Durante una conferencia de prensa, el gobernador de Florida Ron DeSantis habló sobre el compromiso de colaborar con la administración entrante en materia de inmigración, informando que llamará a una sesión especial del Congreso para trabajar en una nueva legislación en materia migratoria, señalando que así podrá tener la autoridad para suspender a funcionarios que no acaten las nuevas indicaciones.
“El pueblo estadounidense habló muy claramente sobre los temas que les importan… El tema de la frontera y la inmigración ilegal fueron los principales en las elecciones de 2024 y han sido de los temas más importantes en este país durante muchos años”, declaró el gobernador.
“Por lo tanto, será necesario implementar nueva legislación en Florida para garantizar que las responsabilidades de los funcionarios estatales y locales estén muy claras y que esas responsabilidades los obliguen a colaborar con el gobierno en este tema”.
Continuó diciendo que «la rendición de cuentas es significativa; si esas responsabilidades están claras en la ley, tengo la autoridad con respecto a ciertos funcionarios para suspenderlos de sus cargos si están descuidando sus deberes”.
El gobernador recapituló el trabajo que tuvo durante la administración Biden-Harris, señalando que superaron “muchos obstáculos que el gobierno federal ha puesto en nuestro camino”.
El gobernador anunció la sesión especial en X:
“Hoy he convocado una sesión especial de la legislatura de Florida para la semana del 27 de enero, con el fin de preparar a Florida para liderar el programa de deportaciones de la Administración Trump. Asignaremos recursos y nos aseguraremos de que los funcionarios estatales y locales en Florida respalden estos esfuerzos”.
“No tenemos tiempo que perder. Florida debe liderar”, agregó en su publicación.
DeSanis dijo en su conferencia que trabajaron diversos temas que representaron un reto, tales como el alivio fiscal o la libertad de educación, no obstante la inmigración ilegal fue probablemente “el más importante en estos cuatro años”.
“Mientras la administración Biden permitía que nuestras fronteras fueran desbordadas, con millones de personas entrando al país ilegalmente, Florida lideró el camino implementando políticas firmes para disuadir, desalentar y responsabilizar a quienes ingresaban ilegalmente”.
DeSantis aseguró que cuando Trump tome el poder “veremos un cambio radical en las políticas, particularmente en lo que respecta a la frontera y la inmigración ilegal”.
Si bien el gobernador declaró que en su primer mandato Trump hizo un trabajo exitoso, con su nueva entrada “es el momento de resolverlo de una vez por todas”.
“Por eso, el estado de Florida está listo, dispuesto y capacitado para ayudar a facilitar estas políticas que beneficiarán a los floridanos y al pueblo estadounidense. Hemos estado trabajando con el equipo de transición. He estado hablando con el presidente”.
Habló sobre una reunión con otros gobernadores en Mar-a-Lago, revelando que desde el primer día se implementaran “cambios de política ambiciosos especialmente en relación con la inmigración ilegal”.
Dijo que se estará proporcionando “un nivel de empoderamiento a los estados y gobiernos locales para ayudar a implementar políticas contra la inmigración ilegal”.
“No somos un estado santuario [Florida]. Prohibimos las ciudades santuario en mi primer año como gobernador, pero tenemos la responsabilidad de estar en esta lucha”, enfatizó el gobernador.
“Los funcionarios estatales y locales de Florida deben ayudar a la administración Trump a hacer cumplir las leyes migratorias de nuestra nación”, aseveró.
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