China y Arabia Saudí redujeron drásticamente sus carteras de deuda pública estadounidense en junio, según nuevos datos del Departamento del Tesoro.
Beijing se deshizo de más de 11,000 millones de dólares en valores del Tesoro, hasta 835,400 millones de dólares, lo que supone un descenso del 1.3% intermensual y del 11% interanual. Se trata del total más bajo desde mediados de 2009.
Riad redujo sus carteras de deuda estadounidense en más de 3000 millones de dólares, hasta 108,100 millones de dólares, casi un 3% menos que en mayo y más de un 9% menos que hace un año por las mismas fechas. Desde principios de 2020, los saudíes han recortado sus reservas del Tesoro en más de un 41 por ciento.
Otros países destacados que redujeron sus tenencias del Tesoro fueron India (3000 millones de dólares), Brasil (3000 millones de dólares) y Emiratos Árabes Unidos (4000 millones de dólares).
Pero no todos fueron vendedores en junio.
Japón adquirió casi 10,000 millones de dólares en deuda estadounidense, aunque sus reservas han bajado un 10.3% interanual, hasta 1105 billones de dólares. La lista de países que aumentaron sus reservas del Tesoro incluye a Canadá (5000 millones de dólares), Reino Unido (12,000 millones de dólares), Francia (7000 millones de dólares) e Israel (7000 millones de dólares). Ucrania se hizo con más de 2000 millones de dólares, elevando sus compras interanuales en casi un 166%, hasta 21,800 millones de dólares.
Debido a sus importantes niveles de liquidez, los bonos del Tesoro se consideran uno de los activos más seguros de los mercados financieros mundiales. A pesar de la rebaja crediticia de Fitch Ratings a principios de este mes en torno al «deterioro fiscal», los funcionarios del gobierno estadounidense y los analistas del mercado coinciden en que la demanda sigue siendo fuerte.
En total, las carteras extranjeras de deuda pública estadounidense se situaron en junio en 7563 billones de dólares, un 0.5% más que el mes anterior. También aumentaron un 2 por ciento respecto a junio de 2022.
Aunque los expertos coinciden en que es poco probable que ocurra pronto, si más países se deshacen de sus tenencias de títulos del Tesoro, podría producirse una menor demanda de deuda estadounidense y unas tasas de interés más altos. Esto haría más costoso para el gobierno federal pedir dinero prestado para pagar sus facturas y disminuiría el valor del dólar.
En lo que va de año fiscal, el gobierno estadounidense ha gastado aproximadamente 700,000 millones de dólares en pagos de intereses, con lo que Washington está a punto de cruzar por primera vez la marca del billón de dólares.
Cambios geopolíticos y asignación de activos
Los economistas han dado varias razones por las que China, Arabia Saudí y otros gobiernos están reduciendo su exposición a los bonos del Tesoro estadounidense.
Desde que la Reserva Federal inició su ciclo de endurecimiento cuantitativo en marzo de 2022, las tasas de interés han subido a sus niveles más altos en más de dos décadas. Las actas del Comité Federal de Mercado Abierto de julio sugieren que los funcionarios están abiertos a más subidas de tasas en medio de «importantes riesgos al alza para la inflación». Si las tasas siguen subiendo, los precios de los bonos bajarán. En consecuencia, los inversores podrían querer reducir sus tenencias antes de que los precios tiendan a la baja.
Además del efecto del banco central en el mercado de bonos, el actual ciclo de endurecimiento ha fortalecido el dólar estadounidense, permitiéndole cotizar por encima de los niveles anteriores a la pandemia. Esto también ha pesado efectivamente sobre otras monedas y ha depreciado su poder adquisitivo, sobre todo para los países que son importadores netos.
Otra afirmación es que los países están diversificando sus activos en un momento en que el gobierno estadounidense está experimentando problemas fiscales, y las naciones están emprendiendo campañas de desdolarización.
Los datos del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la Composición Monetaria de las Reservas Oficiales de Divisas del primer trimestre muestran que más gobiernos están añadiendo yuanes chinos, yenes japoneses, dólares australianos, dólares canadienses y francos suizos a sus reservas de divisas. El dólar estadounidense sigue aventajando a las demás monedas por amplios márgenes, pero otros activos están mermando gradualmente la hegemonía del dólar.
Los bancos centrales también han aumentado sus reservas de oro. Según los datos recopilados por el World Gold Council, la demanda de oro de los bancos centrales en el primer semestre de 2023 fue la más alta jamás registrada. Además, el grupo del sector descubrió que casi una cuarta parte de los bancos centrales tienen previsto aumentar sus reservas de oro en los próximos 12 meses.
Las reservas totales de Arabia Saudí fueron de 478,230 millones de dólares el año pasado, por debajo del máximo de 2014 de 744,440 millones de dólares, según el FMI. Las reservas chinas fueron de 3.31 billones de dólares en 2022, ligeramente por debajo del máximo de 3.9 billones alcanzado en 2014.
Las autoridades saudíes han intentado destinar una mayor parte de los ingresos del país procedentes del crudo al Fondo Nacional de Desarrollo y al Fondo de Inversión Pública. El primero se ha destinado a invertir en las infraestructuras de la nación. El segundo es el fondo soberano que ha ampliado sus participaciones en el fabricante de automóviles eléctricos Lucid, Electronic Arts, Uber, Take-Two Interactive Software y Live Nation.
Para Riad, la disminución de sus participaciones en el Tesoro es otro indicador de su alejamiento de Estados Unidos y su acercamiento a Asia. El reino saudí ha estado reforzando su cooperación económica, energética y de seguridad con China, una evolución que, según los expertos, amenaza los intereses estadounidenses.
En los últimos 18 meses, los dirigentes saudíes han expresado su voluntad de comerciar en divisas distintas del dólar estadounidense. Esto ha animado a los Estados del Golfo y a otros mercados importantes a unirse a la cruzada antidólar y a mejorar el comercio regional.
A principios de esta semana, India adquirió 1 millón de barriles de crudo a Emiratos Árabes Unidos utilizando por primera vez rupias en lugar de dólares. Se trataba aparentemente de la primera transacción de un acuerdo a largo plazo, ya que las dos potentes economías planean liquidar más intercambios comerciales en sus monedas locales para eliminar las conversiones de dólares, reducir los costes de transacción y establecer un enlace de pago en tiempo real para las transacciones monetarias transfronterizas.
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