En esta serie, «Botiquín de primeros auxilios herbal«, examinamos alternativas naturales a los botiquines modernos, que suelen consistir en medicamentos elaborados con productos químicos sintéticos. Si busca soluciones naturales para afecciones agudas, estas hierbas son seguras, eficaces y fáciles de conseguir.
Qué es un botiquín herbal:
En lugar de utilizar productos químicos artificiales para tratar lesiones o afecciones agudas, un botiquín herbal utiliza hierbas y especias, es decir, la medicina de Dios.
Qué buscar en un botiquín herbal:
Aunque hay numerosas hierbas entre las que elegir, un botiquín de primeros auxilios herbal debe contener remedios con las siguientes cualidades:
– 100 por ciento naturales
– Eficaces para tratar la mayoría de las afecciones agudas, como cortes, rasguños, moretones, quemaduras, astillas, picaduras de abeja, fiebre y dolor
– Fáciles de transportar y administrar
– Larga duración
– Riesgo insignificante de sobredosis o efectos secundarios negativos
En esta serie, comparto el contenido de mi botiquín de primeros auxilios a base de hierbas junto con la forma de preparar y utilizar fácilmente estos remedios naturales.
Botiquín Herbal Remedio No. 1:
Cúrcuma
El remedio número uno de mi botiquín es la cúrcuma. No salgo de casa sin ella.
La cúrcuma es una especia que procede del rizoma de la planta Curcuma longa, una planta perenne de la familia del jengibre. El principio activo más conocido de la cúrcuma es la curcumina, que le da un color amarillento. La curcumina es un potente antiinflamatorio, antioxidante, antiviral, antibacteriano y antifúngico.
La cúrcuma se ha utilizado con seguridad como alimento y medicina durante más de 5000 años.
Al igual que nuestros antepasados, cuando tengo dolor de cabeza, hinchazón, dolor o fiebre, en lugar de recurrir al ibuprofeno o al paracetamol (Tylenol®), recurro a la cúrcuma.
Aunque comúnmente se cree que los medicamentos fabricados por el hombre son «más eficaces» que la medicina de Dios, la investigación científica sugiere lo contrario. Por ejemplo, un estudio publicado en 2009, concluyó que los extractos de cúrcuma «parecen ser igualmente eficaces y seguros que el ibuprofeno para el tratamiento de la OA [osteoartritis] de rodilla».
Este hallazgo se confirmó en 2014, cuando un segundo estudio concluyó que la cúrcuma es «tan eficaz como el ibuprofeno» para el tratamiento del dolor de rodilla y la rigidez articular. Es importante destacar que la suplementación con cúrcuma produjo significativamente menos efectos secundarios, incluyendo menos dolor/malestar abdominal, en comparación con el ibuprofeno.
Además, el ibuprofeno puede contener varios «ingredientes inactivos» que elijo no consumir, como almidón de maíz, dióxido de titanio, óxido de hierro amarillo, óxido de hierro rojo, polisorbato 80, polietilenglicol e incluso «tinta blanca«.
Puede evitar esas sustancias químicas artificiales y aun así experimentar alivio de los dolores de cabeza, el dolor, la hinchazón y la fiebre preparando o comprando remedios de cúrcuma que contengan ingredientes enteros.
Cuándo utilizar la cúrcuma:
Se ha demostrado mediante estudios científicos que la cúrcuma es útil para las siguientes afecciones agudas:
– Cicatrización más rápida de heridas cutáneas, como pequeños cortes, rasguños y hematomas
– Mejora de la digestión y alivio de los gases
– Recuperación más rápida de la tos o el dolor de garganta
– Recuperación más rápida del daño muscular inducido por el ejercicio
Diferentes formas para elegir:
Aunque el consumo directo de raíz de cúrcuma cruda es un remedio eficaz, la raíz es perecedera, lo que la hace poco práctica para un botiquín de primeros auxilios. Del mismo modo, el té de cúrcuma es un remedio eficaz; sin embargo, requiere agua caliente y tiempo de infusión, lo que no es ideal cuando se necesita un remedio rápido.
Las mejores opciones para un botiquín de primeros auxilios son la tintura de cúrcuma, la cataplasma y las cápsulas (secas, en polvo). Yo tengo a mano las tres formas.
Para irritaciones de la piel, prefiero una cataplasma de cúrcuma. Para casi todas las demás afecciones, prefiero una tintura de cúrcuma en mi botiquín. Es potente, fácil de hacer, se dispensa sin preparación y es más fácil de administrar a mis hijos, que no se sienten cómodos tragando cápsulas. En caso de que se me acabe la tintura, las cápsulas de cúrcuma son mi reserva.
Estos remedios se pueden preparar en la cocina o comprar ya preparados. A continuación están mis recetas favoritas junto con las opciones ya elaboradas de tintura, cataplasma y cápsulas de cúrcuma, junto con las dosis comunes.
Unas palabras sobre la calidad de la cúrcuma:
No toda la cúrcuma es igual. Algunas marcas de cúrcuma seca supuestamente contienen niveles elevados de metales pesados. Del mismo modo, algunas marcas de cápsulas de cúrcuma supuestamente contienen niveles elevados de bacterias y plomo.
Por eso, siempre que puedo, cultivo raíces de cúrcuma orgánica y preparo mis propios remedios. A la hora de comprar, prefiero los productos que han sido analizados en busca de metales pesados, glifosato y microbios y que no han sido irradiados.
Tintura de cúrcuma
Las tinturas solían intimidarme. Tenía miedo de que, si las hacía mal, les saliera moho o el remedio fuera demasiado potente y mi familia enfermara. En consecuencia, cuando empecé a consumir tintura de cúrcuma, la compraba a una empresa en la que confiaba. Unos meses más tarde, quise pedir más, pero la empresa se había quedado sin existencias, así que empecé a hacerla yo misma. Nunca he vuelto a encargarla porque hacer esta tintura es tan rentable y tan sencillo que hasta mis hijos pueden hacerla fácilmente sin mi ayuda.
Mi receta de tintura de cúrcuma:
Produce 24 onzas (unos 700 ml)
Ingredientes:
1 taza de raíz de cúrcuma fresca orgánica, rallada
2 tazas de vodka Ocean (80 grados)
1 cucharadita de pimienta negra orgánica recién molida
Provisiones:
Tarro de cristal de boca ancha de 24 onzas (para remojar)
12 botellas de vidrio marrón o azul de 2 onzas con cuentagotas para reducir la exposición a la luz (para almacenar la tintura)
Instrucciones:
1. Lave y seque bien el frasco y los frascos de vidrio.
2. Lave suavemente la raíz de cúrcuma con agua filtrada y rállela con un rallador de queso o un procesador de alimentos. Colóquela en el tarro.
3. Añada pimienta molida al tarro.
4. Añada alcohol al tarro. Cierre bien el frasco. Agite suavemente.
5. Dejar reposar durante 6 semanas al abrigo de la luz y el calor; un armario fresco funciona bien. Agitar con cuidado cada día.
6. Después de 6 semanas, usar una estameña o una bolsa para hacer leche vegetal para filtrar la mezcla en un cuenco. Exprima los sólidos para liberar todo el líquido.
7. Almacenar el líquido en botellas de vidrio de 2 onzas.
8. Usar según sea necesario con un cuentagotas.
Dosificación:
Utilizar según sea necesario. La dosis común es de 15 gotas, pero la dosis varía según el individuo. Colocar debajo de la lengua durante un minuto antes de tragar.
Cataplasma de cúrcuma
La cataplasma de cúrcuma puede aplicarse directamente sobre la piel para irritaciones, como una picadura o escozor, o para aliviar el dolor, la inflamación y la hinchazón. Es eficaz, pero puede manchar temporalmente la piel, así como cualquier superficie con la que entre en contacto.
Mi receta de cataplasma de cúrcuma:
Para preparar una cataplasma con raíz de cúrcuma fresca: Si dispone de raíz de cúrcuma fresca, mastique la raíz hasta que se forme una papilla en la boca y, a continuación, aplíquela sobre la zona afectada y cúbrala con una venda. Repita la aplicación según sea necesario.
Para hacer una cataplasma con polvo de raíz de cúrcuma: Puede preparar polvo de raíz de cúrcuma, pero yo lo compro a una empresa de confianza. Disuelva el polvo en agua tibia hasta obtener una consistencia espesa de yogur griego. Aplíquelo en la zona afectada y luego cúbralo con una venda. Vuelva a aplicar según sea necesario.
Cápsulas de cúrcuma
Aunque prefiero la tintura, también incluyo cápsulas de cúrcuma en mi botiquín de primeros auxilios. Me sirven de reserva en caso de que se me acabe la tintura y son más fáciles de llevar encima. Por lo tanto, llevo las cápsulas cuando me desplazo, como cuando hago senderismo o ciclismo.
Puede preparar cápsulas de cúrcuma (receta a continuación), pero la opción más sencilla es comprarlas. Empecé a consumir cápsulas de cúrcuma comprándolas a una empresa en la que confío. Con el tiempo, a medida que crecía mi confianza en mí misma, me aventuré y empecé a hacer las mías propias. Una vez más, me sorprendió gratamente que hacerlo yo misma fuera tan fácil, rentable y empoderante.
Tanto si compro cápsulas de cúrcuma como si las hago yo, me aseguro de que incluyan pimienta negra, que se ha demostrado que aumenta la absorción y la biodisponibilidad de la curcumina.
Mi receta de cápsulas de cúrcuma:
Ingredientes:
2/3 taza de polvo de raíz de cúrcuma orgánica
2 cucharaditas de pimienta negra orgánica recién molida
Cápsulas veganas tamaño “00”
Materiales:
Guantes
Plato de cristal
Cuchara
Instrucciones:
1. Póngase guantes para no mancharse los dedos.
2. En un plato de cristal, mezcle la cúrcuma en polvo y la pimienta negra hasta que estén bien combinadas.
3. Abra una cápsula. Con el segmento más grande de la cápsula, introdúzcala hacia abajo en la mezcla de cúrcuma para llenarla de polvo. Repita esta operación hasta que el polvo se compacte, es decir, cuando ya no pueda introducirse más polvo en la cápsula.
3. Deslice el segmento más corto hasta que quede bien sujeto.
4. Guardar en un tarro de cristal protegido del calor y de la luz solar.
Dosificación:
Utilícelo según sea necesario. La dosis común es de 1-2 cápsulas, pero la dosis varía según el individuo. Según la Organización Mundial de la Salud, la ingesta diaria aceptable de curcuminoides como aditivo alimentario es de hasta 3 mg/kg, lo que equivale aproximadamente a 1.36 miligramos de cúrcuma por libra de peso corporal. Si es posible, consuma la cúrcuma con lípidos.
Contraindicaciones:
La cúrcuma es un anticoagulante natural, por lo tanto; no consuma cúrcuma si sufre una herida que implique pérdida de sangre. Consulte con un médico antes de consumir cúrcuma si está tomando un anticoagulante o un medicamento inmunosupresor, padece una enfermedad de la vesícula biliar, diabetes, deficiencia de hierro, trastornos de la coagulación sanguínea, enfermedad por reflujo gastroesofágico, endometriosis, recibe quimioterapia o está embarazada o en período de lactancia.
A continuación: El plantago mayor crece en toda Norteamérica y a menudo se considera una «mala hierba», aunque es un remedio herbal esencial.
Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no reflejan necesariamente los puntos de vista de The Epoch Times. Epoch Health invita a la discusión profesional y al debate amistoso.
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