America First Legal (AFL) ha presentado una demanda contra la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) de EE. UU. por presunta ocultación ilegal de documentos que podrían demostrar que tomó «represalias partidistas contra Elon Musk y Twitter por denunciar la censura colusoria de la Administración Biden».
En marzo de 2023, el Subcomité de la Cámara de Representantes sobre el Uso como Arma del Gobierno Federal emitió un informe de personal que concluía que la FTC acosó a Twitter después de que Elon Musk la comprara por 43,000 millones de dólares el pasado otoño.
El informe del personal concluyó que la FTC «extendió indebidamente su poder regulador para acosar a Twitter», haciendo un uso indebido de un decreto de consentimiento revisado «para justificar su campaña de acoso» por motivos políticos.
Establecido inicialmente en 2011 y revisado posteriormente en 2022, el decreto de consentimiento de la FTC resolvió las acusaciones de que Twitter (ahora renombrada como X) no salvaguardaba adecuadamente la información de los usuarios.
El decreto de consentimiento también regula la forma en que Twitter almacena y utiliza la información sobre sus usuarios e incluye disposiciones que obligan a Twitter a cumplir las peticiones de la FTC de proporcionar documentos para evaluar el cumplimiento de un programa de privacidad y seguridad de la información aprobado por la FTC.
Pero Twitter y el Subcomité de Uso como Arma del Gobierno Federal han argumentado que la FTC ha abusado del decreto de consentimiento para acosar a la empresa de redes sociales después de que el Sr. Musk se hiciera cargo de ella.
En julio de 2023, Twitter pidió a un tribunal federal que pusiera fin o modificara el decreto de consentimiento, argumentando que la investigación de la FTC «se ha descontrolado y se ha visto empañada por la parcialidad».
«Censura colusoria»
Tras la publicación del informe del personal del subcomité en marzo, la AFL anunció que había iniciado una investigación sobre la FTC por supuestas represalias partidistas por «sacar a la luz la censura colusoria llevada a cabo por la Administración Biden y sus aliados del Estado Profundo».
Como parte de ese esfuerzo, la AFL presentó una solicitud de la Ley de Libertad de Información (FOIA) en busca de registros que arrojaran luz sobre lo que calificó de «atroz abuso de poder» de la FTC.
Tras el incumplimiento de la FTC, la AFL presentó una demanda (pdf) el 19 de septiembre ante la Corte del Distrito de Columbia, alegando que la FTC no había presentado ni una sola página de los documentos solicitados.
En su demanda, la AFL pide al tribunal que obligue a la FTC a proporcionar los registros.
La FTC dijo a The Epoch Times en una declaración enviada por correo electrónico que «no tiene comentarios» sobre la demanda de la AFL.
Gene Hamilton, vicepresidente y abogado general de la AFL, prometió seguir luchando por la divulgación de los registros.
«Nuestro gobierno federal, woke y usado como arma, no se detendrá ante nada para acosar e intentar intimidar a sus supuestos oponentes. El pueblo estadounidense ya está harto. Lo que han hecho en la oscuridad saldrá a la luz», declaró Hamilton.
Exigencias «invasivas»
Desde que Musk adquirió Twitter (ahora rebautizada como X), la FTC ha enviado a la empresa más de una docena de cartas de demanda, que incluyen exigencias tanto de narraciones escritas como de diversos documentos, según el informe del personal.
«En un periodo de 10 semanas, la FTC envió un promedio de una nueva carta y 35 nuevas solicitudes a la semana», afirma el informe. «Además de su frecuencia, la amplitud de muchas de estas demandas las hace especialmente -quizá intencionadamente- gravosas».
Por ejemplo, el 30 de noviembre de 2022, la FTC exigió que Twitter facilitara todas las comunicaciones internas de Twitter «relacionadas con Elon Musk», incluidas todas las comunicaciones que el Sr. Musk enviara o recibiera.
Calificando las diversas demandas de «invasivas», el informe del Subcomité de Uso como Arma del Gobierno Federal concluye que la FTC había abusado de su autoridad para acosar a la empresa y al Sr. Musk, quien, tras la compra, Twitter empezó a destapar una vasta máquina de censura bajo su anterior dirección, en connivencia con agencias federales como el FBI.
Los Archivos de Twitter, comunicaciones internas que arrojaron luz sobre el vasto aparato de moderación de contenidos de la empresa bajo la dirección anterior, pintaron una imagen de una máquina de censura que trabajaba mano a mano con el FBI y recibía solicitudes de acción relacionadas con contenidos de una enmarañada red de organismos estatales.
En una de las entregas de los Archivos Twitter se describía que Twitter se había convertido en una «filial» del FBI, con registros de correos electrónicos en los que se detallaban las presiones del FBI sobre la plataforma de redes sociales para que censurara los posteos.
La adquisición de Twitter por parte del Sr. Musk y su apoyo a la libertad de expresión en Internet generaron una «enorme» reacción entre los activistas de izquierdas y los cargos electos, según el informe del subcomité.
Parte de esa reacción adoptó la forma de que la FTC utilizara el decreto de consentimiento «como vehículo para intentar frustrar los esfuerzos de Musk por reorientar la empresa», afirma el informe, y añade que «la FTC hizo precisamente eso».
«Es probable que el acoso de la FTC a Twitter se deba a un hecho: el compromiso ‘absolutista’ de Musk con la libertad de expresión en la plaza digital», afirma el informe.
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