Análisis
El Departamento de Estado de los Estados Unidos obligará a los ciudadanos chinos que han estado trabajando como periodistas en el país a revelar sus identidades a las autoridades y también obligará a los medios de comunicación estatales chinos a revelar sus propiedades inmobiliarias. Estas medidas podrían ayudar al gobierno a comprender mejor cuán profundamente han penetrado los órganos de desinformación del régimen chino en el panorama de los medios de comunicación de Estados Unidos.
Este nuevo requisito pondrá a los principales medios de comunicación estatales del régimen chino bajo la designación de la Oficina de Misiones Extranjeras, que los identificará como misiones extranjeras oficiales para el Departamento de Estado de Estados Unidos.
Esto es notablemente diferente de la designación FARA o «Ley de Registro de Agentes Extranjeros». En lugar de hacer que se registren como agentes extranjeros, designará a los medios de comunicación y a sus empleados como brazos oficiales del estado chino.
El movimiento fue revelado durante una conferencia de prensa del Departamento de Estado de EE.UU. el 18 de febrero, y fue presentado por dos altos funcionarios del Departamento de Estado.
Los medios de comunicación chinos que ahora están bajo la designación de misiones extranjeras son la Agencia de Noticias Xinhua, China Global Television Network (CGTN) bajo la Televisión Central China, China Radio International, China Daily Distribution Corp, y Hai Tian Development USA, que distribuye el People’s Daily (El Diario del Pueblo).
El razonamiento para este movimiento fue simple. Un funcionario no identificado del Departamento de Estado explicó: «cada una de estas entidades cumple con la definición de misión extranjera bajo nuestra Ley de Misiones Extranjeras, lo que significa que son sustancialmente propiedad o efectivamente controladas por un gobierno extranjero».
El funcionario añadió, «creemos que es totalmente apropiado que básicamente llamemos a estas entidades lo que son, que son órganos del aparato de propaganda del estado unipartidario chino».
Tomado en su contexto más amplio, el momento de este movimiento es significativo. Se produce menos de dos semanas después de que un grupo de 35 senadores y representantes republicanos (incluidos Tom Cotton (R-Ark.), Jim Banks (R-Ohio) y Ted Cruz (R-Texas) escribieran el 6 de febrero una carta abierta al Fiscal General William Barr en la que pedían que el Departamento de Justicia investigara al China Daily por «repetidas violaciones de la Ley de Registro de Agentes Extranjeros (FARA)».
Afirman: «El Partido Comunista Chino comprometió 6.6 millones de dólares a los esfuerzos de propaganda extranjera en 2009, y según los recibos de FARA, gastó más de 35 millones de dólares en China Daily desde 2017. El masivo compromiso financiero de China habla de la seriedad de su esfuerzo por influir en el sentimiento extranjero».
Y lo más significativo es que «China Daily pagó a más de 30 periódicos independientes para que publiquen suplementos de 4 a 8 páginas de ‘China Watch'». Y señalan que China Daily violó su designación de FARA al no proporcionar la información requerida al Departamento de Justicia sobre estos suplementos, incluyendo qué medios manejan y cuánto dinero se les paga a estos medios de noticias estadounidenses para ejecutarlos.
Entre los medios de comunicación que han publicado los suplementos China Watch de China Daily están el New York Times, The Wall Street Journal y The Washington Post. La página de China Watch en el sitio web del New York Times dice: «Este contenido fue pagado y creado por China Daily, República Popular de China».
China Daily es propiedad del Departamento de Publicidad del Partido Comunista Chino, y en la solicitud de investigación sobre el mismo se señala que, si bien algunos de los artículos de sus suplementos de China Watch en las principales publicaciones estadounidenses parecen inofensivos, algunos artículos «sirven de tapadera para las atrocidades de China, incluidos sus crímenes de lesa humanidad contra los uigures en la región de Xinjiang y su apoyo a la represión en Hong Kong».
Y señalan, al igual que la reciente designación del China Daily y otros medios de comunicación como misiones extranjeras, que el régimen chino ha dado mucha importancia al control de las percepciones extranjeras. Esto ha incluido la adopción de fuertes medidas de censura.
La carta abierta dice: «El boicot de la NBA de este verano y el incendio provocado en la sede del Epoch Times en Hong Kong muestran lo lejos que llegará China para proteger su imagen internacional. Y el compromiso financiero de China con los medios de propaganda extranjeros es la evidencia. La propaganda que busca ofuscar las atrocidades comunistas merece ser contrarrestada. Pero Estados Unidos ha sido sorprendentemente lento en responder».
No está claro cómo la designación de misión extranjera afectará a los medios de comunicación que han aceptado dinero en efectivo de los medios de comunicación estatales, incluyendo el China Daily, pero su requisito de que los medios de comunicación revelen sus propiedades inmobiliarias e información sobre sus empleados puede ayudar a levantar el velo de sus operaciones.
También significará que los medios de comunicación estadounidenses que continúen sus relaciones con los medios estatales chinos aceptarán oficialmente dinero de un gobierno extranjero para hacer su propaganda y desinformación.
Joshua Philipp es un reportero de investigación de alto nivel en The Epoch Times.
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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