Un jurado del condado de Sullivan Pensilvania declaró esta semana a Brigitte Meckes culpable de varios cargos, entre ellos homicidio involuntario y agresión con agravantes, tras la muerte de un recién nacido, según un comunicado de la fiscal general de Pensilvania, Michelle Henry.
El caso gira en torno a la participación de Meckes en un parto en casa en enero de 2022, durante el cual actuó como partera sin licencia, según el comunicado.
El 20 de enero de 2022, la Policía Estatal de Pensilvania respondió a la casa de Amy y Drew Hoenigke en el condado de Sullivan tras un informe de la muerte de un bebé, según una declaración en el momento en que Meckes fue acusada.
Tras la investigación, las autoridades determinaron que el recién nacido murió tres días antes, pero los padres tardaron en ponerse en contacto con las autoridades.
Su decisión se debió al miedo a que los servicios de protección de menores se llevaran a su hijo de 2 años.
El recién nacido nació en casa alrededor del 15 de enero de 2022. Meckes, una amiga de la familia, estuvo presente en el parto y actuó como partera. Las autoridades dijeron que tenía experiencia en el campo de la medicina, pero carecía de licencia médica.
Poco después del nacimiento, el bebé mostró graves dificultades.
Los mensajes entre los acusados describían al bebé luchando por respirar y poniéndose azul. En un intento de ayudar al bebé, Amy Hoenigke y Meckes utilizaron un infusor de aceite de menta e intentaron crear un tubo de respiración improvisado con una botella de agua, según la declaración. Sus esfuerzos fracasaron y el recién nacido murió aproximadamente dos días después de nacer.
El testimonio de expertos indicó que los síntomas del recién nacido justificaban una atención médica profesional inmediata, que pudo salvar la vida del niño. El hecho de que los acusados no buscaran dicha atención provocó lo que las autoridades calificaron de sufrimiento innecesario.
Los registros de detención de las tres personas implicadas, incluido Meckes, mostraban que la madre y Meckes hicieron un pacto para no decir la verdad a la policía.
Lo hicieron supuestamente para evitar que descubrieran la existencia de otro hijo pequeño del matrimonio Hoenigke que no querían que fuera descubierto y retirado de su custodia, según los registros de detención.
Tras tres días de juicio, el jurado declaró a Meckes culpable de varios cargos. Entre ellos, cargos de homicidio involuntario, agresión con agravantes y poner en peligro el bienestar de un niño.
Además, fue declarada culpable de delitos menores, como imprudencia temeraria y encubrimiento de la muerte de un niño. Tras el veredicto, el juez que presidía el tribunal revocó la libertad bajo fianza de Meckes. Se espera que sea sentenciada más adelante.
«La muerte de este inocente bebé es una tragedia indescriptible, una tragedia agravada por el hecho de que podría haberse evitado», declaró el fiscal general. «Esta acusada, junto con los padres del niño, sabían que el bebé tenía graves problemas médicos y no hicieron nada por ayudarle. En lugar de eso, dejaron que muriera y sólo se pusieron en contacto con los servicios de emergencia cuando el bebé ya había fallecido».
Los abogados de Meckes no respondieron a la solicitud de comentarios de The Epoch Times antes de su publicación.
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