A medida que aumenta el número de variantes del virus PCCh, los científicos están cada vez más preocupados si las vacunas seguirán siendo eficaces para las nuevas cepas.
El 12 de marzo, el Centro Provincial de Control y Prevención de Enfermedades de Guangdong, en el sur de China, informó que en dos casos de contagio se detectó la cepa B.1.525. Es la primera vez que se descubre esta variante en la provincia.
La cepa B.1.525 se detectó por primera vez en Nigeria a fines de diciembre, y desde entonces la nueva variante del virus del PCCh (Partido Comunista Chino) se ha descubierto en 26 países del mundo, como el Reino Unido, Australia, Dinamarca, Estados Unidos, Canadá, Italia y, más recientemente, China.
Según el CDC de Guangdong, los dos casos corresponden a infecciones asintomáticas importadas del extranjero. Las dos personas contagiadas se encuentran actualmente bajo observación médica en el hospital.
El equipo del CDC dijo que seguiría vigilando la cepa muy de cerca y haría un seguimiento de la eficacia de las vacunas contra el COVID-19.
Esta es la tercera vez este año que el CDC provincial encuentra una nueva cepa del virus del PCCh.
El 2 de enero, el CDC detectó la cepa B.1.1.7 (variante británica) a partir de una muestra de hisopo de garganta de un caso confirmado importado del Reino Unido, en un estudiante chino de 18 años.
El 6 de enero, el centro aisló la cepa 501Y.V2 (variante sudafricana) de una muestra de hisopo de garganta de un caso procedente de Sudáfrica, en un piloto de avión de 55 años.
Al parecer, la nueva variante del virus tiene mayor propagación y podría dar lugar a una reinfección, informó el CDC de Guangdong en su notificación del 12 de marzo.
Asimismo, Forbes informó el 24 de febrero de que la mutación de la cepa B.1.525, la variante nigeriana, puede aumentar la transmisibilidad y la virulencia.
«Todavía no sabemos hasta qué punto se propagará esta variante [nigeriana], pero si tiene éxito cabe suponer que la inmunidad de cualquier vacuna o infección previa se verá mermada», dijo en febrero el Dr. Simon Clarke, de la Universidad británica de Reading, en declaraciones a The Guardian.
«Por primera vez hemos conseguido aislar el virus portador de estas mutaciones que nos preocupan, porque podrían conferir resistencia a las vacunas hoy disponibles contra COVID», declaró a ANSA Arnaldo Caruso, presidente de la Sociedad Italiana de Virología.
Los datos públicos muestran que la variante B.1.525 lleva una mutación llamada E484K en la proteína spike, lo que afecta la respuesta inmunológica humana al virus.
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