Tres presidentes demócratas de los comités de la Cámara han pedido a los organismos de control del gobierno que investiguen el uso reciente de la fuerza federal en respuesta a la violencia en las protestas.
En una carta dirigida al Inspector General del Departamento de Justicia, Michael Horowitz, y al Inspector General del Departamento de Seguridad Nacional, Joseph Cuffari, el 19 de julio (pdf), los presidentes instaron a que se realicen investigaciones inmediatas sobre el uso de agentes de policía federales por parte de la administración Trump en varias ciudades en torno a las protestas provocadas por la muerte en custodia policial de George Floyd, diciendo que algunos de ellos se han convertido en disturbios civiles que amenazan la seguridad y el modo de vida de los residentes.
«El Departamento de Justicia (DOJ) y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) parecen haber abusado cada vez más de las autoridades de emergencia para justificar el uso de la fuerza contra los estadounidenses que ejercen su derecho de reunión pacífica», escribió el presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, Jerrold Nadler (D-N. Y.), el presidente del Comité de Seguridad Nacional, Bennie Thompson (D-Miss.) y la presidenta del Comité de Supervisión y Reforma, Carolyn Maloney (D-N.Y.).
“Los informes de Oregon esta semana dejan en claro que este mal uso de recursos y personal sigue siendo una amenaza creciente», señalan en la carta. «En consecuencia, escribimos para solicitar una investigación por parte de sus oficinas sobre el uso de agencias policiales federales por parte del Fiscal General y el secretario interino de Seguridad Nacional para suprimir las actividades protegidas por la Primera Enmienda en Washington, D.C., Portland y otras comunidades en Estados Unidos».
Mientras tanto, el jefe de policía de Portland y los líderes negros denunciaron el viernes la violencia y el vandalismo recientes dirigida en contra del recinto policial y los negocios del área por parte de los alborotadores, y el jefe Chuck Lovell dijo que las acciones «no solo son reprensibles, sino que son malvadas». Los líderes negros de la comunidad criticaron a los responsables de actos como dañar negocios propiedad de negros, denunciando la actividad como el trabajo de «delincuentes» y «terroristas».
Durante el fin de semana, los alborotadores irrumpieron dentro de un edificio de la Asociación de Policías de Portland y le prendieron fuego, de acuerdo con la Oficina de Policía de Portland.
“Cuando la multitud se dispersó, varias personas de la multitud fueron arrestadas y los oficiales pudieron extinguir el fuego. La policía de Portland no usó ningún gas CS”, dijo la oficina el 19 de julio.
El presidente Donald Trump escribió el 19 de julio en Twitter que está buscando ayudar a Portland enviando a la policía federal, luego de meses de protestas y disturbios.
«Estamos tratando de ayudar a Portland, no dañarlo», escribió el presidente. “Su liderazgo, durante meses, ha perdido el control de los anarquistas y agitadores. Están desaparecidos en acción. Debemos proteger la propiedad federal, y a NUESTRAS PERSONAS. ¡Ellos no son simples manifestantes, son algo serio!» agregó Trump, sin dar más detalles.
Los legisladores escribieron en su carta que investigar el uso de la policía federal para sofocar la violencia de protesta «es un asunto de máxima urgencia».
“A los ciudadanos les preocupa que la Administración haya desplegado una fuerza policial secreta, no para investigar crímenes sino para intimidar a personas que considera adversarios políticos, y que el uso de estas tácticas proliferará en todo el país. Por lo tanto, le pedimos que comience su revisión de estos problemas de inmediato», escribieron.
El uso de policías federales para responder a la violencia relacionada con las protestas también ha provocado una reacción violenta del alcalde de Portland y la gobernadora de Oregon.
El alcalde Ted Wheeler, un demócrata, pidió al gobierno de Trump que retire el despliegue de unidades de respuesta federales, alegando que estas acciones estaban agregando combustible a los disturbios.
«Mantengan sus tropas en sus propios edificios, o hagan que salgan de nuestra ciudad», dijo Wheeler el 17 de julio.
En una demanda contra el gobierno federal, la fiscal general de Oregón, Ellen Rosenblum, solicitó que el Departamento de Seguridad Nacional, el Servicio de Alguaciles de EE.UU., el Servicio de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. y el Servicio de Protección Federal dejen de realizar más arrestos en la ciudad.
«Estas tácticas deben detenerse», dijo Rosenblum en un comunicado. «No solo hacen que sea imposible para las personas hacer valer sus derechos de la Primera Enmienda para protestar pacíficamente, sino que también crean una situación más volátil en nuestras calles».
Jack Phillips contribuyó a este informe.
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