Aproximadamente 1100 miembros del personal de policía perderán sus trabajos o se enfrentarán a transferencias si los esfuerzos para desfinanciar al Departamento de Policía de Seattle tienen éxito, dijo la jefa Carmen Best.
La mayoría del Consejo de la Ciudad de Seattle apoya un plan que recortaría el presupuesto del departamento en un 50 por ciento.
Best dijo que los escenarios que los miembros del consejo están considerando para lograr los recortes «son gestos políticos», no «soluciones realistas o racionales».
Debido a que el dinero ya se gastó durante la primera mitad del año, los recortes representan un recorte del 100 por ciento para el cuarto trimestre, dijo la jefa de policía. La única forma de lograrlo es despedir o transferir a unos 1100 empleados.
«Esto nos dejaría con unos 630 miembros desplegables en el departamento», dijo.
Los recortes obligarían a los oficiales de policía a cerrar el Recinto del Suroeste, transfiriendo a los 100 empleados allí, y el resto del personal de la ciudad tendría que concentrarse exclusivamente en responder a las llamadas del 911.
Toda la Oficina de Investigaciones Criminales, compuesta por detectives que reúnen evidencia en casos de personas desaparecidas, pornografía infantil y otras víctimas, podría ser eliminada, y una serie de funciones en otros lugares se reducirían por completo o disminuirían.
Best dijo en una carta a la alcaldesa demócrata de Seattle, Jenny Durkan.
En un mensaje separado a los oficiales de policía el 1 de julio que también fue publicado el viernes, Best dijo que los últimos meses han sido «sin precedentes para la ciudad, el país y el mundo». No importa qué camino sea elegido por los funcionarios de la ciudad, dijo, habrá más recortes en el departamento de policía y es posible que se pierdan algunos empleos.
“Abogaré ferozmente porque nos centremos en soluciones realistas, racionales y responsables, no en gestos políticos, ni proxenetismo, ni posturas políticas. No creo que debamos pedirle a la gente de Seattle que pruebe una teoría de que el crimen desaparece si la policía se va. Eso es completamente imprudente”, dijo.
El plan para desfinanciar al Departamento de Policía de Seattle proviene de Decriminalize Seattle y King County Equity Now. Una parte importante de la propuesta es reemplazar el actual sistema de despacho del 911 por uno controlado por civiles.
La propuesta de desfinanciamiento podría venir de recortar el presupuesto de relaciones públicas del departamento, su presupuesto de capacitación y su presupuesto de reclutamiento, dijeron activistas en una reciente presentación al Concejo Municipal.
Otras ideas incluyen finalizar el pago de horas extras para los oficiales de policía, reducir el personal de las patrullas y congelar la contratación.
La concejal Kshama Sawant, una socialista que apoya los esfuerzos de desfinanciación dijo en un comunicado el viernes por la noche: «El establishment político se alinea para defender lo que serán brutales recortes a los servicios públicos, mientras la clase capitalista se prepara para imponer los costos de la recesión a la clase trabajadora y a los pobres».
La concejal Tammy Morales, una demócrata que también apoya los esfuerzos, dijo el jueves que su oficina está guiada por tres principios, incluida la reparación del daño causado por la ciudad durante décadas a las comunidades de color.
“Devolver recursos significativos del SPD a nuestras comunidades es fundamental para lograr estos objetivos. Así es como construimos la riqueza, la salud y la seguridad de la comunidad”, dijo.
El Gremio de Oficiales de Policía de Seattle no respondió a una solicitud de comentarios, ni tampoco la oficina de Durkan.
En una entrevista el mes pasado, el presidente del gremio, Mike Solan, dijo a The Epoch Times: «No se puede desfinanciar a la policía y luego pedir un mejor servicio de seguridad pública en la misma frase».
Lo primero que se cortaría es el entrenamiento, agregó.
El vicealcalde Mike Fong dijo a los miembros del consejo en una carta del 8 de julio que el Departamento de Policía de Seattle ya ha gastado la mitad de su presupuesto anual, por lo que un recorte del 50 por ciento dejaría a la policía sin presupuesto para el resto del año «y exigiría a la ciudad abolir el departamento».
Un recorte del 25 por ciento significaría despidos inmediatos de hasta 1000 personas y dejaría al departamento incapaz de realizar funciones básicas, agregó.
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