Como la mayoría de la gente últimamente, he enviando muchos mensajes de texto a amigos y familiares. La COVID-19 (y la separación física que requiere) ha limitado la socialización en persona, lo que significa que he tenido que trabajar más que nunca para mantener mis relaciones fuertes y saludables.
Pero un nuevo estudio sugiere que, si ese es mi objetivo, los mensajes de texto pueden no ser suficientes. Para estar cerca en un momento en que todos necesitamos compañía y apoyo, sería mejor tomar el teléfono o hacer una videollamada, hacer algo donde podamos escuchar la voz de la otra persona.
En el estudio, los participantes imaginaron tener una conversación con un amigo con el que no habían estado en contacto durante al menos dos años. Predijeron lo incómodo o agradable que sería y lo cerca que se sentirían si se conectaran por teléfono en vez de por correo electrónico. También dijeron qué medio preferían usar.
Luego los participantes fueron asignados al azar para conectarse con su viejo amigo por teléfono o correo electrónico y para informar sobre la experiencia. Aunque la mayoría de las personas anticiparon que hablar por teléfono les resultaría más incómodo, los que hablaron por teléfono estaban más contentos con el intercambio, se sentían más cerca de la otra persona y no se sentían más incómodos que los que se habían comunicado por correo electrónico, incluso si habían dicho que preferían enviar un correo electrónico, no llamar.
«Creemos que va a ser incómodo hablar con alguien, pero resulta que no es así», dijo el autor principal Amit Kumar. En cambio, «la gente forma vínculos significativamente más fuertes cuando habla por teléfono que cuando se comunica por correo electrónico».
Este hallazgo también se aplicó a las personas que conversan con alguien que no conocen en absoluto, según otra parte del estudio.
A los participantes les dijeron que usarían el chat de mensaje de voz, el chat de vídeo o el chat de mensaje texto para conocer a un extraño.
Como en el experimento anterior, se les pidió que predijeran cómo sería la experiencia y cuán cerca podrían llegar a estar de la persona.
Luego se les asignó una persona desconocida para que hicieran un ejercicio de «amistad acelerada», formulando y respondiendo una serie de preguntas cada vez más personales, como, «¿Cuál sería su día perfecto?”. y «¿Cuál sería el momento más embarazoso de su vida?”.
En general, los asignados al chat de voz o al videochat esperaban que las conversaciones fueran más incómodas y no aportarían más cercanía que las asignadas al chat de mensaje de texto. Pero estaban equivocados: poder escuchar la voz de la gente les hacía sentir más cerca del extraño y no era más incómodo que el chat de mensaje de texto.
Aunque el videochat puede parecer mejor que el audio solo (porque las personas pueden verse las caras), no parecía importar eso, ya que los dos métodos tenían resultados similares.
El poder de la voz
Estos experimentos sugieren que hay algo en la voz, en particular, que aumenta la intimidad.
«Hay pistas lingüísticas que vienen a través de la voz de alguien que sugieren un sentimiento y una mente pensante», dijo Kumar. «Y como conectarse con alguien significa acercarse un poco más a su mente, la comunicación basada en la voz lo hace más fácil o más probable».
Señala otras investigaciones que también enfatizan la importancia de la voz en nuestra comunicación. Por ejemplo, las personas a las que se les pidió que evaluaran a un posible solicitante de empleo encontraron que el solicitante era más reflexivo, inteligente y competente si lo escuchaban en lugar de leer el discurso de trabajo de la persona. Al igual que en el estudio de Kumar, agregar un video al tono no fue más impactante que escuchar el tono sin él.
En otro estudio, las personas que escuchaban a alguien expresar un punto de vista político con el que no estaban de acuerdo tenían menos probabilidades de dar su opinión que las personas que simplemente leían la transcripción de su argumento. Esto sugiere que hablar con personas de diferentes partidos políticos (en lugar de enviarles mensajes de texto o responderles en Facebook) podría hacer la diferencia.
Una razón de esto es que nuestras voces transmiten una gran cantidad de emociones, lo que nos ayuda a entendernos mejor y a sentirnos más empáticos. De hecho, al menos un estudio encontró que las comunicaciones de voz pueden ser superiores a las que incluyen video, porque ayudan a las personas a leer las emociones de los demás con mayor precisión.
Aunque parezca trivial, la forma en que elegimos comunicarnos es significativa. No debemos dejar que los temores a la incomodidad nos lleven a interacciones menos prometedoras, dijo Kumar.
«A veces las personas pueden ser relativamente insensibles al efecto de sus medios de comunicación en su experiencia», dijo Kumar. «Pero si su objetivo es acercarse a alguien, sería más inteligente prestarle atención a eso».
Los mensajes de texto pueden ser útiles si solo necesitas transmitir un mensaje rápido o fijar un horario para hablar con alguien, dijo, pero si quieres tener conexiones sociales más fuertes — la felicidad y el bienestar que conllevan— llamar puede ser la mejor manera de tender la mano, especialmente durante esta época en la que es más difícil estar cerca de los que nos importan.
«Vivimos en una época en la cual la soledad es una preocupación cada vez mayor, y la gente necesita saber qué hacer al respecto», dijo Kumar. «Cuando se trata de mantener y construir las relaciones sociales que son tan integrales para el bienestar, la gente debería conectarse con los demás usando su voz, hablando en lugar de escribiendo».
Jill Suttie, Doctora en Psicología, es la editora de la reseña de libros de Greater Good y una frecuente colaboradora de la revista. Este artículo fue publicado originalmente por la revista online Greater Good.
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