Los oficiales de policía de la ciudad de Nueva York consiguieron una gran victoria en su lucha contra la orden de vacunación que emitió la ciudad para COVID-19, que les costó a algunos sus puestos de trabajo. Un juez de la Corte Suprema de Manhattan dictaminó que el mandato —tal como se aplica a los miembros de la Asociación Benéfica de la Policía (PBA)— es «inválido» y los policías despedidos deben ser reintegrados a sus puestos de trabajo.
En una sentencia (pdf) fechada el 23 de septiembre, el juez Lyle Frank dijo que los miembros de la PBA que perdieron sus puestos de trabajo por negarse a ser vacunados deben ser «reincorporados a la situación que tenían en la fecha de la acción ilícita».
Aunque no está claro cuántos miembros de la Asociación Benéfica de la Policía perdieron su empleo debido al mandato, un portavoz del Ayuntamiento dijo a CBS News que más de 1750 empleados de la ciudad de Nueva York fueron despedidos por negarse a recibir la vacuna.
El juez Frank dijo en la sentencia que una razón clave por la que el mandato es ilegal es porque la ciudad no negoció colectivamente con la PBA, que representa a unos 24,000 miembros del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD).
Aunque hay «una multitud de casos» en los que las cortes han fallado en contra de que las órdenes de vacunación sean una condición de empleo, en esas instancias «la ciudad negoció colectivamente para incluir el mandato de vacunación como una nueva condición de empleo», dijo el juez, añadiendo que ese «no era el caso aquí».
«Infracción impropia»
El presidente de la Asociación Benéfica de la Policía, Patrick Lynch, celebró la decisión en una declaración, calificando el fallo como una victoria para la libertad de los miembros de tomar sus propias decisiones médicas.
«Esta decisión confirma lo que hemos dicho desde el principio: la orden de vacunación era una infracción impropia del derecho de nuestros miembros a tomar decisiones médicas personales en consulta con sus propios profesionales de la salud», dijo Lynch.
«Nosotros seguiremos luchando para proteger esos derechos», añadió el presidente de la asociación, comentando que la lucha de la PBA contra el mandato no ha terminado, ya que las autoridades de la ciudad de Nueva York presentaron una notificación de apelación inmediata, dejando en suspenso la decisión del juez.
«Esto está en desacuerdo con todas las demás decisiones judiciales que defienden el mandato como condición de empleo», dijo un portavoz del Departamento Jurídico de la ciudad de Nueva York a CBS News.
El fallo del juez también fue elogiado por los jefes de dos sindicatos de bomberos de la FDNY, el presidente de la Asociación de Bomberos Uniformados, Andrew Ansbro, y el presidente de la Asociación de Oficiales de Bomberos Uniformados, James McCarthy, quienes el viernes afirmaron en una declaración que lucharían por recuperar los puestos de trabajo de los bomberos perdidos por negarse a recibir la vacuna.
«Era solo cuestión de tiempo que un juez con sentido común concluyera que la orden de vacunación contra COVID-19 nunca fue una condición de empleo», escribieron los dos jefes sindicales.
Los jefes sindicales añadieron que pedirán a la Comisionada de Bomberos en funciones, Laura Kavanagh, que reincorpore a los miembros del FDNY que fueron despedidos o puestos bajo licencia no remunerada por negarse a recibir la vacuna y que los miembros reciban sus salarios atrasados.
No está claro qué tan pronto podría tener audiencia la apelación de la ciudad, mientras tanto la aplicación de la decisión de la Corte Suprema de Manhattan permanece paralizada.
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