El gobernador Gavin Newsom anunció el lunes que el estado de emergencia de COVID-19 de California se levantará el 28 de febrero de 2023.
La fecha se fijó para garantizar que el sistema sanitario pueda estar preparado para un posible aumento de casos con COVID-19 durante las vacaciones de invierno y dar tiempo a los gobiernos estatales y locales a prepararse para la retirada, según la oficina de Newsom.
«A lo largo de la pandemia, nos hemos guiado por la ciencia y los datos, moviéndonos rápida y estratégicamente para salvar vidas», dijo Newsom en una declaración. «El estado de emergencia fue una herramienta eficaz y necesaria que utilizamos para proteger nuestro estado y no habríamos llegado a este punto sin ella. Con la preparación operativa que hemos desarrollado y las medidas que seguiremos empleando en el futuro, California está lista para eliminar esta herramienta».
Mientras tanto, se mantienen las órdenes para los programas estatales de pruebas de detección del virus y vacunación contra COVID-19 en prevención de una posible presión sobre los centros de salud y los trabajadores, según la oficina del gobernador.
La declaración de emergencia se impuso al principio de la pandemia, con el objetivo de priorizar el establecimiento de la atención médica, la obtención de equipos de protección y el establecimiento de centros de pruebas y de vacunación.
Según un informe de la oficina del gobernador, el estado ha administrado alrededor de 81 millones de dosis de vacunas, ha distribuido 1000 millones de unidades de equipos de protección personal, ha procesado 186 millones de pruebas de detección del virus y ha asignado miles de millones de dólares para apoyar a los hospitales, los trabajadores de primera línea, las escuelas y otras organizaciones comunitarias durante la pandemia.
El gobierno estatal también concedió un total de casi 30,000 millones de dólares en estímulos económicos para pagos de mano de obra y alivio para los alquileres y las pequeñas empresas.
Para cuando la Legislatura estatal vuelva a reunirse, Newsom pretende lograr cambios legales que permitan a las enfermeras seguir suministrando la terapia contra COVID-19 y seguir permitiendo a los trabajadores de laboratorio procesar particularmente las pruebas de detección de COVID-19.
«La respuesta de California a la pandemia de COVID-19 nos ha preparado para lo que venga después», dijo el secretario de la Agencia Estatal de Salud y Servicios Humanos, el Dr. Mark Ghaly, en una declaración. «A medida que avanzamos en esta próxima fase, la infraestructura y los procesos en los que hemos invertido y construido nos proporcionarán [con] las herramientas para gestionar cualquier altibajo en el futuro».
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