El pasado fin de semana alrededor de 26 solicitantes de asilo de origen marroquí se dieron a la fuga tras romper al menos dos cristales de las salas de inadmitidos del aeropuerto Adolfo Suárez Barajas de Madrid.
El viernes en la noche se presentó la primera fuga en la sala de inadmitidos al interior de la terminal cuatro. Nueve personas rompieron el cristal de un techo falso que recubre el habitáculo y se fugaron a través de la zona donde trabaja la Cruz Roja.
La segunda fuga se registró la noche del sábado en la Terminal 1. Esta vez 17 personas quebraron y se fugaron a través de una de las ventanas que comunica con la pista del aeropuerto sin llegar a perturbar el tráfico aéreo.
De acuerdo a lo informado por el periódico ABC, la policía solo pudo detener a uno de ellos que resultó lesionado durante el escape.
El Sindicato Unificado de Policía SUP, alertó sobre la situación de la seguridad en Barajas, resaltando el «hacinamiento e insalubridad en la que se encuentran los policías, asilados e inadmitidos».
También denunció intentos de entrada irregular en España por parte de viajeros que «se deshacen de la documentación y acuden al puesto fronterizo a pedir protección internacional o lo que es peor aún, esperan en la zona internacional a que se haga de noche para tratar de superar mediante escalo los elementos físicos contiguos al puesto fronterizo, tratando de esta forma de entrar irregularmente en territorio español».
Más de 60 viajeros han intentado entrar en suelo español de manera irregular, llegando a acceder algunos casos a la pista del aeropuerto, incurriendo de esa manera en posibles peligros, según el SUP.
Por su parte la Confederación Española de Policía (CEP) cuestionó que en tan solo 48 horas 26 magrebíes se fugaron de las instalaciones y pusieron en riesgo la seguridad operacional.
«La facilidad con la que se logró sortear las medidas de seguridad en el primer incidente ya resulta preocupante por sus potenciales efectos sobre la seguridad aérea», declaró la CEP, según lo recogido por Libertad Digital.
«Pero la reiteración en sólo unas horas -la ausencia de los solicitantes de asilo se detectó, en esta segunda ocasión, cuando se accedió a la sala para suministrarles el desayuno- demuestra la deficiente planificación por parte de los dos máximos responsables del puesto fronterizo», continuó el sindicato.
La CEP ha hecho un llamado para que el Jefe Superior de Policía de Madrid sea quien se encargue personalmente del control de la situación.
Según ABC, el colapso de las salas de solicitantes de asilo ya había sido evidenciado hace tres semanas por tres jueces encargados de supervisar los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE).
Los jueces pidieron al Ministerio del Interior que estableciera las medidas necesarias para acabar con el desbordamiento de las salas de inadmitidos.
La Oficina de Asilo y Refugio ha registrado 163.218 solicitudes de protección internacional en 2023, un 37 por ciento más que en el año anterior y la mayor cifra desde la creación de la oficina en 1992.
En el 2023, el Ministerio del Interior ha resuelto un total de 92.963 expedientes de protección internacional, lo que supone un incremento del 1,8% respecto al año anterior, según Europa Press.
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