La batalla contra la obesidad en Estados Unidos se hace cuesta arriba, ya que los nuevos datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) revelan un preocupante aumento de las tasas de obesidad en todo el país.
Los datos, basados en el Sistema de Vigilancia de Factores de Riesgo Comportamentales de los CDC, realizado mediante encuestas telefónicas, apuntan a un aumento significativo de la prevalencia de la obesidad en todo el país, lo que ofrece un panorama sombrío de la salud del país.
La prevalencia de la obesidad se refiere a la «proporción de adultos con un índice de masa corporal (IMC) igual o superior a 30».
En 2022, 22 estados registraron tasas de prevalencia de la obesidad superiores al 35%, lo que supone un fuerte aumento con respecto a los 17 estados registrados el año anterior.
La Dra. Karen Hacker, directora del Centro Nacional de Prevención de Enfermedades Crónicas y Promoción de la Salud de los CDC, arrojó luz sobre la compleja naturaleza de la obesidad y los desafíos a los que se enfrentan los funcionarios de salud al lidiar con este problema generalizado.
«Nuestros mapas actualizados envían un mensaje claro de que el apoyo adicional para la prevención y el tratamiento de la obesidad es una prioridad urgente», dijo la Dra. Hacker en una declaración.
«La obesidad es una enfermedad causada por muchos factores, incluidos los patrones de alimentación, los niveles de actividad física, las rutinas de sueño, la genética y ciertos medicamentos», continuó la especialista. «Esto significa que no existe un enfoque único que sirva para todos».
Ella añadió que se necesitan estrategias clave para abordar los determinantes sociales subyacentes de la salud, como el acceso a la atención médica, alimentos saludables y asequibles y lugares seguros para la actividad física.
Las disparidades regionales en la prevalencia de la obesidad también son motivo de preocupación. El Medio Oeste lideró el grupo con la tasa de obesidad más alta con un 35.8 por ciento, seguido de cerca por el Sur con un 35.6 por ciento.
En contraste, el noreste y el oeste reportaron tasas ligeramente más bajas: 30.5 por ciento y 29.5 por ciento, respectivamente. El Distrito de Columbia mostró mejores cifras, con un porcentaje de prevalencia de obesidad inferior al 25 por ciento en 2022.
Tres estados, Luisiana, Oklahoma y Virginia Occidental, encabezaron la lista con porcentajes de prevalencia de obesidad superiores al 40 por ciento.
Una inmersión más profunda en los datos de los CDC revela disparidades significativas en la prevalencia de la obesidad por educación y edad.
Las tasas de obesidad disminuyeron a medida que aumentó el nivel de educación. Los datos mostraron que los adultos sin un diploma de escuela secundaria o equivalente tenían la mayor prevalencia de obesidad con un 37.6 por ciento, seguidos por los adultos con algo de educación universitaria (35.9 por ciento), graduados de escuela secundaria (35.7 por ciento) y luego graduados universitarios (27.2 por ciento).
Además, los datos de los CDC muestran que la edad juega un papel crucial en la prevalencia de la obesidad.
Los adultos jóvenes de entre 18 y 24 años tenían la mitad de probabilidades de padecer obesidad que los adultos de mediana edad de entre 45 y 54 años. Los adultos de 18 a 24 años tuvieron la prevalencia más baja de obesidad con un 20.5 por ciento, en comparación con los adultos de 45 a 54 años, que tuvieron la prevalencia más alta con un 39.9 por ciento.
Los datos sobre diferentes grupos raciales y étnicos muestran algunas diferencias claras en la cantidad de personas que tienen obesidad.
En 38 estados, se encontró que más del 35 por ciento de los adultos negros tenían obesidad, y surgió un patrón similar para los adultos indios americanos en 33 estados y los adultos hispanos en 32 estados. Sin embargo, ningún estado informó tasas de obesidad superiores al 35 por ciento entre los adultos asiáticos, y solo 14 estados alcanzaron este umbral para los adultos blancos.
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