La sociedad moderna a menudo se apodera del miedo ante la mera mención del cáncer. Como un factor omnipresente de nuestros días la enfermedad ataca aparentemente sin discriminación alguna a cualquier edad. Sin embargo, existen casos en los que las células cancerosas han desaparecido misteriosamente, incluso en pacientes que los profesionales médicos consideraban sin esperanza. La medicina convencional atribuye estos casos a la «remisión espontánea».
¿Por qué la mentalidad médica imperante es incapaz de explicar tales sucesos? ¿Cómo interpretan estos casos los expertos de otros campos? ¿Qué áreas debería explorar la humanidad para desbloquear el código para el tratamiento del cáncer?
El Dr. Bernard Lown, el cardiólogo y humanitario pionero que fundó el Instituto Lown, escribió en su libro “El arte perdido de la curación: practicar la compasión en la medicina”:
“Los pacientes no aceptarán la última alienación de ser reducidos a objetos estandarizados. Nadie aceptará por mucho tiempo ser identificado simplemente por su enfermedad, como nada más que un ensamblaje de partes biológicas rotas. Los pacientes anhelan una sociedad con sus médicos que son tan sensibles a sus almas adoloridas como a su anatomía defectuosa. No anhelan un contrato comercial redactado de forma tensa, sino un pacto de confianza entre iguales ganado por el médico que ejerce el arte de cuidar”.
La declaración de Lown destaca las deficiencias y los desafíos que enfrenta la medicina moderna.
Situación médica moderna: descuidar el cuidado de la «persona en su totalidad»
Las enfermedades parasitarias, las enfermedades infecciosas y las deficiencias nutricionales alguna vez fueron las principales amenazas para la salud humana. Sin embargo, las enfermedades relacionadas con la psicología y los factores sociales han surgido como importantes problemas de salud en la sociedad moderna. Los enfoques biomédicos tradicionales para el diagnóstico, el tratamiento y la prevención, por sí solos no pueden abordar estas enfermedades.
Antes de discutir la situación de la medicina moderna, primero comprendamos qué implica el «modelo biomédico». La medicina moderna se centra en el estudio de los cambios biológicos, profundizando en la anatomía, la fisiología, la patología, la bioquímica y en otros aspectos para investigar las causas y los tratamientos de las enfermedades.
Debido al énfasis en los aspectos biomédicos, la medicina moderna solo ve la “enfermedad”, apoyándose en medicamentos y cirugías para eliminar las lesiones en la práctica clínica.
Además del cuerpo físico, los humanos poseen elementos intangibles como la mente y la conciencia. En las causas y la progresión de las enfermedades, los aspectos mentales y conscientes a menudo juegan un papel dominante. La Organización Mundial de la Salud define la salud como “un completo bienestar físico, mental y social, y no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”.
El «modelo biomédico» separa a la persona de la enfermedad y examina los excrementos (materia de desecho) y los tejidos patológicos de los pacientes de forma aislada del resto del paciente, buscando únicamente las causas de las enfermedades, mientras descuida la influencia de los factores sociales, psicológicos y de comportamiento, borrando así por completo la imagen humana.
En conclusión, el objeto de la medicina es el ser humano, y para tratar cualquier enfermedad significativa, especialmente el cáncer, es más importante enfatizar la “integración mente-cuerpo” que centrarse únicamente en el tratamiento físico. El “modelo biomédico”, que descuida la integridad del “humano”, claramente no cumple con este requisito.
Hallazgos de la investigación: Rasgos de personalidad asociados con el cáncer
Con respecto a la investigación del cáncer en la medicina moderna, el enfoque a menudo se refiere a carcinógenos tangibles y medibles. Afortunadamente, algunos expertos exploran las causas del cáncer desde diferentes perspectivas.
Según Andrew Goliszek, profesor de la Universidad Estatal A&T de Carolina del Norte, existe una correlación entre las emociones y nuestra susceptibilidad a las enfermedades. Goliszek sugiere que las emociones negativas como la depresión, la ira y la hostilidad pueden hacernos más propensos a las enfermedades, mientras que las actitudes positivas como la esperanza, el optimismo y la felicidad pueden fortalecer nuestro sistema inmunológico y protegernos de las enfermedades.
Goliszek además analiza ciertas características a las que se refiere como «personalidades propensas al cáncer» que pueden tener un mayor riesgo de desarrollar cáncer. Estas características incluyen:
– Represión de las emociones tanto positivas como negativas.
– Mostrar ira, resentimiento u hostilidad hacia los demás.
– Asumir deberes y responsabilidades adicionales, incluso cuando causan estrés.
– Reaccionar adversamente y luchar para hacer frente a los cambios de la vida.
– Tener una perspectiva pesimista.
– Experimentar fácilmente depresión o sentimientos de desesperanza.
– Preocuparse frecuente y excesivamente por los demás.
– Sentir la necesidad de aprobación y buscar constantemente complacer a los demás.
Lawrence LeShan, psicoterapeuta de Nueva York, observó patrones similares en el tratamiento clínico del cáncer. Las personas a menudo exhiben una profunda tristeza, desánimo y pérdida en respuesta a eventos desfavorables de la vida mientras reprimen sus emociones internas. Esta actitud negativa puede debilitar significativamente el sistema inmunológico, creando oportunidades para la proliferación de células cancerosas.
Basado en sus años de interacción con pacientes con cáncer, LeShan encontró mejoras significativas en su bienestar físico y mental mientras luchaba contra el cáncer en tres aspectos: fisiológico, psicológico y espiritual.
En los últimos años más personas se han alejado del modelo de pensamiento biomédico y han comenzado a reconocer la importancia del pensamiento positivo y la desintoxicación emocional para la salud física.
Louise L. Hay, una renombrada practicante de sanación estadounidense conocida por su trabajo sobre la conexión mente-cuerpo, ofrece un buen ejemplo de remisión espontánea del cáncer. Después de ser diagnosticada con cáncer de cuello uterino a los 52 años, liberó la ira y el resentimiento acumulados por el abuso infantil. Seis meses después, las células cancerosas de su cuerpo desaparecieron.
Estos ejemplos ilustran la creciente tendencia de los pacientes a recurrir a enfoques de medicina alternativa y complementaria, como la medicina tradicional china (MTC), la acupuntura, la meditación, la atención plena y el qigong.
Cuidar el bienestar de los pacientes es crucial para mitigar la conmoción interna por el cáncer
Para abordar las limitaciones del modelo biomédico en la medicina moderna, la gente ha comenzado a reflexionar y a revisar este enfoque estratégico.
El libro «Curar el cáncer desde adentro: el informe clave sobre la psicología del cáncer» destaca que el cáncer es una enfermedad integral y sistémica causada por «trastornos internos» que resultan de alteraciones en múltiples aspectos del cuerpo. Los ajustes integrales a estos trastornos son igualmente necesarios, incluso cruciales, para prevenir la metástasis y la recurrencia.
George L. Engel, psicólogo, propuso en un artículo publicado en la revista Science que el “modelo biopsicosocial” supera las limitaciones del modelo biomédico al enfatizar la integración completa y sistemática de las perspectivas biológicas, psicológicas y sociales en la comprensión de la salud humana y la enfermedad. Reconoce la importancia de abordar las necesidades psicológicas y los factores sociales de las personas.
Otro modelo emergente, el “modelo ecológico”, tiene un alcance más amplio. Estudia la relación entre el estado de salud y el ambiente interno y externo del cuerpo humano a través del concepto de ecosistema, con el objetivo de lograr un desarrollo armónico entre el ser humano y la naturaleza.
En las etapas iniciales este modelo se centró en el ambiente externo, incluidos los efectos del entorno natural y social en el cuerpo humano. En etapas posteriores reconoció el papel del ambiente interno del cuerpo humano, enfatizando el mantenimiento del equilibrio microbiano interno. En resumen, subraya la necesidad de unificar los ambientes interno y externo, logrando armonía y coordinación para la salud y el bienestar a largo plazo.
El modelo médico ecológico enfatiza la armonía entre los humanos y la naturaleza y la coordinación interna del cuerpo humano, que se alinea con los principios de la MTC. Desde una perspectiva macro, la MTC se enfoca en el todo y utiliza métodos de análisis integrales para estudiar las conexiones internas del cuerpo humano y su relación con el ambiente interno y externo. En esencia, los modelos médicos ecológico y tradicional chino son compatibles.
El enfoque médico occidental, que a menudo se centra en el tratamiento localizado, y el enfoque holístico y de macrorregulación de la MTC, pueden unirse e integrarse orgánicamente para contribuir a la lucha contra el cáncer y promover la salud humana en general. Este es un desarrollo prometedor.
Las opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no reflejan necesariamente los puntos de vista de The Epoch Times.
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