Las inversiones de China y otros estados hostiles representan un riesgo para la seguridad nacional de Gran Bretaña y deberían ser prohibidas en la cadena de suministro de defensa del Reino Unido, dijo el domingo un comité parlamentario británico.
El Comité Selecto de Defensa, de carácter multipartidista, advirtió que la cadena de suministro de defensa de Gran Bretaña ha estado «abierta a una participación extranjera potencialmente hostil» como resultado de la gestión del Ministerio de Defensa «de país agnóstico» respecto a las inversiones internas.
El comité recomendó que el Ministerio de Defensa publique una lista de países aprobados de parte de los que se debería continuar la inversión. Este dijo que “todos los países que quedan fuera de esta lista deberían tener prohibido invertir en la cadena de suministro de defensa del Reino Unido, incluyendo a China y Rusia».
La advertencia fue emitida en un informe publicado el domingo tras una investigación sobre las vulnerabilidades de la cadena de suministro de defensa del Reino Unido durante la pandemia por COVID-19, que fue causada por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), comúnmente conocido como el nuevo coronavirus.
El comité descubrió que la participación extranjera está muy extendida dentro de la cadena de suministro de defensa del Reino Unido como resultado del enfoque del Ministerio de Defensa de fomentar la inversión interna como «uno de sus principales medios para ofrecer una buena relación calidad-precio».
«Si bien la evidencia indica que la mayoría de las inversiones provienen de aliados cercanos y deben ser bien recibidas, hubo una serie de inversiones que fueron preocupantes», dijo el informe (pdf).
“El enfoque de país abierto y agnóstico del Ministerio de Defensa ha implicado que la cadena de suministro de defensa este abierta a la participación extranjera potencialmente hostil, con informes de empresas que pertenecen a gobiernos extranjeros cuyos valores y comportamientos están en desacuerdo con los nuestros y que están influenciados por ellos y son conocidos por participar en el robo de propiedad intelectual».
El comité expresó su preocupación de que la participación de empresas vinculadas a estados como China «podría resultar en equipos y alta tecnología británicos con tecnología militar extranjera».
El informe enumera nueve empresas que operan en la industria de defensa del Reino Unido que fueron adquiridas por empresas chinas en los últimos años.
Una de las empresas, eXception PCB, produjo componentes de plástico utilizados en placas de circuito para el avión de combate F-35.
En otro caso, la tecnología de semiconductores británica puede haber terminado en un cañón de riel naval chino después de la adquisición de Dynex Semiconductor por la empresa ferroviaria china CRRC Zhouzhou en 2008, según el informe.
El comité de parlamentarios instó al Ministerio de Defensa a «evaluar urgentemente las implicaciones de la propiedad china de las empresas enumeradas en este informe».
Los legisladores expresaron también su preocupación por la compra por parte del Ministerio de Defensa de equipos chinos de segunda mano.
El gobierno británico compró recientemente dos aviones chinos 737 de segunda mano para convertirlos en aviones E-7 Wedgetail para suministrar la capacidad de control y alerta temprana aerotransportada del Reino Unido, según el informe.
El comité dijo que esto es «profundamente preocupante» y que «la compra de equipos de China para uso de las Fuerzas Armadas no debe ser considerada una opción viable por el Ministerio de Defensa».
El informe citó a los analistas que decían que el equipo podría tener problemas de seguridad, ya que «pueden haber sido viciados o saboteados activamente antes de la transferencia».
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