Los astrónomos reconstruyeron un pasado caníbal de nuestra gran galaxia vecina, Andrómeda, que ahora ha puesto sus ojos en la Vía Láctea como su próximo plato principal.
“El violento pasado de Andrómeda fue descubierto”, y “nuestra galaxia es la siguiente en el menú”, destacó la Universidad de Sydney el 3 de octubre.
Un trabajo de detective galáctico descubrió que Andrómeda se comió ya varias galaxias más pequeñas, probablemente en los últimos miles de millones de años y fue dejando sus restos en en una gran corriente de estrellas, dijo el equipo de investigadores liderado por el profesor y astrónomo Garaint Lewis.
También encontraron rastros muy débiles de galaxias más pequeñas que la Andrómeda engulló incluso antes, tal vez hasta 10 mil millones, cuando se estaba formando por primera vez.
En junio de 2012, después de muchas especulaciones, astrónomos de la NASA predijeron que la Vía Láctea estaba destinada a sufrir un choque frontal con Andrómeda en unos cuatro mil millones de años, y probáblemente el Sol y la Tierra serían arrojados a lugares más distantes del núcleo de nuestra galaxia.
“Por lo tanto, saber a qué tipo de monstruo se enfrenta nuestra galaxia es útil para descubrir el destino final de la Vía Láctea», declaró el Dr. Dougal Mackey de la Universidad Nacional de Australia, que también lideró el equipo. La siguiente es una recreación de la futura colisión.
El Dr. Mackey dice que Andrómeda tiene además un halo estelar que es mucho más grande y complejo que la Vía Láctea y esto indica que “ha canibalizado muchas más galaxias, posiblemente más grandes».
En 2015, con el telescopio espacial Hubble, los astrónomos descubrieron que este gran halo era oscuro, casi invisible alrededor de Andrómeda y se extendía alrededor de un millón de años luz de su galaxia anfitriona. Andrómeda se encuentra a 2,5 millones de años luz de distancia de la Tierra, esto quiere decir que el halo llega a mitad de la distancia.
Dos direcciones
Lewis y Mackey rastrearon los restos débiles de las galaxias más pequeñas alrededor de Andrómeda que habían canibalizado y recrearon la forma en que Andrómeda las atrajo y finalmente las envolvió en los diferentes momentos.
Sin embargo, el descubrimiento presentó varios misterios nuevos con dos episodios de alimentación galáctica procedentes de direcciones completamente diferentes que no se explican. Observen el siguiente vídeo al respecto.
La dirección de los restos engullidos por Andrómeda siguen los alineamientos de la llamada ‘red cósmica’ de materia “que enhebra el universo», según el profesor Lewis. El profesor añadió que lo «más sorprendente es el descubrimiento de que la dirección de la alimentación es la misma que el extraño ‘plano de satélites’, una alineación inesperada de galaxias enanas que orbitan alrededor de Andrómeda».
En 2011 unos astrónomos descubrieron sobre este tema unos filamentos de gran cantidad de material que conectan nuestra galaxia, la Vía Láctea, a las otras galaxias y un raro plano en que están alineadas.
Lo que resulta misterioso, dice Lewis es que estos planos se formaron hace poco, pero parecen estar alineados con la misma antigua red de alimentación de las galaxias enanas.
“Quizás esto se deba a la red cósmica, pero en realidad, esto es solo especulación», dijo el profesor Lewis. «Tendremos que pensar mucho para descifrar lo que esto nos está diciendo».
El astrónomo reveló que para él la principal motivación al estudiar astronomía es comprender nuestro lugar en el Universo.
“Una forma de aprender sobre nuestra galaxia es estudiar otras que son similares a ella y tratar de comprender cómo se formaron y evolucionaron estos sistemas”, dijo Lewis.
«A veces esto puede ser más fácil que mirar la Vía Láctea, porque vivimos dentro de ella y eso puede dificultar ciertos tipos de observaciones».
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