En abril de 2021, los miembros de Falun Gong y sus estands de información en las calles en Hong Kong fueron atacados en numerosas ocasiones por un grupo que se creía que pertenecía al PCCh. Posteriormente, la policía detuvo a ocho personas. Cuatro admitieron el delito de daños criminales y fueron condenadas a ocho meses de prisión, mientras que una persona no fue procesada.
Los tres acusados restantes fueron Zhou Yonglin (43 años, trabajador de la construcción), Hu Aimin (47 años, desempleado) y Tuo Chun Sun (53 años, desempleado), que comparecieron ante el tribunal el 28 de marzo. Cada detenido fue acusado de dos delitos de daños.
Hu, Tuo y Zhou fueron acusados de un cargo de destrucción de las exhibiciones de miembros de Falun Gong en Wong Tai Sin y Mongkok el 3 de abril de 2021, con daños por un total de 7000 dólares de Hong Kong. Los tres fueron acusados posteriormente de dos cargos de daños criminales.
Inicialmente, los tres acusados tenían previsto declararse inocentes. Sin embargo, Zhou cambió su declaración en el último momento, justo antes de que empezara el juicio.
El 28 de marzo, el magistrado Frances Leung Nga-yan escuchó el caso en el tribunal de primera instancia de la ciudad de Kowloon, Hong Kong.
La fiscalía presentó algunas capturas de pantalla de mensajes (SMS), como «Si me meto en problemas, mi hermano mayor hará que alguien me proporcione los gastos de manutención», enviados a través del teléfono móvil confiscado al acusado Hu la noche anterior al delito.
Hu también se puso en contacto con «Kit» y escribió en un mensaje de WeChat: «¡mañana vamos a fastidiar a Falun Gong por todas partes!».
Acción premeditada
La fiscalía solicitó presentar como prueba las capturas de pantalla de los mensajes del celular de Hu. Dado que Hu envió esos mensajes antes del incidente, los fiscales creían que los acusados habían planeado, organizado y posteriormente cometido el delito.
El abogado defensor de Hu se opuso a la petición de la fiscalía de presentar los mensajes como prueba ante el tribunal. La defensa admitió que las capturas de pantalla procedían del teléfono móvil de Hu, pero argumentó que los mensajes de texto anteriores y posteriores a la acción eran irrelevantes para el caso.
El magistrado concluyó que los mensajes de WeChat incluían menciones a Falun Gong; por tanto, eran relevantes para el caso y aprobó la solicitud de presentación de la fiscalía.
En cuanto a los demás mensajes SMS, el juez denegó su presentación como prueba, ya que no se decía nada relevante relacionado con el caso.
Sospechosos acusados fueron grabados por las cámaras
La fiscalía citó al oficial de policía Chu, de la Unidad de Delitos de Hong Kong Kowloon Oeste, que participó en el caso.
El oficial Chu declaró que, comparando las ropas y las siluetas, los tres acusados se parecían mucho a las tres personas que aparecían en video y que cometieron el ataque en la escena del crimen.
Varios videos reproducidos por el tribunal mostraron que dos hombres vestidos con camisas blancas y negras utilizaron cuchillos Stanley para cortar y dañar las exhibiciones de los practicantes de Falun Gong en Wong Tai Sin y Mong Kok. También rociaron las exposiciones con pintura. Un hombre con una camisa de flores filmó el proceso.
La policía encontró en el domicilio del acusado ropa similar a la utilizada en la escena del crimen; también halló cuchillos sospechosos de haber sido utilizados para destrozar las exhibiciones de Falun Gong.
El tribunal reprodujo varios videos de grabaciones de vigilancia, que revelaron a los testigos que los tres hombres salieron de Nathan Road tras cometer el crimen en Mongkok y entraron a cenar juntos en el restaurante Ocean Fish and Seafood de Jordan.
Los testigos identificaron a los tres acusados a partir de las fotos que mostraron los fiscales.
En la foto, aparecía escrito un lema pro-Beijing en una camiseta que llevaba el sospechoso Zhou, que se traducía como «Los chinos no nos tragamos estas artimañas».
Más tarde, el magistrado anunció que el caso se aplazaría hasta el 4 de abril. A los tres acusados se les concedió la libertad bajo fianza en las condiciones originales.
Ataques contra Falun Gong en Hong Kong
El PCCh persigue a Falun Gong en China desde 1999. Aunque los miembros de Falun Gong de Hong Kong han podido protestar pacíficamente contra la persecución del régimen, siguen siendo acosados y amenazados por organizaciones procomunistas.
La interrupción de las actividades de Falun Gong en Hong Kong por parte del PCCh ha sido continua desde 2012.
Al menos otros seis puestos de exhibición de Falun Gong en Hong Kong fueron dañados casi una docena de veces en la misma época que las ofensas de abril de 2021.
Los procomunistas implicados son reincidentes
Hu Aimin, uno de los acusados, ha acosado y destruido frecuentemente los puestos de información de Falun Gong. Sólo en diciembre de 2020, Hu atacó y destruyó cinco veces las exposiciones al aire libre de Falun Gong.
Posteriormente fue declarado culpable y condenado a dos semanas de prisión con 30 meses de libertad condicional.
Los ataques se vuelven cada vez más violentos
En septiembre de 2019, los matones del PCCh golpearon a la Sra. Liu, practicante de Falun Gong, después de que se reuniera con la policía de Hong Kong para discutir una manifestación planeada para el 1 de octubre de 2019, una táctica que se sospecha que el PCCh utiliza para disuadir al grupo. Los golpes le provocaron un fuerte sangrado a la Sra. Lui.
Ke Yanzhan, un hombre de 22 años encargado de vigilar, fue condenado a dos años y nueve meses de prisión por «lesionar a personas con intención» en 2022.
Falun Gong
Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, es una práctica enfocada en la mente y el cuerpo que sigue los principios universales de verdad, benevolencia y tolerancia y tiene sus raíces en 5000 años de cultura e historia chinas. Desde la introducción de esta práctica en 1992, Falun Gong ha atraído a decenas de millones de practicantes en todo el mundo con sus tranquilos ejercicios y meditación, así como sus enseñanzas para ser mejor persona.
Sin embargo, el exlíder del régimen comunista chino, Jiang Zemin, inició una campaña de persecución contra Falun Gong en 1999. Desde entonces, muchos practicantes de Falun Gong han sido víctimas de la persecución, y la maquinaria propagandística del régimen ha intoxicado y victimizado a la enorme población china, haciendo que muchos se conviertan inconscientemente en cómplices de la brutal campaña.
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