Un día ajetreado no tiene por qué ser un mal día. De hecho, muchos de mis días más ajetreados están llenos de actividades que encuentro significativas y satisfactorias.
Pero, de vez en cuando, entro en una temporada en la que el ajetreo me atrapa y siento los efectos crecientes del ritmo en mi cuerpo y en mi alma.
Hay una corriente de pensamiento que sugiere que la solución es siempre simplificar la vida y reducir la agenda. Después de todo, vivir la vida en el carril lento es un consejo bastante sólido. Hay una gran sabiduría en ir más despacio y estar agradecido por la vida que tiene.
Pero quizá sea usted como yo y no le parezca el consejo adecuado para este capítulo de su vida. Tal vez le encantaría ir más despacio, pero ahora no puede. O tal vez se encuentre en una temporada intencional de hacer cosas difíciles, empujándose a sí mismo en aras del crecimiento personal o de servir a los demás.
La verdad es que tenemos todo tipo de razones para estar ocupados, y no siempre es una decisión equivocada.
Sea cual sea su motivo, si espera mantener un ritmo más activo durante un periodo de tiempo, necesitará un plan para mantener bajos los niveles de estrés y alta la energía o, de lo contrario, sus esfuerzos podrían resultar en vano.
Interacción entre el estrés, la salud y la mente
Muchos de nosotros hemos experimentado de primera mano cómo afecta el estrés a nuestro sueño, nuestra digestión y la capacidad de nuestro sistema inmunitario para combatir las enfermedades. Pero esos efectos a corto plazo pueden ser la menor de nuestras preocupaciones.
En 2017, una revisión bibliográfica en el Journal of Experimental and Clinical Sciences descubrió que el estrés es el origen de muchos trastornos y una fuerte influencia en muchas enfermedades ─especialmente cuando el estrés es severo y prolongado─.
Pero, ¿qué es exactamente el estrés? ¿Es la presión exterior que ejercen sobre nosotros la vida y las circunstancias? ¿O es nuestra percepción de esos acontecimientos?
Es necesario seguir investigando en este campo, pero un estudio publicado en 2010 en la revista Child Psychiatry & Human Development descubrió que varios factores psicológicos pueden mediar en la relación entre el estrés y la salud. Por ejemplo, tener un fuerte locus de control interno en medio de la presión parece protegernos contra algunos de los efectos biológicos del estrés en nuestro organismo.
En otras palabras, el simple hecho de creer que se puede hacer algo frente al estrés es un poderoso amortiguador contra los efectos negativos de la tensión y la presión.
En el resto de este artículo, compartiré algunos consejos que me han ayudado a controlar el estrés y evitar el agotamiento durante las temporadas de mucho trabajo. Lo importante es que encuentre lo que funciona para usted personalmente, lo que le ayude a mantener una mentalidad tranquila pero motivada durante el día.
7 consejos para reducir el estrés en días ajetreados
Empiece bien el día. Avanzar en un proyecto importante o en una tarea que me produce ansiedad es una de mis formas favoritas de empezar la mañana. Mi norma personal es no hacer nada más (leer, mirar el teléfono, contestar correos electrónicos, etc.) hasta que haya dedicado dos horas ininterrumpidas a un trabajo de gran valor. Esto me tranquiliza, ya que sé que, independientemente de lo que me depare el día, he conseguido avanzar.
Hacer cosas que a uno le hagan ilusión. Aunque soy partidario de hacer cosas difíciles que nos saquen de nuestra zona de confort, reconozco que no somos robots. Tener placeres inocentes que anticipe a lo largo del día puede ser una verdadera fuente de consuelo y motivación en épocas ajetreadas de la vida. Incluso algo tan sencillo como una ducha caliente, un tentempié favorito o un buen programa de televisión pueden ser una recompensa satisfactoria después de un largo día. Aún mejores son las experiencias más enriquecedoras, como conectar con un amigo, reír a carcajadas o divertirse espontáneamente.
Dejar margen entre tareas. Por sí solo, estar ocupado no me estresa, pero cuando una actividad va seguida de la siguiente, empiezo a sentir que no puedo recuperar el aliento. Esta sensación de estar atrapado en un torbellino constante de actividad es algo contra lo que hay que protegerse. Para mí, dejar incluso 10 o 15 minutos de calma entre una actividad y otra puede ser la diferencia entre un día completo y otro que se siente fuera de control.
Haga ejercicio, coma bien y dé prioridad al sueño. Si va a exigirse más física y mentalmente, no intente también recortar gastos en tus rutinas de cuidado personal. Debe apoyarse aún más en ellas. Por desgracia, es durante las épocas más ajetreadas de la vida cuando somos más propensos a dejar que estas prácticas pasen a un segundo plano. Si el periodo de mayor actividad es de solo unos días, seguro que puede ganar algo de productividad extra al margen, pero no es una receta para un esfuerzo sostenido.
No se extienda demasiado. Uno de los errores que cometo es intentar abarcar demasiadas actividades pequeñas en un solo día. Esto acaba haciéndome sentir como un siervo de mi lista de tareas y apenas avanzo en ninguna de ellas, solo saltando de una tarea a otra.
En lugar de eso, lo que intento es dedicar ciertos días de la semana a determinados tipos de trabajo. El sábado por la mañana es para limpiar. Otra tarde para escribir en el blog y otra para el trabajo autónomo. No tengo que abrir cada «caja» todos los días y puedo confiar en que tendré tiempo para trabajar en cada cosa cuando llegue su día.
Observe su respiración. Como mucha gente, tiendo a respirar de forma rápida y superficial cuando tengo prisa y trabajo duro. Cuando me sorprendo a mí mismo y por fin tomo una larga y lenta bocanada de aire, me doy cuenta de lo poco que se estaban expandiendo mis pulmones y de cómo estaba reforzando una sensación de estrés en todo mi cuerpo.
Una investigación publicada en Frontiers in Psychology en 2017 apoya esta idea al demostrar que los patrones de nuestra respiración se correlacionan con niveles variables de cortisol en nuestro cuerpo. Puede probar con una aplicación en su teléfono que le recuerde respirar despacio en diferentes momentos del día.
Concéntrese en el presente, no en todo el trabajo que tiene que hacer. Cuando vivimos el momento presente, ocupados con el trabajo que tenemos delante, rara vez experimentamos estrés. Solo cuando empezamos a vivir en el futuro ─pensando en todo lo que hay que hacer hoy o esta semana─ empezamos a sentir la presión constrictiva del estrés.
Uno de mis rituales más útiles para controlar el estrés es hacer borrón y cuenta nueva mentalmente cada vez que empiezo una nueva tarea. Una vez que he decidido hacer algo, intento no pensar en nada más hasta que he terminado. Esto no solo alivia el estrés, sino que le ayudará a aprovechar al máximo el tiempo de que dispone.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo click aquí.
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.
