Estudiar la forma en que los virus influyen en las vías celulares durante la infección puede ayudar a desarrollar tratamientos para enfermedades infecciosas como COVID-19.
Un nuevo estudio, realizado por investigadores de la Universidad de Alberta y publicado en la revista npj Viruses, descubrió que ciertos fármacos para el tratamiento del cáncer pueden promover que las células secreten interferones antivirales. Estos fármacos se dirigen contra el virus SARS-CoV-2, causante del COVID-19, y también son eficaces contra múltiples otros virus patógenos de ARN.
Los interferones son proteínas naturales que refuerzan el sistema inmunitario para combatir infecciones y enfermedades como el cáncer. Su nombre se debe a que interfieren con los virus, impidiendo su propagación.
Tanto COVID-19 como algunos tipos de cáncer activan la vía Wnt/β-catenina, una reacción en cadena dentro de la célula. Los fármacos que bloquean esta vía, originalmente creados para tratar el cáncer, también podrían ayudar a combatir COVID-19.
Cuando la vía Wnt/β-catenina se activa, frena la producción de interferones. Esta vía también afecta negativamente al sistema inmunitario.
En un estudio, los científicos probaron dos fármacos, KYA1797K y E7449, que bloquean la vía Wnt/β-catenina. Ellos encontraron que estos fármacos reducían la cantidad de virus en los pulmones de los ratones. El fármaco E7449 fue especialmente bueno a la hora de prevenir la pérdida de peso y el daño pulmonar en los ratones infectados.
Tom Hobman, profesor de biología celular de la Facultad de Medicina y Odontología de la Universidad de Alberta y uno de los autores del estudio, explicó en un comunicado de prensa que, tras el uso de estos fármacos, las células producían interferones en respuesta a las infecciones virales a niveles entre cuatro y seis veces superiores a los anteriores. Además, los experimentos también revelaron que el virus se inactivaba a menos de una diezmilésima parte de sus niveles originales.
Él señaló que los interferones evitan que las células infectadas produzcan más virus, principalmente de dos maneras: «Bloquea la célula infectada, lo que a menudo provoca la muerte celular, y también actúa sobre las células circundantes para evitar que se infecten».
Los investigadores también probaron con virus distintos del COVID-19 y descubrieron que los fármacos presentan una actividad de amplio espectro contra diversos virus del ARN. Entre ellos figuran los coronavirus, responsables de infecciones respiratorias estacionales, así como virus transmitidos por mosquitos como el Zika y el Mayaro.
Ensayos farmacológicos en curso para COVID-19
Además de los fármacos dirigidos a la vía Wnt/β-catenina, también se están explorando otros medicamentos por su potencial para aliviar el virus COVID-19.
Un ensayo clínico publicado en febrero, en el que participaron 1821 pacientes con COVID-19 de leve a moderado, indicó que un fármaco denominado ensitrelvir acortaba significativamente la duración de los síntomas en pacientes con COVID-19.
En el New England Journal of Medicine se publicó un ensayo clínico de fase II a III del fármaco antiCOVID-19 Simnotrelvir, en el que participaron 1208 pacientes con infección por COVID-19 de leve a moderada. Los resultados mostraron que los pacientes que recibieron tratamiento con Simnotrelvir en las 72 horas siguientes a la aparición de los síntomas de COVID-19 vieron acortado en 35.8 horas el «tiempo hasta la resolución sostenida de los síntomas». En un subgrupo con factores de riesgo de COVID-19 grave, Simnotrelvir redujo el tiempo en 60 horas.
Compuestos naturales con actividad antiviral
Además de los fármacos en fase de desarrollo, algunas plantas comunes y compuestos naturales también poseen una potente actividad antiviral
1. Iota-carragenano
El iota-carragenano es un polisacárido extraído de algas rojas, utilizado habitualmente como espesante en puddings o helados. Un estudio realizado en Argentina con 400 trabajadores hospitalarios indicó que un aerosol nasal que contenía iota-carragenano podía reducir el riesgo de contraer COVID-19 en alrededor de un 80 por ciento.
2. Curcumina
Un ensayo clínico publicado en la revista Nutrients en 2022 descubrió que la suplementación con curcumina puede mejorar eficazmente síntomas como la tos, la dificultad para respirar y el dolor muscular en pacientes con COVID-19 de leve a grave. Además, en comparación con el grupo de control, la saturación de oxígeno fue significativamente mayor en el grupo de tratamiento.
3. Platycodon grandiflorum
Un estudio propuso que la platycodina D, un compuesto del Platycodon grandiflorum, es un potente producto natural para prevenir y tratar COVID-19. El estudio descubrió que el Platycodon grandiflorum «bloquea eficazmente» la entrada del virus COVID-19 en las células al alterar la distribución del colesterol de la membrana.
4. Reishi, Perilla y Menta piperita
Los experimentos con células y animales han demostrado que los extractos del hongo Reishi, la Perrila y la menta china son eficaces para inhibir el virus COVID-19. Un compuesto particular del hongo Reishi, el Ganoderma lucidum, conserva su efecto antiviral incluso cuando se diluye 1280 veces, sin daño celular.
5. Té verde y té negro
Los polifenoles del té verde y el té negro también tienen efectos antivirales de amplio espectro. En experimentos con animales se ha descubierto que las catequinas pueden inhibir la replicación de coronavirus, aumentar la inmunidad y mejorar las lesiones pulmonares agudas. También hay estudios que indican que las catequinas del té y sus derivados tienen la capacidad de inactivar eficazmente las subvariantes del Ómicron.
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