WASHINGTON— Stewart Rhodes, fundador del grupo miliciano Oath Keepers, fue declarado culpable por un jurado el 29 de noviembre de conspiración sediciosa relacionada con los acontecimientos del 6 de enero de 2021.
Un coacusado, Kelly Meggs, también fue declarado culpable de conspiración sediciosa el martes, mientras que otros tres —Kenneth Harrelson, Jessica Watkins y Thomas Caldwell— fueron absueltos de ese cargo.
Rhodes fue declarado culpable de tres de los cinco cargos de los que fue acusado: conspiración sediciosa, obstrucción de un procedimiento oficial y manipulación de documentos o procedimientos.
Meggs fue declarado culpable de cinco de los seis cargos: conspiración sediciosa, conspiración para obstruir un procedimiento oficial, obstrucción de un procedimiento oficial, conspiración para impedir que un funcionario desempeñe sus funciones y manipulación de documentos.
Los otros tres acusados fueron declarados culpables de múltiples cargos menores.
En los argumentos finales, los abogados de la defensa dijeron que el gobierno no pudo probar que los Oath Keepers planearan atacar el Capitolio o interferir con la certificación de los votos del Colegio Electoral el 6 de enero de 2021.
Un abogado de la defensa indicó que ninguno de los 50 testigos en el juicio de los Oath Keepers declaró haber oído a alguno de los acusados discutir o planear el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021.
Sin embargo, en el alegato final, el fiscal Jeffrey Nestler indicó que, según las instrucciones para el jurado (pdf), el gobierno no tenía que demostrar que los acusados tenían un plan detallado para irrumpir en el Capitolio y reunirse en persona para discutir su supuesto plan. Un acuerdo implícito y un entendimiento mutuo eran suficientes para probar la conspiración de los acusados.
Nestler dijo al jurado que los tres acusados que decidieron subir al estrado para declarar en su defensa (Stewart Rhodes, Thomas Caldwell y Jessica Watkins) supuestamente mintieron.
«Pero es importante preguntarse no solo si mintieron. Hay que preguntarse por qué. Porque la verdad es tan condenatoria», subrayó Nestler.
El gobierno indicó a los 14 miembros del jurado que los acusados borraron pruebas que podrían demostrar aún más su plan de irrumpir en el Capitolio el 6 de enero de 2021.
James Bright, el abogado de Rhodes, preguntó al jurado cómo los Oath Keepers podían conspirar ya en noviembre de 2020 para asaltar el Capitolio el 6 de enero de 2021, si la concentración del 6 de enero no se anunció hasta finales de diciembre de 2020.
Rhodes fundó la organización Oath Keepers en 2009 para ayudar en situaciones de catástrofe natural, dijo Bright, para ofrecerse como voluntarios para proporcionar seguridad a las pequeñas empresas que no podían permitirse los servicios de seguridad de una empresa normal y para ofrecer servicios de seguridad personal para los VIP.
Varios miembros de los Oath Keepers testificaron durante las semanas que duró el juicio, diciendo que la organización les daba un sentido de propósito, ya que la mayoría de los miembros eran veteranos retirados que encontraban sentido en seguir sirviendo al país.
Durante los casi dos meses que duró el juicio, los fiscales estadounidenses presentaron pruebas que demostraban el contacto entre los cinco acusados que estaban siendo juzgados y otras personas que supuestamente conspiraron para asaltar el Capitolio el 6 de enero.
La mayor parte de las pruebas del gobierno procedían de los agentes del FBI asignados a la investigación del asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021. En la sala se mostraron con frecuencia mensajes de texto, vídeos, mensajes de Signal (una aplicación de mensajería encriptada) y grabaciones de audio de Zello (una aplicación de walkie-talkie), entre otras pruebas.
En su alegato final, el abogado defensor Bradford Geyer hizo ver al jurado un vídeo en el que señalaba que provocadores desconocidos irrumpieron primero en las puertas del Capitolio.
«Por favor, envíen a Ken a casa», dijo Geyer al jurado.
Otro abogado defensor, David Fischer, explicó un mensaje no enviado que Thomas Caldwell, un afiliado de Oath Keeper, borró y que contenía un enlace. Eso no debería considerarse una prueba, indicó el abogado, ya que un enlace no es un documento. Ese enlace era un vídeo disponible para todo el mundo, continuó Fischer.
La fiscalía distorsionó los plazos en toda su presentación de cuando los acusados subieron las escaleras y entraron en el edificio, argumentó Jonathan Crisp, el abogado de Jessica Watkins. También dijo que las pruebas del gobierno estaban en su mayoría fuera de contexto y explicó que la formación de pilas era una forma de atravesar la densa multitud y no para atacar el Capitolio.
Solo los acusados Jessica Watkins, Kelly Meggs y Kenneth Harrelson entraron en el Capitolio el 6 de enero de 2021. Rhodes y Caldwell no lo hicieron.
Tras el 6 de enero, el gobierno estadounidense acusó a Stewart Rhodes, Kelly Meggs, Kenneth Harrelson, Jessica Watkins y Thomas Caldwell de conspiración sediciosa, conspiración para obstruir un procedimiento oficial, complicidad, conspiración para impedir que un funcionario desempeñe sus funciones, destrucción de bienes del gobierno, desorden civil y manipulación de documentos.
Antes de pasar el juicio al jurado, el 21 de noviembre por la noche, el juez Amit Mehta, nombrado por Barack Obama, recordó a los miembros del jurado que el juicio era contra los cinco acusados y no contra la organización Oath Keepers.
«El juez nos trató con respeto», dijo Edward Tarpley, abogado de Rhodes.
«Nunca se presentaron evidencias de que hubiera un plan», indicó Tarpley a The Epoch Times, «Estoy agradecido al jurado por no haberlos declarado culpables de todos los cargos».
«Jessica testificó bien, sin embargo, el gobierno buscará múltiples realces», dijo Jonathan Crisp, abogado de Jessica Watkins, a The Epoch Times.
Conspiración sediciosa
La acusación más reciente de conspiración sediciosa fue en 2010, cuando el gobierno acusó a nueve miembros de la Milicia Hutaree de Michigan de «levantar la guerra contra los Estados Unidos». Un agente del FBI que se infiltró en el grupo de milicianos proporcionó la mayor parte de las pruebas de la acusación.
Cuando el juicio de los acusados comenzó dos años después, en 2012, la jueza de distrito estadounidense Victoria Roberts desestimó los cargos de conspiración. La jueza explicó que las pruebas del gobierno consistían principalmente en el controvertido discurso de los acusados, protegido por la Primera Enmienda, y no probaban el supuesto plan del grupo para derrocar al gobierno.
El gobierno de EE. UU. presentó múltiples cargos, entre ellos intento de asesinato y conspiración sediciosa, contra cinco miembros de los Nacionalistas Puertorriqueños que atacaron el Capitolio en 1954. El grupo abrió fuego contra la Cámara de Representantes e hirió a cinco congresistas.
En 1995 se presentó otro cargo de conspiración sediciosa contra el jeque Omar Abdel-Rahman y nueve de sus seguidores. Ellos fueron declarados culpables de planear la colocación de bombas en puentes, túneles y otros lugares emblemáticos de la ciudad de Nueva York.
En 2006, Adam Gadahn fue el primer estadounidense acusado de traición desde la Segunda Guerra Mundial. «Dio a Al Qaeda ayuda y comodidades (…) con la intención de traicionar a Estados Unidos».
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