El despido de dos trabajadoras electorales en Georgia que testificaron sobre irregularidades en las elecciones es «muy preocupante», dijeron tres comisionados del condado de Fulton.
Bridget Thorne y Susan Voyles fueron despedidas por el Departamento de Registro y Elecciones del condado, según las cartas obtenidas por The Epoch Media Group.
Voyles y Thorne presentaron declaraciones juradas sobre las cosas que presenciaron durante las elecciones. También hablaron con los legisladores estatales y los medios de comunicación sobre lo que vieron.
En una declaración conjunta el lunes, los comisionados del condado de Fulton, Liz Hausmann, Lee Morris y Bob Ellis dijeron que estaban preocupados por la decisión.
«El momento de su despido es altamente sospechoso y crea una clara impresión de que se trata de una represalia», dijeron los comisionados.
Instaron a la Junta Electoral del Condado de Fulton a que investigara las acciones del director Richard Barron y de cualquier miembro del personal que estuviera involucrado en los despidos.
«La integridad y la transparencia son de suma importancia en las elecciones del Condado de Fulton. Continuaremos apoyando los esfuerzos del departamento para proporcionar resultados en los que se asegure la confianza de los votantes», escribieron los comisionados. Son tres de los siete comisionados de la junta.
Los portavoces del condado no respondieron a las solicitudes de comentarios sobre los despidos de Voyles y Thorne.
El secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, republicano, condenó los despidos la semana pasada.
«Condeno en los términos más enérgicos la decisión de los funcionarios electorales del condado de Fulton de despedir a dos administradores electorales por el mero hecho de plantear preocupaciones sobre las elecciones de noviembre», dijo en un comunicado.
«Aunque no hemos encontrado pruebas creíbles de un fraude generalizado, es importante que las personas puedan expresar su opinión cuando crean que han visto algo malo. La represión de los denunciantes de irregularidades constituye una amenaza para la fuerza y la vitalidad de nuestra democracia», añadió.
El condado de Fulton fue la zona cero de las acusaciones de fraude electoral durante las recientes elecciones. Los trabajadores electorales contaron las boletas durante más de una hora sin que ningún observador, medio de comunicación o funcionario del estado las monitoreara, según las cintas de vigilancia y la oficina de Raffensperger. Los funcionarios también informaron falsamente que la explosión de una tubería causó que el conteo de las boletas se detuviera por horas. Un senador estatal dijo en un informe reciente que los eventos en la arena parecían incluir «actividades ilegales coordinadas».
Voyles dijo que recibió un lote de boletas «prístinas», sin dobleces y con marcas similares en cada una.
Thorne dijo que vio boletas de votación anticipada depositadas en el almacén de elecciones del condado, sin medidas de seguridad alrededor, lo que suscitó preocupaciones sobre la cadena de custodia.
Jessica Corbitt, portavoz del condado, dijo a The Epoch Times a principios de este mes que el condado ha «invertido todos los recursos posibles para asegurar una elección libre, justa y transparente en cumplimiento de todas las leyes aplicables».
«Hasta la fecha no tenemos conocimiento de ningún informe creíble de fraude o irregularidades de los votantes en el condado de Fulton. Cualquier informe creíble de dicha actividad será investigado y tratado según lo dispuesto por la ley de Georgia», añadió.
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