Cumbre Biden-Putin presiona a China, opinan expertos

Por Eva Fu
19 de junio de 2021 5:17 PM Actualizado: 19 de junio de 2021 8:09 PM

Independientemente de las señales que emitió la cumbre entre Estados Unidos y Rusia, el Partido Comunista de Beijing no se lo está tomando con frialdad, dicen los analistas.

La primera reunión en persona del presidente Joe Biden y el mandatario ruso, Vladimir Putin, tuvo lugar en un momento en el que Washington está cada vez más preocupado por los desafíos de China, desde la tecnología hasta la agresión militar y los derechos humanos.

China dominó los titulares de la semana pasada durante las conversaciones de Estados Unidos con el Grupo de los Siete (G-7), los líderes de la OTAN y la Unión Europea. Neutralizar a Rusia para centrarse en la confrontación con China era un objetivo claro y hubieron signos de progreso, dijo Wu Chia-lung, un macroeconomista con sede en Taiwán.

El 16 de junio, tras una reunión con Putin, Biden dijo a los periodistas que Rusia «está siendo exprimida por China».

«Usted tiene una frontera de varios miles de kilómetros con China», dijo Biden sobre Rusia, en una rueda de prensa el mismo día. «China está avanzando (…) buscando ser la economía más poderosa del mundo y el mayor y más poderoso ejército del mundo». A su vez Biden dijo que «la economía de Rusia está batallando».

El presidente estadounidense Joe Biden (izquierda) y el presidente ruso Vladimir Putin se reúnen durante la cumbre entre Estados Unidos y Rusia en Villa La Grange el 16 de junio de 2021 en Ginebra, Suiza. (Peter Klaunzer – Pool/Keystone vía Getty Images)

Aunque no se trata de un «momento kumbayá», Biden afirmó que le dijo a Putin que «está claro que a nadie le interesa —ni a su país ni al mío— que nos encontremos en una situación en la que estemos en una nueva Guerra Fría». «Y yo creo sinceramente que él piensa que (…) él entiende eso», añadió.

El hecho de que la reunión haya tenido lugar a pesar de una relación bilateral inestable es una señal positiva, dijo Wu a The Epoch Times.

«¿No sabría Putin de qué se trataba la reunión? Por supuesto que sí. Pero, ¿por qué vino?», preguntó retóricamente.

Hace semanas, Beijing había enviado a Moscú al diplomático de alto rango Yang Jiechi, pero Putin solo habló con él por teléfono.

Los detalles sutiles tienen importancia en cuestiones políticas. Este trato aparentemente diferenciado sugiere que los dos países llegaron a algunas áreas de acuerdo, dijo. Un segundo detalle digno de mención, dijo Wu, fue que Putin fue puntual por una vez, una sorpresa dado el historial del líder ruso de llegar tarde a las reuniones. Putin hizo esperar a la alemana Angela Merkel durante más de cuatro horas en 2014.

«Al reunirse con Biden, Putin estaba enviando una señal para que el mundo lo viera y estaba decidido a enviar esta señal», dijo.

La respuesta china

Durante la celebración de la cumbre de Ginebra, la parte china pareció redoblar sus esfuerzos para reafirmar los lazos amistosos con Rusia.

Justo un día antes de la reunión, un representante chino se reunió con el embajador de Rusia en China y ellos «acordaron mantenerse en estrecho contacto».

Global Times, un periódico nacionalista controlado por Beijing, indicó el 18 de junio que Biden estaba «humillando a Rusia».

«Se espera que Biden y su administración no esperen demasiado de ese hecho y de la estúpida idea de dinamitar las relaciones entre China y Rusia», dijo la editorial. Esta afirmaba que la asociación China-Rusia «había pasado por pruebas y se había convertido en un recurso estratégico común insustituible».

En una conferencia de prensa celebrada el miércoles, el portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores chino, Zhao Lijian, se jactó igualmente de que el «cielo es el límite» para la cooperación sin límites entre China y Rusia, añadiendo, sin especificar ningún nombre directamente, que cualquier tentativa de «aquellos que tratan por todos los medios abrir una brecha» esta fracasaría.

Guerra narrativa

La respuesta china a la reunión de Ginebra, en opinión de Wu, parece apagada, lo que contrasta con su enfado por las reprimendas colectivas del G7.

Parece hacerse eco de los recientes llamados del líder chino, Xi Jinping, para que los funcionarios «presten atención a la estrategia y al arte de la guerra narrativa» en un escenario global, señaló Wu.

«Ser demasiado asertivo y dejar escapar un torrente de abusos solo demostraría a los países occidentales que están haciendo lo correcto», dijo a continuación.

Pero para Chen Liang-chih, investigador del Instituto de Investigación sobre Defensa y Seguridad Nacional de Taipei, estos tonos suaves no fueron una sorpresa.

Aunque la reunión fue un «paso positivo», todavía es «demasiado pronto para concluir» si, y en qué medida, puede ayudar a aliviar las tensiones existentes, dijo a The Epoch Times.

«Putin es astuto. Está claro que las relaciones entre Estados Unidos y Rusia seguirán decayendo si se niega a reunirse», dijo. Sin embargo, en varios temas candentes, Putin también se cuidó de dejar vagas sus opiniones.

En una inusual entrevista con la NBC días antes, se negó a opinar sobre el trato a los uigures y un posible conflicto militar por Taiwán. «El modo subjuntivo es inapropiado en la política», dijo Putin sobre esto último.

Sin embargo, con Washington movilizando apoyo global para contrarrestar a China, el régimen de Beijing está sin duda sintiendo más presión.

La confrontación, en el futuro panorama geopolítico mundial, no es «entre Estados Unidos y China, sino entre la democracia y el autoritarismo», dijo Chen.

«Cuantas más voces internacionales, peor para Beijing».

Con información de Luo Ya.

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