La cadena de farmacias y tiendas CVS acordó pagar 1,5 millones de dólares como parte de una investigación que se inició después que algunos de sus establecimientos no informaran de la pérdida o robo de sustancias prohibidas, informó hoy la fiscalía para el distrito este de Nueva York.
Según un comunicado, algunas de las farmacias de CVS en los condados de Nassau y Suffolk, en Long Island, en el estado de Nueva York, violaron la Ley Federal de Sustancias Controladas (CSA).
Los establecimientos no reportaron el robo o pérdida de sustancias controladas, entre ellas la hidrocodona, un medicamento opioide considerado uno de los que más comúnmente se desvían.
«La falta de notificación inmediata de la pérdida o robo de medicamentos recetados, como lo requiere la ley, contribuye a la epidemia de opiáceos, que ha causado un daño devastador a las personas y a nuestra comunidad», señaló el fiscal federal para el distrito este de Nueva York, Richard P. Donoghue, en el comunicado.
Por su parte, James J. Hunt, agente especial a cargo por parte de la Agencia Antidrogas estadounidense (DEA) en Nueva York, advirtió que para este año se estima que «más de dos millones de estadounidenses sufrirán adicción a opiáceos».
«Este acuerdo es significativo porque muestra que las grandes cadenas de farmacias, como CVS, se están responsabilizando por violar la ley federal, lo cual es un paso en la dirección correcta para frenar la epidemia de opiáceos», agregó.
CVS, con sede en Woonsocket (Rhode Island), opera, directamente o a través de subsidiarias y afiliadas farmacias minoristas en el estado de Nueva York, en las que se distribuyen medicamentos recetados, incluidas sustancias controladas, según la información.
La fiscalía mencionó además cifras de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU., según las cuales un promedio de 46 estadounidenses fallecieron a diario en 2016 por una sobredosis de opiáceos recetados.
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