El gobernador de Florida, Ron DeSantis, dijo que su estado luchará contra el plan del presidente Joe Biden para que el Departamento de Trabajo redacte una norma de emergencia que requiera que todos los empleadores con 100 o más empleados «se aseguren de que sus trabajadores esté completamente vacunados o muestren una prueba negativa al menos una vez a la semana».
Durante sus declaraciones el 9 de septiembre, Biden dijo que Estados Unidos «puede y va a cambiar la situación» contra el COVID-19 mediante la vacunación masiva, al tiempo que culpó «a los 80 millones» de personas que no se han vacunado. “Estamos en una racha difícil”, dijo. “No se trata de libertad o elección personal”, dijo. «Se trata de protegerte a ti mismo y a los que te rodean».
«El gobernador DeSantis está centrado en trabajar para los floridanos», dijo Christina Pushaw, secretaria de prensa de DeSantis a The Epoch Times. «El espectáculo de ayer en la Casa Blanca fue un intento desesperado de recuperar el control del discurso y distraer de los abyectos fracasos de la Administración Biden: Afganistán, la crisis fronteriza y la respuesta al COVID-19».
«Las órdenes de vacunación no tienen base científica, son ineficaces y son fundamentalmente erróneas», dijo. «En Florida, nos defenderemos».
Mientras hablaba con los medios de comunicación al día siguiente, DeSantis señaló cómo Biden ha criticado la Carta de Derechos de los Padres de Florida (pdf), diciendo que Biden cree que las juntas escolares deberían poder «obligar a los niños de cinco años a usar mascarillas todo el día».
«¿Eso es lo que él cree que es un gobierno apropiado?», dijo. Sin embargo, instituye una orden sin precedentes, «que incluso su propia gente ha reconocido en el pasado que no es constitucional. Eso no es liderazgo».
DeSantis dijo que Biden prometió —cuando hacía campaña en 2020— que «acabaría con el virus». Sin embargo, hoy el país tiene un 300 por ciento más de casos que hace un año «cuando no teníamos ninguna vacuna».
«Está apostando más por cosas que van a ser muy destructivas para el sustento de muchos, muchos estadounidenses», dijo. «Nadie debería perder su trabajo por esta decisión».
El 10 de septiembre, la Administración de Biden sufrió otro revés cuando el Tribunal de Apelación del Primer Distrito restableció temporalmente la prohibición del gobernador Ron DeSantis de requisitos de mascarillas en las escuelas, diciendo que «tienen serias dudas sobre la posición, la jurisdicción y otras cuestiones límite».
El juez de circuito del condado de León, John Cooper, no solo dictaminó que la prohibición era ilegal, sino que adoptó la medida poco común de eliminar una suspensión automática mientras DeSantis apelaba su fallo.
«Al igual que el año pasado en el litigio de la reapertura de las escuelas, el Tribunal de Apelación del Primer Distrito ha restablecido la capacidad de Florida para proteger la libertad de los padres para tomar las mejores decisiones para sus hijos, mientras toman su propia decisión sobre la apelación», dijo Taryn Fenske directora de comunicaciones de DeSantis a The Epoch Times. «Esperamos ganar la apelación y seguiremos luchando por los derechos de los padres».
Con información de Jack Phillips.
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