Marlen Piñeiro, agregada de Seguridad Interna de la Embajada de Estados Unidos en Panamá, aseguró este martes que las deportaciones y expulsiones de inmigrantes desde Panamá a sus países de origen es «inminente», y será el gobierno de Panamá quien decida qué migrantes serán elegibles.
«Nosotros en este momento todavía seguimos negociando [con Panamá], pero el enfoque de este programa es deportaciones y expulsiones. No quiero dar fecha todavía, pero sí pienso que ya es inminente que vamos a empezar», dijo Piñeiro en una rueda de prensa.
Explicó que mediante un programa de repatriación, basado en la ley panameña que marca tres categorías: deportaciones, expulsiones y repatriaciones voluntarias, «estamos elaborando y colaborando en el espacio de expulsiones y deportaciones. (…) Todo el mundo que el Gobierno de Panamá determine qué debe ser retornado, van a ser ‘elegibles’ para el programa”.
La funcionaria estadounidense aseguró que se está trabajando conjuntamente para establecer los vuelos chárter y vuelos comerciales que se usarán para las deportaciones.
«Ya hemos visitado todos los aeropuertos (…), hemos visitado el Darién, hemos visitado lugares donde vamos a tener las personas, también hemos hablado con las aerolíneas, los contratistas, y estamos ya en los detalles finales», explicó.
Piñeiro aseguró semanas antes, que las medidas buscan disminuir el flujo migratorio irregular que cruza por Panamá y busca que las deportaciones sean inmediatas y rápidas, tras alcanzar cifras históricas.
«Los números han llegado a subir a más de 2500 diarios, y esta medida es para que cada vez que llegue a 2500 se implementen las deportaciones rápido hasta que bajen los números consistentemente y podamos procesar a las personas debidamente», expresó Piñeiro a Noticias 180 minutos.
Además, Piñeiro confirmó que Estados Unidos asumirá el costo de las deportaciones y los inmigrantes no necesariamente tienen que tener un antecedente criminal para ser devueltos a su país de origen.
Un reporte del Servicio Nacional de Migración de Panamá publicado la semana pasada reveló que desde el 1 de enero de 2024 hasta el 11 de julio transitaron por la peligrosa selva del Darien al menos 200,000 extranjeros de diversas nacionalidades.
«Las estadísticas históricas de flujo de migrantes irregulares indican que en 2019 llegaron 22,102extranjeros, en 2020 la cifra fue de 8549, en el 2021 los extranjeros sumaron 133,653, subiendo la cifra en 2022 con 248,248, para 2023 la cantidad fue superior alcanzando 520,085», dice el comunicado.
José Raúl Mulino, el nuevo presidente de Panamá aseguró que los aportes de Estados Unidos no van a ser suficientes para solucionar el problema migratorio que afecta a su país, pero constituyen un avance.
«Espero tener cuanto antes el anuncio de la primera repatriación aérea que se va hacer a través de nuestro territorio, veo con mucha simpatía que Costa Rica esté interesada en suscribir un acuerdo similar con Estados Unidos», dijo Milino a Telemetro Reporta.
Mulino anunció desde su discurso de toma de posesión el pasado 9 de mayo, su intención de terminar con la «Odisea del Darién» que «no tiene razón de ser».
“Reitero que Panamá y nuestro Darién no es una ruta de tránsito. No, señor. Esa es nuestra frontera y el concepto de cierre que he esbozado implica también un concepto filosófico que guarda relación con cerrar la frontera”, expresó.
El mandatario dijo que buscará ayuda internacional para empezar a regresar a estos migrantes a sus países de origen, “un proceso de repatriación con todo apego a los derechos humanos de todas las personas que están allí”.
Con información de EFE.
Siga a Yeny Sora Robles en X: @YenySoraRobles
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo clic aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.