de procesamiento pagando alrededor de 75 yuanes (unos 11 dólares) por tonelada de grano almacenado, el agrónomo Yuan Longping, apodado el «padre del arroz híbrido», sostuvo que el hecho de que se le pague por el volumen ha causado que «se reporten cifras falsas de existencias para obtener subsidios».
China necesita reservas más altas que las normas de la FAO. Un análisis de 2019 publicado en la revista del MDPI de China titulado «Impacto del clima en la seguridad alimentaria en el continente», estimó que las catástrofes naturales de los últimos 40 años habían reducido la producción anual de alimentos en al menos un 15 por ciento. Pero el estudio también advirtió que las catástrofes naturales, incluidos los períodos de inundaciones muy grandes de los últimos doscientos años, provocaron una pérdida de cosechas de más del 70 por ciento.
La temporada anual de lluvias e inundaciones del monzón en China tiende a alcanzar su punto máximo durante los meses de julio y agosto, pero el año en curso tuvo 31 días consecutivos de lluvia hasta el 2 de julio. Más de 433 ríos se desbordaron en la peor inundación que el país ha visto desde 1940. La presa de las Tres Gargantas, la mayor represa hidroeléctrica del mundo con una capacidad de embalse de 5 billones de galones, se vio obligada a abrir todas sus compuertas y a enviar 28 acres-pies de agua por segundo que se precipitaron río abajo.
Alrededor de 45.2 millones de chinos ya se han visto afectados por las inundaciones que asolaron 27 provincias a lo largo de los ríos Yangtsé, Huai y Amarillo. La Administración Meteorológica de China emitió una advertencia de «Inundación Nivel 1«, ya que el sur de China fue golpeado por una lluvia récord de 16,8 pulgadas que cayó en un período de 30 horas a partir del 4 de julio. Se pronosticaron lluvias torrenciales hasta fines de julio, y agosto suele ser el mes más lluvioso.
Teniendo en cuenta un alza de precio del maíz un 27 por ciento, hasta un máximo en cinco años de 2306 yuanes (329 dólares) por tonelada métrica, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos informó que China el 10 de julio compró 1365 millones de toneladas de maíz estadounidense seguido el 14 de julio por una compra récord de 1762 millones de toneladas métricas de maíz.
Reuters informó el 21 de julio que la Oficina Estatal de Alimentos y Reservas está vendiendo 10 millones de toneladas de arroz al precio de gran descuento de unos 1000 yuanes por tonelada. Los comerciantes de productos básicos contactados para este artículos indicaron que las ventas con descuento en volúmenes tan masivos de la reserva nacional pueden ser un esfuerzo para hacer bajar los precios del mercado de futuros.
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