El control centralizado del exgobernador de Nueva York Andrew Cuomo sobre la respuesta del estado a la pandemia de COVID-19 fue un “error significativo y obvio”, según una auditoría encargada por su sucesor.
Las estructuras existentes fueron “ignoradas en gran medida”, lo que generó “confusión innecesaria en un momento en que los neoyorquinos necesitaban claridad”, concluyó el Grupo Olson, que llevó a cabo la auditoría para la gobernadora de Nueva York Kathy Hochul, en el “Informe posterior a la auditoría COVID-19 del Estado de Nueva York”.
Tanto el señor Cuomo como la señora Hochul son demócratas.
Los funcionarios del estado de Nueva York se prepararon para abordar el COVID-19 a principios de 2020 a medida que crecía el número de casos en China y otros lugares. Sin embargo, la oficina de Cuomo desplazó al Departamento de Salud del Estado de Nueva York y a otras agencias para liderar la respuesta al COVID-19 poco después de que comenzaron a confirmarse casos en el estado.
Según la auditoría, la avalancha de órdenes ejecutivas de Cuomo, incluida una orden que obligaba a usar máscaras en público, se emitió en lugar de seguir los planes vigentes para hacer frente a las pandemias.
Los funcionarios locales dijeron que el enfoque vertical era incorrecto. “¡Los mandatos no se pueden implementar de manera uniforme! Todos los condados tienen diferentes prioridades y circunstancias”, dijo uno de ellos en el informe.
Una orden prohibía a los gobiernos locales emitir órdenes o leyes relacionadas con el COVID-19 sin la aprobación del estado.
Algunos otros funcionarios respaldaron la forma en que la Oficina Ejecutiva dirigió desde el frente. “Creo que las instrucciones de la Oficina del Gobernador fueron bastante buenas”, dijo un funcionario estatal.
En una declaración en respuesta al nuevo informe, un portavoz de Cuomo defendió el enfoque del exgobernador.
“Si bien este informe se abre paso entre la la basura política que ha consumido el tema de los hogares de ancianos y señala cómo las circunstancias fueron consistentes en todo el país, es ridículo sugerir que esta respuesta a la pandemia se trate de la misma manera que los brotes de H1N1 o legionelosis», dijo el portavoz Rich Azzopardi.
“Todos hemos vivido esto y ninguna persona racional puede creer que una respuesta centralizada coordinada sea inferior a que las decisiones las tome un grupo de burócratas sin rostro”, añadió.
La Sra. Hochul, que había sido la lugarteniente del Sr. Cuomo, heredó el puesto tras la renuncia del Sr. Cuomo en agosto de 2021 y fue reelegida al año siguiente.
La auditoría también examinó los hogares de ancianos, donde unas 15,000 personas murieron después de que una orden ejecutiva estatal obligara a los hogares de ancianos a readmitir a personas con COVID-19, siempre que se consideraran médicamente estables, como una forma de ayudar a los hospitales en los que estaban algunos pacientes.
Esa orden y otras políticas relacionadas con los hogares de ancianos fueron “apresuradas y descoordinadas”, pero “en última instancia, proporcionaron una orientación adecuada que era consistente con las mejores prácticas universales en la atención colectiva y reflejaba con precisión la mejor comprensión de la comunidad científica en el momento en que fueron emitidas”. dijo el Grupo Olson.
Los auditores dijeron que el estado de Nueva York adoptó correctamente una “postura proactiva” en muchas medidas de la era de la pandemia, como la vacunación de los ancianos y las pruebas masivas, y que los resultados en los hogares de ancianos “no fueron sustancialmente inconsistentes con el desempeño general en dichas instalaciones en todo el país”.
El informe se publicó después de que Cuomo, en un testimonio ante la Cámara de Representantes de Estados Unidos, culpara de la orden del asilo de ancianos a un empleado desconocido y dijera que emitiría la misma orden sabiendo lo que sabe ahora.
Cuomo dijo que deseaba que la información que se comparta sobre la orden fuera mejor.
Con información de Associated Press
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