Estados Unidos desplegó el destructor de misiles guiados USS Milius a través del estrecho de Taiwán el 16 de abril, pocos días después de que el ejército chino simulara ataques de precisión contra Taiwán.
El destructor de misiles guiado, de la clase Arleigh Burke, realizó «un tránsito rutinario por el estrecho de Taiwán» para demostrar el compromiso de Estados Unidos con un «Indo-Pacífico libre y abierto», informó la Séptima Flota de la Armada estadounidense en una declaración
«El buque transitó por un corredor en el Estrecho que está más allá del mar territorial de cualquier Estado costero», señaló la flota. «El ejército de Estados Unidos vuela, navega y opera en cualquier lugar donde lo permita el derecho internacional».
El despliegue del buque de guerra provocó una inmediata respuesta de Beijing. China dijo que había organizado tropas para vigilar las operaciones del buque de guerra estadounidense y que mantendría «un alto nivel de alerta en todo momento».
El ministerio de Defensa de Taiwán indicó que el Milius navegó por el estrecho de Taiwán de sur a norte.
«Durante la navegación del buque de guerra estadounidense hacia el norte a través del estrecho de Taiwán, el ejército nacional se mantuvo al corriente de los acontecimientos relevantes en el mar y el espacio aéreo circundantes, y la situación fue normal», declaró el ministerio taiwanés.
El despliegue se produjo después de que Beijing iniciara un ejercicio militar de tres días en torno a Taiwán en respuesta a la reunión en California de la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, con el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el republicano Kevin McCarthy.
Los medios de comunicación estatales chinos informaron de que los militares realizaron simulacros de ataques conjuntos de precisión contra objetivos clave en Taiwán y sus alrededores.
Beijing envió una cifra récord de 91 aviones de combate y 12 buques de guerra hacia Taiwán en el último día de sus ejercicios, y 54 aeronaves fueron avistadas cruzando la línea media del estrecho de Taiwán y las partes suroeste y sureste de la Zona de Identificación de Defensa Aérea (ADIZ) de Taiwán.
Taiwán «vigila de cerca»
Las incursiones de aviones chinos en la región continuaron a pesar de que el Partido Comunista Chino (PCCh) ya había proclamado la conclusión de su ejercicio militar el 10 de abril.
El ejército de Taiwán declaró haber detectado 18 aviones y cuatro buques chinos cerca de la isla el 16 de abril, y cuatro aviones fueron vistos entrando por el suroeste y el sureste de la ADIZ de Taiwán.
Tsai condenó los ejercicios militares del PCCh en el estrecho de Taiwán, afirmando que Beijing no demostró el comportamiento «responsable» de una gran nación asiática.
Como presidenta, represento a nuestro país en el mundo, ya sea en una visita a países aliados o haciendo escala en EE. UU. e interactuando con nuestros amigos internacionales, y esto no solo ha ocurrido durante años, sino que es la expectativa compartida del pueblo taiwanés», dijo Tsai en una declaración.
«Pero China utilizó esto como pretexto para iniciar ejercicios militares, creando inestabilidad en el estrecho de Taiwán y en la región. Esta no es la actitud de una gran nación responsable en esta región», añadió la presidenta.
El PCCh considera a Taiwán una provincia renegada que debe unirse al continente por todos los medios necesarios, a pesar de que Taiwán nunca ha sido gobernada por el PCCh y tiene su propio gobierno democrático.
A pesar de mantener solo relaciones no oficiales, Estados Unidos es el aliado más importante de Taiwán y su fuente de ayuda militar. La ley estadounidense exige a Washington que considere todas las amenazas a la isla —incluido un bloqueo— como asuntos de «grave preocupación», aunque no exige explícitamente el compromiso del uso de fuerzas.
David Stilwell, general de brigada retirado de la Fuerza Aérea estadounidense y exsecretario de Estado adjunto, afirmó que el PCCh incumplía continuamente sus promesas y garantías a Estados Unidos y Taiwán.
Al amenazar con violencia militar y cruzar repetidamente la línea central del estrecho de Taiwán, el PCCh estaba sin duda violando 50 años de promesas de no tratar de cambiar unilateralmente el statu quo con respecto a Taiwán, dijo Stilwell.
«Llega un momento en que van a cruzar una línea y Taiwán va a reaccionar, iniciando algo que estoy 100% seguro de que Beijing no está dispuesto —en este momento— a iniciar», declaró Stilwell a The Epoch Times.
Con la colaboración de Andrew Thornebrooke e información de The Associated Press.
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