Un grupo de investigadores descubrió a través del telescopio espacial Hubble y el telescopio terrestre Subaru la formación de un planeta más grande que Júpiter, que aún está en formación.
«La naturaleza es inteligente; puede producir planetas en una variedad de formas diferentes», dijo Thayne Currie del Telescopio Subaru y Eureka Scientific, investigador principal de un estudio que fue publicado dos días atrás.
Aunque no lo podamos ver, documentar de manera exacta o la imaginación se quede corta, en este momento millones de planetas pueden estar en plena formación y «a punto de nacer».
Uno de esos planetas fue descubierto por el telescopio espacial Hubble de la NASA y el Telescopio Subaru de Japón.
El «nuevo mundo en construcción», explica la NASA, es parte de un disco protoplanetario de polvo y gas que tiene forma de espiral. El astro celeste gira alrededor de una estrella de apenas 2 millones de años, que coincide con la edad de nuestro sistema solar en el momento que los nueve planetas que conocemos estaba en desarrollo.
La edad del sistema solar es de 4600 millones de años, y contando.
El planeta fue nombrado AB Aurigae b, y es nueve veces más grande que Júpiter, el astro más grande del sistema planetario del que nuestro planeta es parte. El enorme planeta tiene su estrella principal que orbita a una distancia de 8600 millones de millas, lo que equivale a dos veces más de la distancia entre Plutón y el Sol.
Debido a que esa es una distancia muy grande para que un planeta se forme por acreción de su estrella principal o núcleo, los investigadores creen que puede ser evidencia de que este cuerpo se formó de acuerdo a una teoría menos popular.
Se cree que todos los planetas están formados de material originado por un disco circunestelar. La teoría dominante ―llamada «acreción del núcleo»― tiene un enfoque de abajo hacia arriba «en el que los planetas incrustados en el disco crecen a partir de cuerpos pequeños, con tamaños que van desde granos de polvo hasta rocas, que chocan y se unen mientras orbitan una estrella».
Este proceso se da de manera lenta.
De forma opuesta, el «enfoque de inestabilidad» del disco es un «modelo de arriba hacia abajo en el que a medida que se enfría un disco masivo alrededor de una estrella, la gravedad hace que el disco se rompa rápidamente en uno o más fragmentos de masa planetaria».
Así que los investigadores concluyeron que AB Aurigae b se logró formar debido al «enfoque de inestabilidad» del disco, por la enorme distancia que tiene de su estrella central.
Y como no todos los días se tiene evidencia del nacimiento de un planeta tan peculiar, la NASA celebró el hallazgo en una publicación de Twitter:
«NASA Hubble ha fotografiado pruebas de un protoplaneta similar a Júpiter, un planeta en formación. Se estima que es nueve veces más grande que Júpiter y su descubrimiento apoya una teoría largamente debatida sobre la formación de los planetas».
Los datos del nuevo planeta fueron recopilados a través del telescopio espacial Hubble de la NASA y del telescopio terrestre Subaru de Japón, de 8.2 metros, ubicado en la cumbre de Mauna Kea, Hawái.
Para estar seguros del hallazgo los investigadores contrastaron los datos de ambos telescopios, «porque es muy difícil distinguir entre los planetas jóvenes y las características complejas del disco que no están relacionadas con los planetas», explica la NASA.
El telescopio ha rastreado objetos interestelares mientras se elevaban a través de nuestro sistema solar, vio un cometa chocar con Júpiter y descubrió lunas alrededor de Plutón.
Entender «los primeros días» de la formación de planetas similares a Júpiter ayuda a los astrónomos a entender cómo pudo ser en su momento el nacimiento de nuestro sistema solar.
El telescopio espacial Hubble ha estado observando «hacia el pasado distante de nuestro universo», escribe la NASA en un artículo. En sus más de 30 años de funcionamiento nos ha regalado imágenes de más de 13,400 millones de años luz de la Tierra, de galaxias fusionándose, agujeros negros y un cometa chocando con Júpiter, entre muchas otras curiosidades cósmicas.
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