WASHINGTON —El Departamento de Justicia demandó a Walmart, alegando que el gigante de la venta al por menor dispensó ilegalmente sustancias controladas que intensificaron la crisis de los opiáceos.
La demanda civil presentada el 22 de diciembre sostiene que los farmacéuticos de Walmart despacharon a sabiendas miles de recetas de sustancias controladas, que sabían no eran válidas.
La demanda también sostiene que Walmart recibió cientos de miles de órdenes sospechosas que no informó, tal como lo exige la Dirección de Lucha contra las Drogas (DEA).
«La queja incluye la lista de los médicos de Florida con venta ilícitas de píldoras, quienes hicieron prescripciones incorrectas a miles de personas», dijo a los periodistas María Chapa López, fiscal del Distrito Medio de la Florida, en una conferencia telefónica.
«Algunos de estos prescriptores de venta ilícita de píldoras incluso dijeron a sus clientes que trajeran sus recetas a Walmart para que se las surtieran, porque otras farmacias no las surtían».
Alrededor del 80 por ciento de todos los adictos a la heroína comienzan su hábito a través de las recetas de analgésicos. En 2018, más de 67,000 estadounidenses murieron de sobredosis de drogas y casi el 70 por ciento estaban involucrados con un opiáceo, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Walmart enfrenta penas civiles de hasta USD 67,627 por cada receta ilegal despachada y USD 15,691 por cada orden sospechosa no reportada, según el Departamento de Justicia. La cadena de tiendas opera alrededor de 5000 farmacias en todo el país.
El fiscal general adjunto interino de la División Civil, Jeff Clark, no descartó que otras cadenas de farmacias de todo el país también están siendo investigadas.
«Así como no se debe inferir nada sobre potenciales casos criminales en el futuro a partir de este gran expediente civil basado en la mala conducta a nivel nacional, no se debe asumir que otras compañías no están siendo investigadas. Pero no podemos entrar en detalles sobre las acciones que aún no hemos iniciado», dijo Clark.
Walmart despachó más de 9000 recetas de sustancias controladas de un médico de Texas, identificado en la demanda como R.W., durante un período de dos años en el que las farmacias competidoras bloquearon sus recetas debido a las advertencias. Según la demanda, cientos de recetas se pagaron en efectivo.
R.W. está actualmente en prisión por cargos federales de tráfico de drogas.
Un ginecólogo con sede en Florida, identificado como V.S., supuestamente hizo recetas para pacientes que se presentaban a los farmacéuticos de Walmart como «buscadores de drogas en lugar de pacientes legítimos con dolor», según la demanda. Otros farmacéuticos de Walmart dieron varias veces la señal de alarma a su unidad para el cumplimiento, según la denuncia.
«Durante el período comprendido entre enero de 2014 y enero de 2018, Walmart —a pesar de que tenía conocimiento de las señales de alerta que indicaban una probabilidad muy alta de que V.S. estaba emitiendo regularmente recetas ilícitas de sustancias controladas— despachó más de 3500 recetas de sustancias controladas de V.S., incluidas más de 600 recetas pagadas en efectivo», alega la demanda.
La demanda civil incluyó los esfuerzos de la DEA y de las oficinas de los abogados estadounidenses en Colorado, Florida, Nueva York, Carolina del Norte y Delaware.
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