Un portavoz del Departamento del Interior de Estados Unidos confirmó que hasta el viernes 35 empleados fallecieron a causa de COVID-19, la enfermedad causada por el virus del PCCh.
La secretaria del Departamento del Interior, Deb Haaland, dijo a principios de la semana en un discurso grabado en vídeo, que 34 empleados de la agencia habían muerto a causa del COVID-19, pero luego este viernes, la directora de comunicaciones, Melissa Schwartz, escribió en Twitter que falleció una persona más, lo que eleva la cuenta a 35.
En su declaración, Schwartz también actualizó el número de empleados de la agencia que hasta la fecha se contagiaron con el virus del PCCh (Partido Comunista Chino), elevando la cifra a más de 4000 personas, frente a la mencionada anteriormente por Haaland, que era de unos 3900 empleados, aunque la secretaria señaló en sus declaraciones que esa cifra seguía subiendo.
En su discurso, Haaland expresó su preocupación por la propagación de la variante Delta, que los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) consideran más transmisible y potencialmente más resistente a las vacunas.
«Aunque muchas personas están vacunadas, nuestro país sigue enfrentándose a un aumento de las tasas de infección por COVID-19 y de las variantes más agresivas», dijo Haaland, añadiendo que el Departamento del Interior exigirá a su personal in situ y a los contratistas que usen mascarillas, independientemente de su estado de vacunación.
«Para ayudar a luchar contra esta devastadora enfermedad, estamos siguiendo las directrices de los CDC y volviendo a ponernos las mascarillas», dijo Haaland.
Los CDC actualizaron recientemente sus directrices sobre el uso de mascarillas y recomendaron cubrirse la cara en las zonas de alta transmisión, tanto a las personas vacunadas como a las no vacunadas.
«Cada estado y comunidad se enfrenta a diferentes amenazas, por lo que si se encuentra en una zona con tasas de transmisión de COVID considerables o elevadas, todo el mundo —empleados, contratistas y visitantes— deben llevar una mascarilla en todos los edificios federales, independientemente de su estado de vacunación», dijo Haaland.
Después de que los CDC adoptaran una postura más estricta sobre el uso de mascarillas, varios gobernadores del Partido Republicano se opusieron, y entre ellos, el gobernador de Arizona, Doug Ducey, dijo que el anuncio de los CDC «solo disminuiría la confianza en la vacuna y crearía más desafíos para los funcionarios de salud pública».
Los comentarios de Haaland sobre el uso de mascarillas en el Departamento del Interior se producen después de las nuevas directrices anunciadas el 29 de julio por el presidente Joe Biden, quien dijo que los trabajadores federales y los contratistas tendrían que mostrar una prueba de vacunación o, de lo contrario, llevar mascarillas, mantener un distanciamiento social y someterse a pruebas periódicas de COVID-19.
«En este momento, demasiadas personas están muriendo o viendo morir a un ser querido y dicen ‘si se hubieran vacunado’…», dijo Biden en la Sala Este de la Casa Blanca. «Esta es una tragedia estadounidense. Está muriendo gente que no tiene que morir».
El viernes, el director del Registro de Datos de COVID-19 de la Casa Blanca, Cyrus Shahpar, dijo que hasta la fecha la mitad de la población total de Estados Unidos estaba completamente vacunada contra el coronavirus.
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