«Quiero que mi madre y mi padre me quieran, y quiero que se quieran» — Jocie de 7 años.
Esa frase introduce a los visitantes en el sitio web de la organización Them Before Us (Ellos Antes que Nosotros/ TBU, por sus siglas en inglés).
«La declaración de Jocie ilustra el anhelo humano universal de ser reconocido y amado por las dos personas responsables de la propia existencia», se lee en el sitio web. «Esos anhelos deberían informar sobre cómo hablamos del matrimonio y la familia, porque los niños son los que más se arriesgan en estas conversaciones».
Sin embargo, la voz de Jocie, y las de millones de personas como ella, rara vez se escuchan.
Como señaló Them Before Us: «Rara vez oirás el punto de vista de Jocie en los debates sobre el matrimonio o la familia. Los adultos dominan estas conversaciones porque tienen todo el poder».
Desde hace décadas, los niños son las víctimas casi invisibles de la revolución sexual. El divorcio sin culpa, los hogares sin padre, las consideraciones sobre la adopción, las tecnologías reproductivas, la convivencia, etc., han respondido a los deseos de los adultos, pero han dejado a los niños, con sus deseos y necesidades, fuera de la conversación. ¿Cuál es la consecuencia? Estos vientos de cambio cultural han perjudicado a un número incalculable de niños inocentes.
La epidemia de huérfanos de padre en Estados Unidos es solo un ejemplo de lo que les ocurre a los niños cuando se rompen los lazos familiares naturales. Este desglose estadístico fue recopilado por La Fundación Generación Sin Padre y se cita en Them Before Us:
– El 90 por ciento de los jóvenes sin hogar y que huyeron son huérfanos de padre y corren el riesgo de ser víctimas del tráfico sexual.
– Entre el 70 y el 85 por ciento de los reclusos crecieron sin padre.
– El 63 por ciento de los adolescentes que se suicidan tienen padres ausentes.
– El 71 por ciento de las adolescentes embarazadas proceden de hogares sin padre.
– El 71 por ciento de los que abandonan la escuela secundaria proceden de hogares sin padre.
Recopilando y dando a conocer estos datos; recogiendo y compartiendo las historias de niños, muchos de ellos ya adultos, que sufrieron las consecuencias de decisiones que escapaban a su control; y llevando su defensa de los derechos de los niños al gobierno y al sistema legal, Them Before Us pretende dar voz a estos niños entre los adultos, despertarnos a sus luchas y gritos de ayuda, y hacer que todos seamos más conscientes de sus derechos y necesidades.
La vida proporcionó las herramientas
«Puedo mirar ami vida ahora mismo y ver cómo mi trabajo en la agencia de adopción y en la pastoral juvenil, la situación de mi madre y el divorcio de mis padres se conjugaron para bien», afirma Katy Faust, fundadora y directora de Them Before Us.
Faust creció en Portland, Oregón, donde fue a la escuela pública. Tenía 10 años cuando sus padres se divorciaron. Su padre se volvió a casar más tarde, mientras que su madre ha mantenido una relación duradera con una mujer. En entrevistas y videos en línea, Faust explica que, a pesar del dolor de aquel divorcio, tuvo la suerte de que tanto su madre como su padre siguieran activos e influyentes en su vida.
Tras graduarse en la universidad, donde estudió chino, Faust trabajó durante cuatro años en una gran agencia china de adopción.
«Nuestro mantra era: ‘No estamos aquí para encontrar un niño para cada adulto. Estamos aquí para encontrar una familia para cada niño'», dice sobre la agencia.
Durante los últimos 20 años, Faust también ha trabajado en la pastoral juvenil.
«Sigo trabajando en la pastoral juvenil de nuestra iglesia. Me encanta, y es muy importante ofrecer formación a los jóvenes. Culturalmente, es una guerra, y me mata que las iglesias no se tomen más en serio la educación de los adolescentes», afirma.
Si combinamos todas estas experiencias con una mujer fuerte y decidida a defender los derechos de los niños en ámbitos tan controvertidos y dominados por los adultos, como el divorcio, el matrimonio homosexual, vivir con un novio y las madres de alquiler, el resultado es Them Before Us (TBU).
La misión
En el sitio web de TBU figura la declaración de su visión: «Them Before Us se esfuerza por poner a los niños antes que a los adultos en todas las conversaciones sobre matrimonio y familia. Buscamos dar prioridad a los derechos de los niños en la cultura y en los tribunales, en lo personal y en lo público».
Junto a ella figura esta declaración de misión «Them Before Us es un movimiento global que defiende el derecho de los niños a su madre y a su padre».
En la introducción de su libro de 2022, «Ellos Antes que Nosotros: Por qué Necesitamos un Movimiento Mundial por los Derechos de la Infancia», del que es coautora con su amiga y editora general de TBU, Stacy Manning, Faust enumera los temas que se abordan en él, que son idénticos a los asuntos de los que TBU se ocupa cada día. Estos puntos centrales incluyen la importancia de las familias formadas por madres, padres e hijos; los derechos de todos los niños a ser amados y criados por sus padres biológicos; y lo que ocurre cuando se abandona el «hogar de madre-padre casados» y «el divorcio, los padres del mismo sexo, la donación de óvulos/esperma y la maternidad subrogada, y la adopción afectan a los niños».
En el sitio web y en el libro hay estudios sobre los efectos de estas circunstancias en los niños —datos que son importantes— pero son las dolorosas historias compartidas por adultos sobre su infancia las que conmueven el corazón.
Voces en primera persona
Del libro proceden estos pensamientos de una joven concebida a través de un donante anónimo: «Para mi madre, todo el sentido de mi existencia es ser su hija, siento que en realidad no me ve como una persona, sino más bien como un proyecto que siente que está completamente bajo su control. Sinceramente, ¿por qué no iba a hacerlo? Literalmente me escogió de un catálogo. Se aseguró de que nunca tuviera la opción de conocer a mi padre biológico. … Me odio por lo mucho que lamento haber sido concebida así».
En el sitio web, en «Historias», leemos el extenso relato de Hannah T. sobre el divorcio de sus padres, el giro de su madre hacia el lesbianismo y años de batallas judiciales matrimoniales.
Aunque Hannah escapó de su desconcertante y a menudo dura infancia para convertirse en una persona económicamente segura con una familia y un marido cariñoso, a sus cuatro hermanos no les fue tan bien. Dos de sus hermanos son alcohólicos, el tercero se jugó sus ahorros y posiblemente participó en la trata de seres humanos, y su única hermana murió a los 30 años de una sobredosis de fentanilo.
«Mis padres siempre estuvieron muy implicados en sus relaciones sentimentales personales, pero no tanto con nosotros», escribió Hannah T.
Estas son las voces de los silenciados o ignorados por nuestros medios de comunicación y nuestra cultura, acusaciones de lo que ocurre cuando los padres y la sociedad dejan a los niños fuera de la ecuación de la familia y la paternidad.
La piedra angular de la realidad
Aunque cree firmemente que el matrimonio de madre y padre es el medio ideal para criar a los hijos, Faust también es pragmática. Cada niño es más importante que una ideología. El personal y los voluntarios de TBU han ofrecido consejo y ayuda en numerosas situaciones personales y legales, trabajando con personas reales que se enfrentaban a todo tipo de dilemas.
Cuando hablé con Faust por teléfono, iba en coche con su hijo de 15 años. Durante nuestra conversación, se burló de su hijo un par de veces. Más tarde, cuando se detuvieron y cambiaron de sitio, ella le daba instrucciones mientras hablábamos: «Gira alrededor de este camión», «Mantente en el carril rápido solo si vas a más de 70», lo que me hizo sonreír. Pensé que era una madre con los pies en la tierra, que equilibraba sus obligaciones como tantas otras que conozco, con un corazón para los niños.
Y si nos detenemos a considerar el asunto, al luchar por los derechos de los niños, Faust, su personal y los voluntarios de Them Before Us también están luchando por el matrimonio tradicional y, en última instancia, por la piedra angular de nuestra civilización: la familia.
Los lectores que deseen colaborar con Them Before Us, recibir su boletín, hacer donaciones o compartir sus propias historias, pueden encontrar la información de contacto del grupo en su sitio web.
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