Después de comenzar con el testimonio de Donald Trump Jr.. el 13 de noviembre, los abogados defensores en el caso iniciado por la fiscal general de Nueva York, Letitia James, contra el expresidente Donald Trump continuaron presentando testigos que certificaron que no hubo fraude en las declaraciones de situación financiera de la Organización Trump.
El 14 de noviembre, los expertos Steven Witkoff y Jason Flemmons testificaron sobre la valoración y los detalles de ciertos acuerdos de la Organización Trump.
La fiscal general había tratado de prohibirle a ambos expertos que testificaran, argumentando que el juez ya había declarado al presidente Trump responsable de fraude en su juicio sumario del 26 de septiembre, haciendo que la comparecencia de los testigos fuera «irrelevante».
El juez de la Corte Suprema de Nueva York, Arthur Engoron, permitió los testimonios y los fiscales estatales plantearon objeciones a lo largo de los testimonios hechos el 14 de noviembre.
Múltiples factores
Witkoff es un ejecutivo de bienes raíces que conoció al presidente Trump en una tienda de delicatessen en la década de 1980. Su testimonio se centró en el número 40 de Wall Street, no desde la perspectiva de un tasador, sino de otro promotor que había hecho un trato similar, valorando la propiedad a partir de su experiencia y conocimientos.
Explicó su experiencia en el desarrollo de diversos tipos de propiedades, y cómo la participación de diferentes tasadores dio lugar a diferentes cifras.
El abogado defensor Chris Kise respondió a las objeciones diciendo que «la cuestión es que no se ha establecido fraude» en el caso.
Afirmó que los fiscales estatales habían «seleccionado cuidadosamente» cuestiones en su demanda, y que sus testigos estaban destinados a ayudar a «presentar al tribunal el panorama completo» de cómo la Organización Trump presentó sus finanzas.
«Este testigo es sólo una pequeña pieza del rompecabezas», dijo Kise. «Para establecer la materialidad o la intención hay que considerar todos estos factores».
El Sr. Witkoff explicó que varios factores que un desarrollador tomaría en cuenta al establecer el valor eran el flujo de caja y lo que se podría hacer con una propiedad, incluidas las oportunidades de reurbanización, alquiler, comercio minorista, residencial, hotelería y otros, y las limitaciones de una propiedad.
Jason Flemmons, un experto en contabilidad, dijo cosas similares en su testimonio después de Witkoff.
Anteriormente en PricewaterhouseCoopers, el Sr. Flemmons realizó trabajos de auditoría y aprobó la imparcialidad de las declaraciones de condiciones financieras y la contabilidad forense para una amplia gama de industrias.
Testificó sobre los principios de contabilidad generalmente aceptados (GAAP) y los diferentes estándares utilizados para hablar sobre valor.
Por ejemplo, el valor actual estimado es muy diferente del valor razonable, que son valoraciones internas y externas respectivamente, explicó.
Para obtener esas cifras, los contadores utilizarían diferentes métodos, pero la mayor distinción era la perspectiva. Las tasaciones eran un método y una opción más.
«Hay muchas opciones disponibles para quien prepara esos SFC [estados de situación financiera]», dijo el Sr. Flemmons.
«Al final del día, lo importante es que el método sea divulgado… no existe un valor único correcto. Una persona razonable puede no estar de acuerdo».
Añadió que no era inusual que se añadieran muchos millones a la valoración de una propiedad en función de las ganancias futuras proyectadas y que esto no era algo «correcto o incorrecto».
«Es una cuestión de criterio», dijo.
El uso futuro y los ingresos proyectados de una propiedad se considerarán y reflejarán en esos estados financieros, añadió.
«Ese valor actual depende en muchos sentidos de lo que suceda en el futuro».
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