La nueva legislación propuesta por el gobernador de Florida, Ron DeSantis, invalidaría las licencias de conducir y las tarjetas de identificación estatales obtenidas por inmigrantes ilegales en otros estados.
La “audaz iniciativa”, según el senador del estado de Florida, Blaise Ingoglia, tomaría medidas enérgicas contra la inmigración ilegal en el Estado del Sol, abordando el tema en múltiples frentes, incluyendo el empleo, la salud, el voto, el tráfico de personas, y las identificaciones fuera del estado.
“Creo que este será el proyecto de ley contra la inmigración ilegal más amplio, exhaustivo, histórico y liderado por el estado que jamás se haya aprobado en Estados Unidos”, dijo el republicano a Fox News en una entrevista publicada el 5 de marzo.
“Creo que debería ser el modelo a seguir para que otros estados lo aprueben, de modo que todos podamos oponernos como estados al gobierno federal, a la administración Biden, al secretario [Alejandro] Mayorkas y a sus políticas de fronteras abiertas», agregó Ingoglia, que patrocina la legislación.
Según la nueva ley, los empleadores deberán verificar el estatus de ciudadanía de sus empleados, y el incumplimiento de este requisito se castigaría con nuevas sanciones.
También se incrementarían las sanciones por tráfico de personas, y se exigiría la confirmación de la ciudadanía estadounidense y la residencia en Florida para el registro de votantes.
Además, se anularían todas las licencias de conducir o identificaciones estatales emitidas en estados donde los inmigrantes ilegales pueden obtenerlas legalmente.
“No reconoceremos una licencia de conducir de ningún estado que las expida a inmigrantes ilegales”, aconsejó Ingoglia. “Y posteriormente se les dirá a las fuerzas del orden que procedan como si no tuvieran licencia alguna”.
En la actualidad, 18 estados, además de Washington, permiten que los inmigrantes ilegales obtengan licencias de conducir.
En California, los inmigrantes ilegales han tenido esa capacidad desde 2013, pero en septiembre, el gobernador demócrata del estado, Gavin Newsom, firmó un proyecto de ley que permite que todos los no ciudadanos obtengan tarjetas de identificación estatales, independientemente de su capacidad para conducir o proporcionar pruebas de su presencia en EE. UU. está autorizada.
La ley también elimina el requisito anterior de que esos documentos de identidad «restringidos» estuvieran marcados con una característica reconocible para diferenciarlos.
Aunque Florida no permite actualmente la expedición de documentos de identidad estatales o permisos de conducir a inmigrantes ilegales, Ingoglia señaló que algunos gobiernos de ciudades y condados han podido eludir la ley pagando a organizaciones de terceros para que expidan tarjetas de identificación comunitarias, que los inmigrantes ilegales utilizan después para obtener servicios gubernamentales.
“Son cosas como esta, y más, lo que el estado de Florida está considerando hacer para obligar realmente al gobierno federal a solucionar finalmente este problema, que lleva enconándose unos 50 años».
Otra medida en el proyecto de ley propuesto por DeSantis requeriría que los hospitales que reciben fondos estatales de Medicaid pregunten a los pacientes al ingresar si están legalmente en el país y presenten informes trimestrales al estado sobre la cantidad de inmigrantes ilegales que pasaron por las salas de emergencia y los costos de su cuidado.
Al proponer el proyecto de ley el 23 de febrero, DeSantis dijo: “Florida es un estado de ley y orden, y no haremos la vista gorda ante los peligros de la crisis fronteriza de Biden. Seguiremos tomando medidas para proteger a los floridanos de las imprudentes políticas federales de fronteras abiertas».
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