El Departamento de Justicia anunció el viernes que cerró una investigación sobre las papeletas de voto que fueron desechadas en Pensilvania.
«Después de una exhaustiva investigación llevada a cabo por el FBI y los fiscales de mi oficina, hemos determinado que no hay suficientes pruebas para demostrar la intención criminal de la persona que desechó las papeletas de voto», dijo en un comunicado el fiscal en funciones Bruce Brandler. «Por lo tanto, no se presentarán cargos criminales y el caso está cerrado».
Brandler recientemente reemplazó a David Freed, el exfiscal de EE. UU. que el año pasado reveló que nueve papeletas de voto en ausencia de militares habían sido tiradas en el condado de Luzerne. Freed renunció el 1 de enero. La oficina del fiscal de EE. UU. se negó a comentar en ese momento sobre la investigación.
El condado de Luzerne, con una población de unos 317,000 habitantes, se encuentra en el noreste de Pensilvania, en las afueras de Scranton.
La investigación se centró en quién desechó las papeletas de voto, que eran en su mayoría para el presidente Donald Trump. Freed también dijo que los investigadores encontraron cuatro sobres oficiales, con código de barras, de papeletas de voto en ausencia que estaban vacíos. La mayoría del material se encontró en un contenedor de basura.
«Los resultados preliminares de esta investigación son preocupantes y la Oficina de Elecciones del condado de Luzerne debe cumplir con todas las leyes y directrices electorales estatales y federales aplicables para garantizar que todos los votos —independientemente del partido— se cuenten para asegurar un recuento electoral exacto», escribió Freed en una carta a Shelby Watchilla, directora de elecciones del condado de Luzerne, en septiembre de 2020.
Dijo que las entrevistas revelaron que el personal estaba abriendo incorrectamente casi todos los sobres recibidos, a pesar de que se suponía que no debían abrir las papeletas de voto de militares hasta el día de las elecciones. Abrir cualquier papeleta de votación en ausencia antes de ese momento «viola los estatutos de control y es contrario a la orientación del Departamento de Estado de Pensilvania», dijo Freed.
El administrador del condado de Luzerne, David Pedri, dijo más tarde que un contratista era el culpable de las boletas desechadas. El contratista fue despedido pero no acusado. La secretaria de Estado Kathy Boockvar dijo a los periodistas que lo que sucedió fue «un nefasto error» y «no un fraude intencional». El condado y el estado no respondieron a las solicitudes de comentarios.
Los agentes del FBI trabajaron con los agentes de la policía estatal de Pensilvania para llevar a cabo la investigación. Los funcionarios electorales del condado cooperaron con las fuerzas policiales, dijeron los funcionarios federales.
Trump mencionó la investigación varias veces. Se lo dijo a los periodistas en Washington el año pasado: «Tenemos que tener cuidado con las papeletas de votación. Las papeletas, eso es una gran estafa. Entiendo que encontraron ocho papeletas en una papelera en algún lugar. Encontraron, se reportó en uno de los periódicos que encontraron muchas papeletas en un río. Las tiran si tienen el nombre de Trump en ellas, supongo».
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