Jeff Gunter, un exfuncionario de Trump que busca cambiar un escaño clave del Senado de EE.UU. en Nevada de demócrata a republicano, ha anunciado una iniciativa para ayudar a abordar la crisis fronteriza que implica una combinación de reforzar la seguridad fronteriza y ayudar con la deportación masiva de inmigrantes ilegales.
«Construir el muro, deportarlos a todos», escribió el Dr. Gunter, médico y exembajador de EE.UU. en Islandia, en un posteo en X el 4 de mayo, afirmando que se niega a «quedarse de brazos cruzados y ver cómo nuestras comunidades son destruidas por la avalancha de ilegales».
La propuesta del Dr. Gunter, como se indica en el artículo que compartió, implica invertir un millón de dólares de su propio dinero para reanudar la construcción del muro fronterizo y establecer una línea de denuncia donde los ciudadanos de a pie puedan informar de actividades sospechosas relacionadas con la inmigración ilegal y «acelerar el esfuerzo de deportación».
El expresidente Donald Trump ha prometido repetidamente implementar medidas de deportación masiva si es elegido para la Oficina Oval en noviembre, al tiempo que calificó la afluencia masiva de inmigrantes ilegales en los Estados Unidos como «no sostenible».
El Dr. Gunter prometió apoyar al presidente Trump en su iniciativa de deportación masiva. También dijo que, si gana las primarias republicanas en junio y luego logra vencer a la senadora Jacky Rosen (D-Nev.) en las elecciones de noviembre, trabajaría para restablecer la política de «Permanecer en México» de la era Trump, trabajaría para reanudar la construcción del muro fronterizo, abogaría por una mayor vigilancia fronteriza, se opondría a las ciudades santuario e impulsaría la deportación masiva.
«Apoyaré al presidente Trump como el próximo senador de Estados Unidos, no solo cerrando la frontera, no solo reinstaurando Permanecer en México y todo lo demás, sino que abogaré por el mayor programa de deportación jamás visto aquí en Estados Unidos», dijo el Dr. Gunter a Fox News.
«¿Por qué? Porque su primer acto como estadounidense no debería ser un acto ilegal», dijo.
Necesitamos mantener la seguridad de Estados Unidos
Los últimos datos de la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos (CBP) muestran que en marzo se detuvo a otros 137,480 inmigrantes ilegales que entraban en Estados Unidos entre los puertos de entrada. Esto eleva a más de 9 millones el número total de personas (excluidas las fugadas) que entraron ilegalmente al país bajo la presidencia de Joe Biden, aunque hay indicios de que esta cifra podría infravalorar enormemente el recuento real.
El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, declaró a mediados de abril que, en su opinión, la cifra de 9 millones es muy inferior a la real y que el número real se acerca más a los 16 millones.
«Desde que Joe Biden entró en el Despacho Oval, desde el primer día, empezaron a abrir la frontera de par en par», dijo el presidente de la Cámara durante una conferencia de prensa el 10 de abril, al tiempo que señaló que la administración Biden había tomado más de 60 medidas ejecutivas específicas y acciones de agencias para «abrir la frontera de par en par».
Los republicanos han culpado a las políticas del presidente Biden del número récord de inmigrantes ilegales que llegan al país, afirmaciones que el presidente ha negado.
También han advertido que la afluencia de inmigrantes ilegales supone una grave amenaza para la seguridad nacional, una preocupación secundada por el Dr. Gunter.
«No son solo inmigrantes ilegales los que están llegando a este país, son invasores al 110 por ciento», dijo. «El gobierno chino sabe exactamente quién entra en Estados Unidos. También podemos ver que muchas de estas personas son jóvenes de 20 a 30 años en edad militar. Y tenemos que pararlo. Tenemos que mantener seguro a Estados Unidos».
Invadiendo literalmente a Estados Unidos
La advertencia de seguridad nacional se produce cuando el número de ciudadanos chinos solteros en edad militar que han entrado a Estados Unidos en lo que va de año ya ha superado cualquier año anterior registrado.
Ha habido una corriente de advertencias de los legisladores, funcionarios de fronteras, y otros sobre el fuerte aumento en el número de ciudadanos chinos en edad militar que entran ilegalmente en el país, con las cifras alcanzando niveles asombrosos en el último año o así.
Los últimos datos de la CBP muestran que el número total de adultos chinos solteros que cruzaron la frontera ilegalmente en marzo fue de 1523 personas.
Si bien esto puede ser una caída significativa desde el récord de 5248 registrado en diciembre, todavía representa un aumento del 15,130 por ciento en comparación con el último mes completo del presidente Trump en el cargo (diciembre de 2020), cuando solo se encontraron 10 de estas personas.
Algunos analistas han argumentado que el deterioro de las condiciones económicas en China, junto con los abusos de los derechos humanos y políticas como los bloqueos draconianos COVID-19, son un factor probable detrás del aumento. Otros ven factores nefastos detrás del salto como una posibilidad real.
«¿Por qué estamos viendo esta afluencia?» dijo el presidente del Consejo Nacional de la Patrulla Fronteriza, Brandon Judd, en una entrevista en febrero. «En el mejor de los casos, sólo vienen aquí por una vida mejor o un trabajo mejor. En el peor, vienen aquí [como] parte del gobierno chino, y eso es lo que me asusta muchísimo.»
Tom Fitton, presidente de Judicial Watch, culpó a la inacción de la administración Biden en la frontera de las cifras tan desoladoras, al tiempo que sugería que el régimen chino podría estar explotando la porosa frontera.
«No me hagas hablar de los inmigrantes ilegales chinos que cruzan la frontera», dijo Fitton en un vídeo publicado en X. «¿Crees que es un accidente? ¿Crees que simplemente aparecen como inmigrantes? Oh no, es una operación del gobierno comunista chino».
«China está literalmente invadiendo Estados Unidos a través de estos extranjeros ilegales, cruzando nuestra frontera, y Biden no está haciendo nada al respecto», continuó Fitton.
La Casa Blanca no respondió a la petición de comentarios.
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