Jon Tigges, un padre que fue arrestado en una reunión de la Junta Escolar del Condado de Loudoun, en Virginia, el 22 de junio, dijo que recibió un apoyo ‘incondicional’ de todo el país. Tigges recibió mensajes de apoyo por medio de llamadas telefónicas, mensajes de texto, tweets, y el correo postal. “Nos están animando porque resuena lo cerca que estamos del colapso como país”, le dijo a The Epoch Times el 1 de julio.
«Una de las bendiciones y las consecuencias secundarias inesperadas de la censura ha sido que las personas solo se sienten cómodas compartiendo cara a cara porque no quieren ser atacadas en las redes sociales o no quieren perder su trabajo», dijo Tigges. Por eso, a mediados de abril puso en marcha el «Patriot Pub», una reunión semanal en persona a mediados de abril. En estas reuniones, la gente cenó, discutió y soltó palabrotas. «Y sobre las cosas por las que maldecimos, decidimos que vamos a hacer algo al respecto, y eso ha comenzado en una simple sala».
Seis de los miembros de la junta de las Escuelas Públicas del Condado de Loudoun supuestamente se infiltraron en un grupo privado de Facebook para recopilar una lista de padres que se oponían a la teoría crítica de la raza y los atacaron en las redes sociales. Algunos padres obtuvieron capturas de pantalla de los ataques y los reportaron a la oficina del alguacil del condado. El caso se encuentra actualmente bajo investigación.
El exsenador estatal Dick Black, quien criticó vehemente a la junta escolar, fue el último orador del público en la reunión de dicha junta el 22 de junio. La junta escolar puso fin a los comentarios públicos y se retiró de la reunión inmediatamente después del discurso de Black.
Los oradores organizaron filas a ambos lados del pasillo y continuaron haciendo comentarios según lo programado, sin la presencia de la junta escolar. Las personas que no pudieron hablar como estaba previsto necesitaron quedarse y hablar para «desahogarse», según Tigges.
Más tarde, el superintendente declaró que la reunión era ilegal y la oficina del alguacil del condado comenzó a desalojar la sala. Negándose a irse, Tigges fue arrestado por allanamiento de morada. Su fecha de audiencia es el 21 de julio. En su opinión, la oficina del alguacil tomó una orden ilegal del superintendente de la escuela. Dijo que buscaría medios legales para impugnar la decisión.
Tanto Tigges como Black regresaron al edificio de la Administración de Escuelas Públicas del condado de Loudoun, el 1 de julio, como parte del evento de transmisión en vivo con Eugene Delgaudio, presidente de Public Advocates, un grupo activista conservador. Ambos recordaron que la reunión escolar comenzó con una docena de oradores alabando a la junta escolar y apoyando la política transgénero 8040 (pdf), un tema en la agenda. Luego, el resto de los oradores, uno tras otro, criticaron a la junta escolar o instaron a los miembros de la junta a renunciar antes de que un esfuerzo de destitución reuniera suficientes firmas.
Black cuestionó a la junta escolar por desarrollar una lista de enemigos y calificó el comportamiento de los miembros de la junta como repugnante. Su crítica provocó fuertes aplausos de la multitud. Cada vez más personas se pusieron de pie para mostrar su apoyo.
Black explicó cómo decidió asistir a la reunión del 22 de junio: había estado siguiendo la noticia de que cada vez más personas participaban en las reuniones de la junta escolar del condado. Además, la política transgénero 8040 guía a los maestros a dirigirse a los estudiantes con sus pronombres preferidos. Como resultado, un niño puede ir al baño de niñas si se identifica como niña. “En este punto, sentí que era necesario que saliera, me involucrara y simplemente diera mi opinión sobre lo que estaba sucediendo”, le dijo a The Epoch Times.
Tigges se involucró a través de una situación diferente: demandó al gobernador de Virginia, Ralph Northam, en 2020 por extender los cierres a causa del COVID-19. Dijo que eso lo «activó» para involucrarse más en las políticas locales. Compartió que después de 20 años de servicio en el ejército, logró salir del gobierno y vivir en su granja, en el condado de Loudoun. Luego llegó el COVID-19 y la orden de Northam lo obligó a mantener su negocio cerrado.
Añadió: «Me di cuenta de que el gobierno podía confiscar unilateralmente mi propiedad cerrándola y discriminándome, debido a que mi negocio era, de alguna manera, diferente a una gran empresa corporativa».
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