El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) debería haber tenido en cuenta las circunstancias cambiantes y haber designado como especiales los eventos del 6 de enero, según un nuevo informe.
El DHS puede designar como especiales los eventos planificados, poniendo en marcha la planificación de la seguridad y otros procesos. Pero no lo hizo para el 6 de enero, porque los funcionarios consideraron que no cumplían los criterios para tales designaciones.
La Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno dijo que la falta de designación no tuvo en cuenta un entorno cambiante.
«Si bien la certificación de las elecciones por parte del Congreso era un hecho rutinario en el pasado, el entorno de amenazas en 2021 era diferente al de las elecciones pasadas. Por ejemplo, un informe del FBI advertía de llamamientos a la violencia y a que las personas que viajaran a Washington D.C. estuvieran preparadas para la ‘guerra’ en el Capitolio el 6 de enero», dijo la oficina en su nuevo informe, publicado esta semana.
«La falta de consideración de otros factores, como la gran concentración en la Elipse que se movilizó hacia el Capitolio, y el clima que rodea a las elecciones de 2020 demuestran una laguna en la adaptabilidad de cómo se consideran estos eventos», añadió.
Los auditores también descubrieron que no está claro quién tiene la autoridad para iniciar un tipo de designación especial, conocida como Evento de Seguridad Especial Nacional (NSSE), para los eventos que tienen lugar en Washington.
Los gobernadores suelen iniciar la designación en sus estados.
«Aclarar y comunicar la política del DHS para solicitar una designación NSSE para eventos en propiedad federal en Washington D.C. ayudará a garantizar que las entidades responsables sean conscientes de su capacidad para realizar dicha solicitud», dijeron.
El organismo de control recomendó aclarar el proceso para Washington y revisar los factores para las designaciones para asegurarse de que «se adaptan al entorno actual de amenazas emergentes».
El DHS no estuvo de acuerdo con las recomendaciones.
Los funcionarios del DHS dijeron que no querían revisar los factores de designación, alegando que la recomendación «parece estar basada en una premisa errónea».
Dijeron a la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno que factores como el contexto y las amenazas emergentes ya se tienen en cuenta en el proceso de designación, que no hubo tiempo suficiente para abordar la advertencia del FBI del 5 de enero y que la Policía del Capitolio de EE. UU. era la principal agencia de seguridad.
El 6 de enero algunos manifestantes irrumpieron en el Capitolio durante una sesión conjunta del Congreso, interrumpiendo el recuento de los votos electorales de las elecciones de 2020. Más de 140 agentes resultaron heridos, se produjeron daños por valor de más de 1.5 millones de dólares y murieron cuatro personas, entre ellas una partidaria del expresidente Donald Trump que recibió un disparo de un agente de la Policía del Capitolio.
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